Huesca aúpa en triunfo a Rivera Ordóñez

El recuerdo a los trágicos momentos que se vivieron en la plaza oscense hace un año planeaba en el ambiente. El semblante de Rivera Ordóñez no denotaba precisamente alegría cuando pisó la arena para emprender el paseíllo. El público tampoco reaccionó con entusiasmo ante la presencia de quien a punto estuvo aquí de perder la vida. Aquella terrible cornada en el vientre, las horas en la enfermería, el pavoroso parte médico, el pitón que disecó la aorta, los días en la UCI... Una extraña sensación de frialdad flotaba sobre los tendidos.

Salió el primero, un torillo de Murube tan poquita cosa como bueno. Los dos primeros tercios transcurrieron sin lucidez, y cuando Rivera cogió la muleta la expectación era grande. Poco a poco se sucedieron los muletazos. Con nobleza y recorrido las embestidas, hasta que mediada la faena acertó con los circulares. Por delante y por detrás. Y ahí comenzó la conexión con el público, que reaccionó por fin a favor. Ya se soltaron los nervios y unos pases mirando al tendido dispararon la pasión. Tras una estocada se le pidieran con fuerza las dos orejas, que tampoco era cosa de ponerse exigentes, cuando lo que se estaba celebrando era algo tan feliz como el volver a la vida. Objetivo cumplido, pues la gente de Huesca es buena y generosa, y un regalo así no se le podía negar a quien tanto sufrió.

Y como si la tarde ya estuviera hecha, al cuarto le sacudieron en varas y llegó como pudo a la franela de Fran Rivera, que se lo quitó de encima con algunos apuros con los aceros.

Su hermano Cayetano también pasó los suyos cuando el segundo se lo llevó por delante en una fea voltereta. La verdad es que el pequeño de los Rivera estaba desafiando mucho a la suerte con tanto pico y tanto hueco. Así que al final el de Murube no hizo más que colarse por donde le dejaban la puerta abierta. El revolcón no le impidió seguir delante de la cara, aunque lo que consiguió no pasó de un muleteo descafeinado. Como con el quinto, al que también le dio de lo lindo el picador, y el torero no pasó de correcto entre caída y caída del toro.

Y a la postre, el que puso más ganas y ansias de triunfo fue el más nuevo de la terna. José Garrido toreó bien con el capote a sus dos murubes y con la muleta anduvo tan entusiasta como acelerado con el tercero, al que cortó una oreja tras un feo bajonazo. Con las mismas ganas y al abrigo de los peñistas del sol se llevó otro trofeo del que cerró plaza, que pudieron ser dos si no llega a pinchar dos veces antes de cobrar una estocada.

Feliz vuelta de Francisco Rivera Ordóñez, que era de lo que se trataba, que en Huesca son así y quieren borrar los malos ratos.

Sorteo

Para la ocasión se lidiará una corrida de Murube, cuyo pesos oscilan entre los 445 y los 525 kilos. Abrirá plaza Lebrijano.

Cartel

¡Buenas tardes! Bienvenidos a la tercera corrida de la Feria de San Lorenzo de Huesca. Se anuncian en el cartel Francisco Rivera Ordóñez, que regresa a la plaza en la que estuvo a punto de perder la vida hace un año, su hermano Cayetano y José Garrido

Francisco Rivera Ordóñez regresa hoy a Huesca, la plaza donde estuvo a punto de perder la vida hace un año tras una cornada brutal. Paquirri se reencontrará con el coso oscense con el toro Lebrijano, de la ganadería de Murube. Compartirá cartel con su hermano Cayetano y con José Garrido.

El orden de lidia de los murubes es el siguiente, según informa «Aplausos»:

1.- Lebrijano, número 19, de Murube, negro bragado, de 445 kilos. Para Paquirri.

2.- Andapoco, número 16, de Murube, negro bragado, de 450 kilos. Para Cayetano.

3.- Vinatero, número 22, de Murube, negro bragado, de 510 kilos. Para José Garrido.

4.- Anillado, número 7, de Murube, negro bragado, de 520 kilos. Para Paquirri.

5.- Noticiero, número 12, de Murube, negro bragado, de 525 kilos. Para Cayetano.

6.- Orteguito, número 21, de Murube, negro bragado, de 490 kilos. Para José Garrido.

Los sobreros son:

1.- Mosquerito, número 79, de Núñez de Tarifa, colorado, de 511 kilos.

2.- Lancito, número 88, de Charro de Lleno, negro chorreado, de 520 kilos.