Antonio Ferrera, en un torero trincherazo
Antonio Ferrera, en un torero trincherazo - Efe

San Fermín: una gran faena, injustamente no premiada, de Antonio Ferrera

Talavante corta la única oreja en una corrida de Cuvillo de juego desigual

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Tremendo ha sido el encierro, con dos cornadas, muchos momentos de peligro y gran velocidad: los Cuvillos han llegado a la Plaza en poco más de dos minutos. Por la tarde, los toros, bajos (salvo el primero), astifinos, muy armados, se mueven pero dan un juego desigual.

Antonio Ferrera está siendo una de las más gratas novedades de esta temporada, por su gran evolución hacia un clasicismo de añejo sabor. Hace nueve años, herido, con pantalón vaquero, cortó aquí un rabo (el último) a un toro de Victorino. El primero, muy alto, humilla poco y flaquea. Sin redondear faena brillante, Ferrera se muestra firme y seguro. Subrayo cómo saca al toro del caballo toreando: el auténtico quite, como vemos en las películas de Gallito, el genio máximo. También valoro cómo le anda al toro, en el comienzo de faena: algo insólito, en una época en la que predomina el estatismo. Con naturalidad, le saca naturales de sabor torero. ¿Se ha enterado la gente de estas virtudes? Me temo que no: la música ha comenzado cuando la faena ya concluía. Los mozos quieren otras cosas… Recibe con un quiebro y lidia con maestría al cuarto, que no llega a los 500 kilos (algo, aquí, sorprendente). Vuelve a sacarlo del caballo toreando con temple, por delantales. (En el último, lo hará por chicuelinas). Banderillea con lucimiento; sobre todo, al quiebro. Comienza en los medios, con un cite original, y liga naturales mandones, largos, clásicos. Como el toro se mueve, encastado, la faena tiene emoción y mérito. Con el estoque de madera clavado en la arena, logra pases naturales por los dos lados. Cita a recibir y deja media estocada. Ha sido la faena de un diestro maduro, que domina los recursos de la lidia completa. Al descabellar, es volteado, cae sobre el lomo del toro y a la arena, en un fuerte porrazo. Como era «el toro de la merienda», el sol no pide suficientemente la oreja y el presidente no la concede: un nuevo disparate.

En el segundo, noble, de fuerzas justas, Talavante dibuja verónicas y naturales suaves; por la derecha, el toro puntea más la muleta. Una faena fácil, estética, pero sin culminar. La estocada, de rápido efecto, provoca el corte de oreja. Ha estado bien Alejandro pero él puede –y suele– estar mejor. El quinto embiste desigual pero el diestro se mete en su terreno y liga, por los dos lados, muletazos de mano baja. Se le ha visto muy seguro, con la muleta, pero pierde el trofeo por la espada, mal manejada: dos avisos.

Talavante, en un largo natural
Talavante, en un largo natural - Efe

PLAZA DE TOROS DE PAMPLONA. Jueves, 13 de julio de 2017. Novena corrida. Lleno. Toros de Núñez del Cuvillo, serios, con movilidad, de juego desigual.

ANTONIO FERRERA, de frambuesa y oro. Estocada corta y descabello (saludos). En el cuarto, media en la suerte de recibir y dos descabellos. Aviso (petición y vuelta).

ALEJANDRO TALAVANTE, de pizarra y oro. Estocada (oreja). En el quinto, cinco pinchazos y estocada caída. Dos avisos (silencio).

GINÉS MARÍN, de canela y oro. Estocada desprendida (palmas). En el sexto, estocada (ovación de despedida).

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Encierro

Los cuvillos protagonizaron esta mañana una rápida carrera por las calles pamplonesas, con dos minutos y cuarenta segundos, aunque ya en dos minutos y diez segundos habían pisado el ruedo. Hubo dos heridos por asta de toro, con un total de ocho corredores trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra.

Cartel

¡Buenas tardes! Bienvenidos a la novena corrida de la Feria de San Fermín. Cartelazo, con toros de Núñez del Cuvillo para Antonio Ferrera, Alejandro Talavante y Ginés Marín, que sustituye al herido Andrés Roca Rey, que continúa recuperándose de la cornada sufrida hace dos días en esta plaza.

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