CRÍTICA DE TEATRO

«El cíclope y otras rarezas de amor»: rayuela sentimental

Escrita y dirigida por Ignasi Vidal, la obra se presenta en los teatros del Canal interpretada por Manu Baqueiro, Celia Vioque, Sara Rivero, Daniel Freire y Eva Isanta

Sara Rivero y Eva Isanta, en una escena de «El cíclope y otras rarezas de amor» Belén Díaz

JUAN IGNACIO GARCÍA GARZÓN

El juego de la rayuela, con sus idas y venidas y sus cruces, sirve como metáfora del deambular amoroso de los personajes de esta comedia agridulce de sentimientos, desórdenes y azares, en cuya semilla vibran también las referencias a la mágica y laberíntica « Rayuela » de Julio Cortázar , concretamente a su capítulo siete, según ha especificado Ignasi Vidal , que ha escrito y dirigido este entretenido nudo de historias cruzadas al que ha dado forma de juguete reflexivo sobre la caprichosa fuerza del destino.

«El cíclope y otras rarezas de amor» (***)

Autor y director: Ignasi Vidal. Escenografía: Curt Allen Wilmer. Iluminación: Sergio García. Vestuario: Beatriz Carballo. Música: Marc Álvarez. Intérpretes: Manu Baqueiro

Celia Vioque

Pedro ( Manu Baqueiro ), casado con Marta ( Eva Isanta ), con la que comparte una hija, se cita en un bar con Amanda ( Celia Vioque ), una antigua pareja, para constatar que ambos se siguen amando. Paz ( Sara Rivero ), empleada de una inmobiliaria donde también trabaja Marta, enseña un piso a Sergio ( Daniel Freire ), médico separado que busca un lugar donde abrir nueva consulta, y en seguida una irrefrenable atracción mutua se instala en sus corazones...

El juego arranca y los personajes se cruzan en el tablero de esta rayuela que invade también la ingeniosa concepción escenográfica de Curt Allen Wilmer , quien cubre el suelo del escenario con una serie de paneles rectangulares negros sobre los que, durante las transiciones, los intérpretes dibujan con tiza alusiones al lugar donde se desarrolla cada escena antes de poner en pie los precisos, convenientemente anclados, para configurar espacios, unos lugares invadidos por cierta sensación de precaria transitoriedad , me atrevería a calificar de líquida, como la naturaleza de las relaciones fluctuantes que les enlazan y pueden transformar sus vidas.

Una atractiva propuesta que transcurre con fluidez y se sigue con agrado, servida con expresiva naturalidad por unos actores bien sintonizados, que en ocasiones –ahí sería necesario algún toque de dirección– parecen ir por libre.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación