Lenny Kravitz: «Tengo la sensación de estar todavía al principio del camino»

A mediados de los 90 a la escena musical internacional le hacía falta un tipo como él. Glamuroso, sexy, desacomplejadamente comercial, Lenny Kravitz era capaz, al mismo tiempo, de lucir con credibilidad un impecable catálogo de referencias e influencias del rock y el soul más clásicos y respetables.

Arrancó con éxito sobresaliente con su espléndido primer álbum, «Let love rule», un disco de sonido eminentemente clásico con un puñado de canciones pegadizas y enormemente resultonas.

Kravitz vivió sus tiempos de mayor gloria precisamente con sus primeros discos. Sin embargo, siempre ha sabido ir actualizando su propuesta –sin despegarse demasiado del molde original- para volver puntualmente a las listas de éxitos con cada nuevo trabajo.

Ahora presenta en directo «Strut», un disco sugerente y burbujeante, pero también enérgico y directo: «Nunca me complico demasiado la vida a la hora de grabar –señala-, pero quizá con este ha sido todo más sencillo que nunca.

He grabado todo el disco con el mismo ampli, y utilizando muy pocos pedales. No hay trucos ni efectos, solo las guitarras sonando fuertes y crudas».

Como siempre, es fácil de adivinar el rastro de los Rolling Stones, Michael Jackson, Curtis Mayfield y otros grandes nombres de los sesenta y setenta: «por supuesto; todos ellos, y muchos otros, son grandes artistas que he escuchado desde niño y que forman parte de lo que soy como músico, pero eso es algo que le sucede a todo el mundo. Ellos mismos tuvieron sus maestros, gente de la que aprendieron. Y lo mismo sucede con la pintura o la literatura… nadie es capaz de sacarse un conejo de la chistera, de crear algo totalmente nuevo y original».

La clave es la habilidad y la personalidad para combinar esas influencias: «y la aportación de cada uno, claro. La forma de tocar, el estilo… todo eso son cosas propias que acaban dando como resultado algo diferente».

Otra marca de la casa es la utilización de equipos analógicos, algo que considera imprescindible: «puedes pensar que es absurdo grabar con material analógico si luego la gente lo va a escuchar comprimido en formatos mp3… pero para mí es fundamental, y creo que todavía hay un público interesado en escuchar los discos en vinilo, con un sonido mucho más profundo y natural. Lo veo con mi propia hija y sus colegas. A ellos les encanta el vinilo… quizá sean una minoría, pero, en lo que a mí respecta, mientras pueda seguiré grabando de esa forma».

Recién cumplidos los cincuenta años, Lenny Kravitz no quier ni oir hablar de echar la vista atrás o hacer ningún tipo de balance: «¡Pero si estoy empezando! En serio, tengo la sensación de estar todavía al principio del camino. Por supuesto que he hecho muchas cosas y he aprendido mucho, pero creo que me queda mucho más por delante. Y lo cierto es que me encantarñia no perder nunca esa sensación».

Una que sí perdió fue la de los nervios antes de un concierto: «no, hace muchos años que no me pongo nervioso. Hay otras sensaciones, como la excitación, pero lo cierto es que nunca me pongo nervioso por el hecho de tocar. Para mí, es algo absolutamente natural, y lo es tanto cuando lo hago tranquilamente en casa como cuando estoy ante unos cuantos miles de personas».