La actriz y dramaturga Ana Diosdado
La actriz y dramaturga Ana Diosdado - isabel b. permuy

Fallece en plena reunión de la SGAE la dramaturga y actriz Ana Diosdado

Popular por su trabajo en la serie de televisión «Anillos de oro», padecía desde hace un tiempo una leucemia crónica

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Ha tenido Ana Diosdado, una mujer vinculada al teatro desde la cuna, un dramático mutis. La dramaturga y ocasional actriz ha muerto esta mañana durante una reunión de la Junta Directiva de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE); allí sufrió un desvanecimiento y no fue posible reanimarla. Tenía 77 años y padecía una leucemia crónica desde hace un tiempo; además, el pasado año sufrió un derrame cerebral. Entre sus obras más destacadas figuran «Olvida los tambores» o «Usted también puede disfrutar de ella», aunque la verdadera popularidad le vendría de la mano de la televisión en los años ochenta, como guionista y protagonista de las series «Anillos de oro» y «Segunda enseñanza» –especialmente de la primera, uno de los grandes fenómenos de la historia de TVE–. La capilla ardiente quedará instalada mañana en la sede de la SGAE en Madrid, de 16 a 21 horas

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En mayo de 1938, Enrique Diosdado se encontraba en Buenos Aires con la compañía de Margarita Xirgu; el actor estaba casado con Isabel Gisbert, que dio a luz el día 21 a su hija Ana Isabel Álvarez-Diosdado. Sería su madrina la propia Margarita Xirgu. Solo tenía cinco años cuando salió por vez primera, para interpretar un pequeño papel en la obra «Mariana Pineda», de Federico García Lorca.

Vuelta a España

En 1950 su padre, y con él Ana, volvió a España; se había ya separado de Isabel Gisbert y se había vuelto a casar con la también actriz Amelia de la Torre. Ana Diosdado actuó junto a ellos en obras como «Así que pasen cinco años», también de Lorca, y estudió en el Liceo Francés de Madrid, primero, y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense. Allí se despierta su vocación literaria. En 2013, con motivo de la concesión del Max de honor, contaba que cuando le dijo a su abuelo paterno que quería dedicarse al teatro, éste le contestó: «¡Qué dices! En mi familia no ha habido nunca cómicos». «Yo tenía el teatro tan cerca, tan a mi alrededor –relataba la dramaturga fallecida a ABC–, que quise probar... Y escribí mi primera obra, pero sin intención de estrenarla. Se la di a mis amigos, que eran lógicamente del mundo del teatro, y fueron ellos quienes decidieron ponerla en pie. Y lo consiguieron. Ya eran profesionales, aunque entonces no estaba nada de moda ser joven, ahora sí. A partir de ahí... El veneno del teatro».

Aquella obra se titulaba «Olvida los tambores», y vio la luz en Zamora el 28 de junio de 1970; obtuvo con ellos los premios Maite y Foro. Antes, en 1965, publicó su primera novela y cuatro años después se presentó al premio Planeta con «Campanas que aturden», texto que no se llegó a publicar entonces.

Pero el teatro ha sido el hábitat natural en el que se desenvolvió la escritora Ana Diosdado. El 7 de septiembre de 1972 la compañía de su padre, Enrique Diosdado, y de Amelia de la Torre estrenaban su segunda obra, «El okapi», en el teatro Lara de Madrid. Era una pieza con un reparto de diecinueve actores, algo impensable hoy en día. A ella, sin embargo, no le gustó nunca ceñirse a las necesidades del mercado. «Si hace falta un personaje más, se escribe –decía en 2013–. Habrá quien tenga una mentalidad de mercado, pero yo no. Si tienes una vocación real, escribes lo que quieres; luego habrá quien te lo compre o no, pero debes escribir con total libertad».

Teatro

Tras «El okapi», un año más tarde, el 22 de septiembre de 1973, estrenó en el teatro Beatriz de Madrid «Usted también puede disfrutar de ella», con la que obtuvo el premio Fastenrath de la Real Academia Española «por la innovación en el lenguaje de los personajes». Llegaron después, entre otras –tenía más de cincuenta obras dramáticas registradas en la SGAE, de la que fue su presidenta entre 2001 y 2007–, «Los Comuneros» (1974), «Y de Cachemira chales» (1976)–, «Los ochenta son nuestros» (1988), sobre su novela homónima de 1986; «Camino de plata» (1990), «Trescientos veintiuno, trescientos veintidós» (1993), «Cristal de bohemia» (1996), «La última aventura» (1999) y «El cielo que me tienes prometido» (2015), una obra sobre Santa Teresa que ella misma dirigió. Como actriz, una labor que ejerció de forma discontinua, su último trabajo fue en el monólogo «Óscar o la Felicidad de Existir», de Éric-Emmanuel Schmitt.

Al tiempo que empezó su carrera como dramaturga inició también sus trabajos como adaptadora, con la versión de «A mitad de camino», de Peter Ustinov. Adaptó también «Casa de muñecas», de Ibsen, y «La gata sobre el tejado de zinc caliente», de Tennessee Williams. En sus ensayos conoció al actor Carlos Larrañaga. Se casaron por lo civil, y en secreto, en Londres, el 14 de abril de 1979, porque Larrañaga todavía estaba legalmente unido a la actriz María Luisa Merlo.

Pero fue la televisión la que le otorgó popularidad. Escribió y protagonizó cuatro series, pero fue «Anillos de oro», emitida por TVE en 1985, y que obtuvo varios premios en España e Hispanoamérica, la que convirtió a Ana Diosdado en un personaje querido y admirado en toda España. En 1998 TVE le encargó el diseño de una serie sobre Felipe II y Carlos I.

También estuvo unida a ABC. En 1988, en la renacida revista Blanco y Negro, Ana Diosdado colaboró con una serie de entrevistas en profundidad a distintos personajes.

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