Fotografía de Ana Frank
Fotografía de Ana Frank - EP

El árbol caído de Ana Frank que resurgió de sus cenizas al otro lado del Atlántico

«El castaño está en flor de arriba abajo, y lleno de hojas además, y está mucho más bonito que el año pasado», escribió Ana Frank desde ventana de su ático en Ámsterdam sobre un árbol que fue derribado en 2010 a causa de una tormenta

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Un brote del mítico Árbol de Ana Frank será plantado hoy viernes en el Parque presidencial Clinton en la localidad de Little Rock (Arkansas, EE.UU.) por el propio expresidente Bill Clinton. El pequeño árbol estará rodeado de paneles de cristal en los que se leerán diversas citas del Diario de Ana Frank. Con el paso de los años, el castaño de Ámsterdam que Ana podía ver desde su escondite en los dos años que vivió en clandestinidad (6 de julio de 1942 - 4 de agosto de 1944) se convirtió en un símbolo de libertad que, pese a perecer en 2010, crece al otro lado del Atlántico en forma de brotes.

«Ayer fue el cumpleaños de papá, papá y mama cumplían diecinueve años de casados [...].

El castaño está en flor de arriba abajo, y lleno de hojas además, y está mucho más bonito que el año pasado», escribió Ana Frank desde ventana de su ático en Ámsterdam. Desde allí –donde ella y su familia permanecieron escondidos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial–, Ana solo podía ver el cielo, los pájaros y un castaño, al que hace mención en tres ocasiones en su diario. Era concretamente un castaño de Indias que se encontraba situado en el centro de la ciudad de Amsterdam hasta que sucumbió en agosto de 2010.

El árbol se deterioró mucho con el paso de los años a causa de las infecciones de hongos y las polillas. Cuando empezó a existir riesgo de caída, el ayuntamiento de Amsterdam dictaminó que el árbol debía ser cortado el 20 de noviembre 2007, pero un juez emitió una orden temporal para detener la tala. Fue entonces cuando la Fundación Ana Frank y el vecindario desarrollaron un plan alternativo para intentar salvar el árbol que, al menos, consiguió que su legado perdurara. Los vecinos y simpatizantes formaron la «Fundación de Apoyo al árbol de Ana Frank» que se hizo cargo del mantenimiento del árbol y se encargó de trasladar retoños al otro lado del charco.

El 23 de agosto de 2010, el esperado desenlace alcanzó al árbol, que fue derribado por los fuertes vientos sufridos durante una tormenta. El tronco quedó cortado a una altura aproximada de un metro por encima del suelo. Cayó sobre una pared través de una pared del jardín y causó daños en la zona. El árbol se estimó que tenía entre 150 y 170 años de edad. Sin embargo, cuando el Árbol de Ana Frank sucumbió finalmente, la fundación ya había enviado, con la colaboración del vivero Bontehoek, 11 retoños a Nueva York. Después de haber pasado tres años en cuarentena, los pequeños arboles pudieron ser plantados en sus destinos definitivos en EEUU, entre los cuales se cuentan el del Museo Infantil de Indianápolis, el de Capitolio, en la ciudad de Washington, y a partir de hoy el del Parque Presidencial Clinton, donde se encuentra la biblioteca presidencial del exmandatario Bill Clinton.

Por otro lado, la fundación recogió castañas del árbol cuando se discutía su posible tala y las envió a numerosos colegios de todo el mundo para que las plantaran. Muchos lo consiguieron y cuentan ahora con un «descendiente» del original, entre ellos los que se encuentras en el Bosque de Ámsterdam, al sur de la capital, con 150 árboles plantados de la misma forma.

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