El acusado saliendo del calabozo hacia los juzgados.
El acusado saliendo del calabozo hacia los juzgados.
TRIBUNALES

La versión rocambolesca sobre «los otros» del parricida de Arcos

Isidro Sánchez le contó al juez y a la Guardia Civil que le mandaron asesinar a su hijo de ocho meses por un mensaje que le llegó al móvil

Mientras que al primer letrado que le atendió le dijo que había sido «un accidente», en sala mantuvo que le llegó una orden por el teléfono

Cádiz Actualizado: Guardar
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Tras su detención el pasado jueves el acusado de asesinar a su hijo de ocho meses en Arcos pasó la noche en los calabozos de la Policía Local del municipio. Isidro Sánchez no dejó de vociferar. Hablaba solo, se mostró en todo momento muy inquieto y decía cosas sin sentido.

El día de los fatídicos hechos, tras su arresto, comentó que el asesinato del niño no había sido intencional. Que la muerte había sido «un accidente». La autopsia confirmó que el bebé había fallecido por asfixia cuando presuntamente su padre le tapó la boca fuertemente para que dejara de llorar, asustado por los gritos y los golpes que supuestamente estaba recibiendo su madre.

Sin embargo esta versión no fue la que mantuvo ante la Guardia Civil ni ante la segunda letrada que le asistió -renunció al primer abogado de oficio que le tocó porque «tenían el mismo apellido»-.

Tampoco ante el juez. El acusado continuó admitiendo los hechos pero sorprendió a todos con una rocambolesca versión. Con el mismo discurso incongruente declaró que la madrugada del jueves se despertó, apagó el móvil y lo reinició. Así, mientras esperaba que se activara de nuevo el sistema le fueron apareciendo en la pantalla unos mensajes. «Los otros» le ordenaron que matara al niño, declaró.

Ante esta declaración y atendiendo a los primeros exámenes forenses que se le practicaron, el juez instructor ordenó que se le sometiera a un examen psiquiátrico antes de ingresar en la cárcel de Puerto 2, donde permanece.

Según fuentes judiciales, en la primera evaluación forense Isidro Sánchez se mostró «consciente y orientado», y no presentó «ni la más mínima apreciación emocional» sobre los hechos cometidos. Tras entrevistarlo y ante una actitud «bastante incoherente» el perito determinó que era necesario que al procesado se le hiciera un examen más exhaustivo por parte de un psiquiatra. Así el acusado fue derivado al Hospital de Jerez donde le atendió un especialista antes de ir a la cárcel. A Isidro Sánchez se le seguirán haciendo las pertinentes evaluaciones para confirmar si realmente el acusado sufre problemas mentales y actuó con sus capacidades volitivas alteradas.

Como se recordará los trágicos hechos ocurrieron la madrugada del jueves al viernes en la calle Adolfo Suárez de la localidad arcense. En el número 5 tenía lugar una fuerte discusión entre Isidro y su pareja, Sara, de 31 años, quien resultaba presuntamente agredida. El niño de ambos, de ocho meses de edad, fallecía, supuestamente a manos de su padre cuando éste le tapó la boca para evitar que siguiera llorando y alertara a los vecinos y a la Guardia Civil.

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