La brecha salarial marca un límite más difícil de rebasar que las fronteras físicas

Pocos son los que siguen creyendo que exista una paridad real entre los ciudadanos. Somos iguales ante Dios y ante la Ley... pero somos diferentes en todo lo demás. Es una verdad incómoda e indiscutible que se revela en cifras, estudios y estadísticas sobre el mercado laboral.

El número de mujeres con un sueldo inferior a los mil euros duplica al de hombres. El llamado «techo de cristal» aún no se ha roto porque existen diferencias en el acceso al trabajo y en la presencia femenina en los puestos directivos. La contratación sigue siendo más precaria y más temporal; la jornada es parcial frente a la completa. Además, el salario de una mujer que realiza la misma actividad es un 24% inferior de un hombre.

En el caso de Cádiz, la diferencia media es de 378,57 euros mensuales.

La realidad –objetiva y obstinada– se empeña en demostrar que la brecha salarial es real y que sobrepasa el ámbito de las desigualdades de género para entrar en el terreno de las diferencias en las empresas. Tener mismo puesto de trabajo y las mismas responsabilidades no implica una remuneración similar; tampoco es igual trabajar en país que en otro, ni en una gran empresa transnacional que en una ‘pyme’.

El salario medio andaluz es de 1.491 euros al mes y resulta un 25,3 por ciento más bajo que la remuneración media en la Unión Europea que alcanza los 1.995 euros, según el IV Monitor Anual Adecco sobre Salarios.

Si comparamos Andalucía y Alemania, la brecha salarial alcanza los 1.024 euros mensuales porque aquí el salario medio es un 40,7 por ciento menor que el de un alemán. Esta diferencia implica, por ejemplo, que un asalariado andaluz necesitará trabajar más de 20 meses para un ingresar una cantidad similar a la que generaría un teutón en un año.

El sueldo, la prioridad

El salario continúa siendo el factor principal a la hora de elegir una empresa en la que trabajar pero como diría el poeta, «aquellos maravillosos sueldos, esos, aún no volverán». El Gobierno calcula que la recuperación de los derechos de empleados públicos, concretamente la cuarta parte de la paga extra, el abono de días de permiso devengados y el 1% de aumento salarial, tendrá un coste total de unos 42 millones de euros. Las previsiones no son muy alentadoras ya que Andalucía no recuperará la riqueza por habitante que tenía antes de la crisis hasta fines del año 2019.