INDUSTRIA NAVAL

La plantilla de Puerto Real teme el desvío a Ferrol de más trabajo de los petroleros

El astillero gallego se enfrentaba a ocho meses de inactividad, que ahora cubrirá con la carga adicional gaditana

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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La plantilla del astillero de Puerto Real teme que la dirección de Navantia traslade más carga de trabajo de los petroleros a la planta gallega de Ferrol. El comité de empresa de la factoría gaditana se enteró la semana pasada por sorpresa de los planes que maneja la compañía para cumplir a rajatabla con los plazos de la obra. El contrato ente Navantia y el grupo vasco Ibaizabal para la construcción de cuatro petroleros con opción a dos más se firmó en julio de 2015, pero no fue hasta abril de este año cuando el contador se puso a cero con el corte de chapa de las primeras unidades. A partir de ese instante comenzó la cuanta atrás de los 23 meses acordados para la entrega de los barcos.

Sin embargo, el primer contratiempo sobrevino con la subcontratación de algunas secciones de los barcos. El precio, excesivamente bajo, no compensa, aunque se ha logrado salvar la primera de las cuatro unidades. No obstante, Navantia no quiere correr más riesgo con el resto y ha optado por repartir la carga de trabajo con Galicia.

La demora en la subcontratación de algunos bloques del segundo petrolero ha llevado a Navantia a tomar medidas que ayuden a garantizar la viabilidad del encargo y, sobre todo, a evitar nuevos retrasos. Así, la empresa decidió de forma unilateral desviar a Ferrol la construcción de una de las secciones más complejas del barco, Se trata de los bloques de mecánica, donde confluyen tuberías y maquinaria. Navantia ha tenido dificultades para subcontratar en la Bahía buena parte de estas complejas estructuras, debido al escaso margen de beneficio que deja la obra a la industria auxiliar. El precio marcado por el socio estratégico de Navantia en este proyecto, el astillero coreano de Daewoo, no resulta atractivo en absoluto para los empresarios gaditanos que, pese a todo, han tenido que adaptarse a las exigencias de la compañía y seguir adelante con los concursos abiertos.

Los márgenes de beneficio de la obra son igual de escasos en Puerto Real que en Ferrol. Cabe entonces preguntarse qué razones ha llevado a Navantia a forzar el traslado de la carga de trabajo. Distintas fuentes consultadas por este periódico en Galicia coinciden en señalar que el astillero ferrolano estará sumido en la inactividad a corto plazo y el encargo que viene de Puerto Real le servirá de puente hasta que en julio de 2017 arranque la obra de los dos Barcos de Aprovisionamiento en Combate (BAC) encargados por el Gobierno de Australia. La compañía insiste en que el motivo que ha llevado a reprogramar la obra de los petroleros obedece a criterios de operatividad.

De hecho, los sindicatos gallegos señalan que en reuniones mantenidos por el comité intercentros, donde se encuentran representadas todas las factorías, ya se aludió a la posibilidad de un desvió de carga de trabajo adicional de Puerto Real a Ferrol.

Las explicaciones no convencen en la Bahía. Los portavoces de los trabajadores del astillero de Puerto Real ha mantenido esta mañana una reunión plenaria para evaluar las consecuencias del traslado de la carga de trabajo. Así, el presidente del comité de empresa, Antonio Noria (CC OO), que no es un bloque sino tres de la sección de máquinas los que se han derivado a Ferrol, lo que representa el 15% de trabajo del segundo petrolero. Noria ha llamado la atención sobre lo que representan estos bloques, ya que son los más complejos del buque y los que más mano de obra necesitan, es decir, entrañan un valor añadido muy importante para el astillero

Navantia acordó que la obra de los petroleros se repartiría entre varias plantas. Así, la factoría de Puerto Real sería el epicentro, mientras que la de Ferrol asumiría ocho bloques de proa. Al final, la dirección de la empresa ha tenido que abrir más la mano y delegar también la construcción de los petroleros en el astillero de San Fernando, con el corte de acero de pequeñas estructuras. A Ferrol le encarga ahora una sección adicional, la de máquinas, para mantener la actividad en la planta y garantizar con ello los tiempos de obra que marca el contrato.

La decisión no se comparte en la Bahía y los empresarios, al igual que los trabajadores, sospechan que hay gato encerrado en esta reorganización de los flujos de trabajo. La patronal del metal de Cádiz mantendrá una reunión este martes con el ánimo de solicitar información y explicaciones a Navantia del desvío de carga de los petroleros. La plantilla de Puerto Real, por su parte, ha pedido la dimisión del presidente de la compañía, José Manuel Revuelta, por “irresponsable”, así como de los gestores del equipo de contratación de la obra.

Noria ha confirmado que representantes de la industria auxiliar gallega ya han visitado el astillero de Puerto Real para tomar nota de los nuevos encargos que asumirán en Ferrol.

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