Diez lugares donde despedir el sol en la provincia de Cádiz

Desde la fortaleza de Santa Catalina

Durante el verano, cientos de personas se reúnen cada atardecer para ver una de las puestas de sol más mágicas y fascinantes de la provincia de Cádiz. Música relajante suena desde alguno de los chiringuitos de la playa, mientras la enorme esfera naranja es devorada por las aguas. Las salinas de Sanlúcar, desde el Castillo de Santa Catalina, en la Sierra, en Montenmedio, o en los chiringuitos de Los Caños, Tarifa, Zahara o El Palmar, son algunas opciones para disfrutar del regalo del último rayo de sol.

El Castillo de Santa Catalina en Cádiz capital ofrece cada miércoles una cita para disfrutar de los últimos rayos de sol con el mar de por medio. Hasta el 17 de agosto los asistentes a este encuentro podrán disfrutar de pequeños conciertos de música clásica y flamenco totalmente gratuitos. Estas vistas desde la fortaleza gaditana son uno de los mayores placeres que el visitante no puede perderse si está de vacaciones en la ciudad.

Este miércoles 20 de julio, el ciclo cultural trae el ‘El Secreto’, un espectáculo de danza en telas guiado por los ambientes musicales creados por el músico y compositor Daniel Abad e interpretados por la bailarina Eva Escudier. Daniel Abad es compositor de multitud de obras de teatro como 'Noche libresca', 'Esta no es la historia de Antoñita la fantástica', 'La primavera de Lola', 'Los últimos días de una puta libertaria', 'Puerta en escena', 'Prometeo', 'El último pirata', 'La vaca Margarita', 'La ciudad Roja', etc. Y es también editor y creador de espacios sonoros: 'El monte del olvido', 'Espacio', 'Franco el retorno' y 'El aedo'. Y, Eva Escudier es bailarina profesional y se dedica desde hace varios años a la danza circense en la compañía andaluza Varuma Teatro.

A bordo de un barco

En Chiclana, un barco sale todas las tardes, desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, para ver cómo se pone el sol en torno a la silueta del islote de Sancti Petri. 'La Pepa Cádiz' parte del puerto y recorre el parque natural de la Bahía de Cádiz deteniéndose frente al islote donde la mitología cuenta que Hércules tenía su templo.

Si el héroe separó el continente europeo del africano, no es de extrañar que tuviera su santuario en esta isla que se encuentra a solo una milla de la costa y a 38 millas del estrecho de Gibraltar. En este punto, los viajeros absortos contemplan cómo el sol se desliza sobre la silueta del castillo.

El sol se oculta detrás de una fortaleza del siglo XVIII declarada como Bien de Interés Cultural (BIC). El castillo, baluarte defensivo contra los ataques de piratas, fue duramente bombardeado por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia y posteriormente en 1823 durante el segundo bloqueo francés. Otros de sus atractivos es un faro y en la antigüedad había un santuario. El paseo tiene una duración de una hora y el precio oscila entre los 6 y 12 euros, siendo más barato para los pequeños.

Además, Albarco.com ofrece también una ruta marítima por la ciudad de Cádiz recorriendo la Alameda, el Parque Genovés y llegando a la Playa de la Caleta, donde podrá disfrutar de uno de los mejores atardeceres de la provincia. La empresa indica que por condiciones adversas del mar, esta ruta puede tomar una alternativa por la Bahía de Cádiz.

Entre salinas

En la provincia de Cádiz no sólo la playa puede ser el lugar perfecto para encontrar la mejor puesta de sol. Las salinas de Proasal ofrecen una curiosa alternativa a la posibilidad de conseguir la mejor estampa del atardecer sobre Doñana.

La desembocadura del Guadalquivir es una buena opción para apreciar cómo cae la tarde entre el río, el mar y el parque natural. Todos los jueves, desde junio hasta septiembre, a las ocho de la tarde, se organiza una visita de dos horas a las salinas de Proasal. El precio es de 8 euros para adultos y 6 euros para niños mayores de 6 años.

A la luz de la luna llena

Muy cerca de las playas de Zahara de los Atunes y de los Caños de Meca se encuentra Montenmedio Arte Contemporáneo (NMAC), un parque de esculturas al aire libre donde se propone pasear por el bosque, empezando por la contemplación de la obra ‘Second Wind 2005’ de James Turrell al atardecer. Esta visita tiene lugar todos los días, excepto los lunes. Se recomienda llevar una linterna para ver las obras en el campo desde una nueva e inesperada perspectiva.

La obra de James Turrell está bajo el nivel de la tierra y a ella se accede por un túnel. Dentro te sorprende una stupa de piedra con una abertura circular por la que se ve el cielo. Una obra que adquiere mayor significado en la puesta de sol, porque se puede percibir el espectro de colores del cielo y la sensación de que este se encuentra al alcance de la mano.

Estas visitas tienen una duración de 45 minutos y se requiere tener, al menos, doce años. El aforo es limitado, por lo que es necesario hacer una reserva con al menos 24 horas de antelación, y el horario varía según el día. La entrada cuesta 30 euros, excepto los sábados, que cuenta con un precio especial de 15 euros.

La dunas de Bolonia

Las dunas de Bolonia junto a la playa y al conjunto arqueológico de Baelo Claudia es uno de los lugares más emblemáticos de la provincia. Cuando el sol no pega con fuerza, numeroso público sube la duna alta de Bolonia para contemplar los últimos rayos del sol sobre el mar.

Las vistas del Estrecho de Gibraltar son espectaculares a medida que cae el sol. Al igual que ocurre en Tarifa donde la estampa entre tablas de kitesurf en el agua es inigualable.

Desde los chiringuitos a pie de El Palmar

La enorme playa del Palmar, en Vejer de la Frontera, es un lugar donde disfrutar del ocaso después de haber agotado el día practicando surf o bodyboarding, ya que es el deporte más conocido del sur español y tiene fama internacional.

El arenal de 4.200 metros de longitud, de fina y dorada arena, tiene aguas muy limpias y de poca profundidad. Aunque no existen urbanizaciones, los hosteleros han sabido sacar partido a este regalo de la naturaleza y han montado distintos chiringuitos, como el famoso Origen Palmar Club, donde tomarse una copa o un refresco contemplando el final del día con música chill-out. El ambiente es joven y desenfadado.

Desde el faro de Trafalgar

Cuando el cielo se vuelve naranja y el sol empieza a despedirse, el lugar donde estar es el Faro de Trafalgar. Ubicado en los Caños de Meca, este enclave se encuentra en un excepcional entorno natural, entre la inmensidad del mar y el paraje natural de La Breña a su espalda.

Otro de sus atractivos es recordar in situ como en aquellas mismas aguas se libraron una de las guerras más importantes de la historia: la Batalla de Trafalgar (1805) donde los aliados cayeron derrotados bajo las órdenes del insigne almirante Nelson.

Desde allí, se puede capturar una de las mejores instantáneas de la costa de Cádiz. Además, otro de los atractivos de esta zona es que se puede apreciar perfectamente el litoral africano. En un paraje natural sin urbanizar, se extienden 7.800 metros de arena dorada y fina.

Es muy posible que las cañas de los pescadores se recorten en el cielo anaranjado de la tarde. Se encuentra muy cerca del Parque Natural de la Breña, donde se puede practicar senderismo y visitar sus impresionantes acantilados. Al sur, la zona del Faro de Trafalgar. De postal.

Atardecer en el Pinsapar

Caminar entre estos árboles gigantescos, que alcanzan los 30 metros de altura y con un porte majestuoso, con forma de candelabros enormes, es una experiencia única. Los últimos rayos del sol en la Sierra de Grazalema también toman su protagonismo en las postales de la provincia.

Desde el Mirador del Puerto del Boyar se puede capturar el mágico momento del atardecer entre montañas. Para los amantes de la naturaleza, disfrutar de los diferentes senderos que atraviesan la Sierra hasta contemplar como el sol cae, sigue siendo una atracción digna de disfrute. Una de las empresas que organiza este tipo de excursión es Turismo Rural Genatur. La ruta cuesta 10 euros y se realiza de 18.30 a 22.30 horas.

La playa de la Muralla, en El Puerto

Esta pequeña playa se encuentra en la zona de Santa Catalina, en El Puerto, al lado de Puerto Sherry. En uno de sus extremos se puede apreciar las ruinas de la muralla del Castillo de Santa Catalina, que fue uno de los puntos clave del sistema defensivo de la Bahía de Cádiz.

Esta pequeña cala está abrigada del oleaje y los vientos, por lo que es un lugar perfecto para los días en los que azota el levante. Además, desde la Muralla se puede seguir el paseo que va desde la playa de La Puntilla hasta Vistahermosa donde se pueden apreciar vistas espectaculares de la Bahía de Cádiz, sin desmerecer otras puestas de sol en otras playas portuenses como son Fuentebravía, El Manantial y el Cangrejo Rojo.

Las terrazas de los bares y restaurantes de Puerto Sherry se llenan cada atardecer de visitantes sorprendidos por estas maravillosas vistas de la Bahía gaditana. Es recomendable disfrutar de su paseo a la caída de la tarde. Además, se puede cenar y tomar una copa mientras se disfruta del momento más mágico de la tarde.

Desde el acantilado de la Breña, en Barbate

El contraste de colores entre las espesuras del pinar, las doradas arenas del acantilado y las aguas oceánicas recrean la vista durante todo el recorrido del sendero que recorre el borde de los acantilados marinos entre Barbate y Los Caños de Meca, en el Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate.

Se trata de una ruta lineal de algo más de seis kilómetros que serpentea por la cima del espectacular tajo de Barbate, desde donde se puede contemplar una de las instantáneas más hermosas del litoral atlántico que baña a la provincia de Cádiz.