Diez gaditanas comentan sus experiencias en el Día de la Mujer
Diez gaditanas comentan sus experiencias en el Día de la Mujer - LA VOZ
8-M: DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA

Diez mujeres de diez para el 8 de marzo

Una decena de gaditanas reivindica la lucha por la igualdad desde sus puestos de trabajo

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  1. «Hay mujeres más fuertes que muchos hombres»

    Susana Bermúdez, la única estibadora de la provincia de Cádiz.
    Susana Bermúdez, la única estibadora de la provincia de Cádiz. - Francis Jiménez

    Nervios de acero, fortaleza física y mental, resistencia, superación de miedos, la lucha contra el vértigo. Los estibadores, ahora en guerra por la defensa de sus derechos, se desenvuelven cada día con maquinaria pesada, 'jugando' con toneladas de peso y asumiendo riesgos extremos que no permiten el despiste. Un trabajo realizado tradicionalmente por hombres y precisamente ese mito se encarga de eliminar Susana Bermúdez (40 años), la única estibadora de la provincia de Cádiz.

    -¿Es usted la única estibadora de la provincia de Cádiz?

    -Así es. La única. En Algeciras no ha entrado ninguna y en el otro puerto, el de Cádiz capital, pues sólo estoy yo. Además, me he especializado en todas las maquinarias y llevo tanto la pala, la grúa, palas remontadoras, y también las más pesadas.

    -¿Y cómo lleva ser la única mujer en una profesión donde hasta su llegada sólo había hombres?

    -Pues mi trabajo me costó, porque me saqué la plaza en la tercera convocatoria, y luego tienes seis meses para demostrar tu valía y sacarte dos especialidades. Has de superar un examen teórico, psicotécnico y físico. Y las pruebas físicas son muy duras.

    -¿Quizás por eso, por la fuerza necesaria para desempeñar esta labor, apenas hay mujeres?

    -No tiene nada que ver. Para empezar, porque hay mujeres más fuertes que muchos hombres. Veo a las jóvenes de hoy en día practicando todo tipo de deportes, yendo al gimnasio, fuertes y capacitadas... El problema es que llevamos un atraso muy grande y desde pequeñas nos han inculcado que somos el sexo débil, al igual que debemos vestir el rosa y no el azul. ¿Y por qué? Veo cada día a mujeres muy arriesgadas, fuertes a nivel psicológico, y por suerte vamos avanzando.

    -Pero seguro que extraña que una chica realice un trabajo tan duro físicamente.

    -Yo siempre digo lo mismo: la máquina no la llevo cargando encima. Al final es un 'joystick'. Lo que debes es tener los cinco sentidos puestos, porque la maquinaria es peligrosa, trabajamos con toneladas y por mucha seguridad que exista se producen accidentes. Cualquier despiste es fatal.

    -¿Cree que existe discriminación en su profesión?

    -No. Ni siquiera me gusta la discriminación positiva, o que por fuerza haya paridad. Para hacer este trabajo, como imagino que todos los demás, tienes que valer. Yo cumplí con las pruebas de natación, carrera, equilibrio... como todos los demás.

    -¿Y cómo le tratan sus compañeros?

    -Muy bien, sólo puedo hablar bien de ellos. También porque me lo he currado, me he tenido que hacer respetar. Al principio costó un poco porque hay quien no sabe como tratarte, porque sólo han convivido con personas del mismo sexo, pero me hice el hueco. En estos 15 años he tenido tiempo para demostrar que puedo trabajar en un puesto así.

    -¿Nunca alguna mirada distinta, algún comentario fuera de tono?

    -Con mis compañeros no. Quizás con trabajadores de otras profesiones, hombres más mayores, y hasta lo veo normal. Me miran más y de manera distinta porque soy la única, y la diferencia llama la atención.

    -¿Hay alguna diferencia entre un estibador hombre o mujer?

    -Ninguna. Lo único que se necesita es estar preparado y que te guste. Las diferencias se marcaron en la infancia. Recuerdo que a mi hermano le regalaban los coches y a mí las muñecas, y en cambio me encantaban esos otros juguetes pero no podía jugar porque era una niña. Y soy muy femenina, que nadie se engañe.

    -¿Cree que en un futuro contará con más compañeras?

    -Ahora es difícil porque todo va creciendo muy lento y con la crisis no hay convocatorias. Pero estoy seguro de que ellas se irán incorporando, irán empujando. Yo las animo constantemente y creo que si me ven a mí se darán cuenta de que ¡claro que se puede! Sólo hay que abrir un poco más la mente.

  2. «Cuando estudiaba, en clase solo había cuatro mujeres de un total de 15 alumnos»

    Miriam Rodríguez Prieto, chef de Venta La Duquesa en Medina
    Miriam Rodríguez Prieto, chef de Venta La Duquesa en Medina - La Voz

    Miriam creció entre los fogones y las mesas de la Venta La Duquesa que regentan sus padres. Desde hace tres años está a cargo de su cocina tras formarse en la prestigiosa Escuela Hofmann de Barcelona. Se marchó lejos de su casa para aprender de los mejores y volver a Medina para colocar al restaurante en una de las ventas más famosas de la provincia de Cádiz.

    -¿Cuándo decidió dedicarse a la cocina?

    -Desde pequeña he trabajado en La Duquesa, haciendo de todo. Quise estudiar cocina porque era lo que más me gustaba, y de cara llevar el restaurante de mi familia como hago ahora.

    -¿Cómo fue su etapa de formación en Hofmann?

    -Primero estudié cocina en Jerez, pero quise ampliar conocimientos y me matriculé en el curso superior de cocina de la Escuela Hofmann, que es la única con un restaurante con estrella Michelin. Como también me interesaba la pastelería, hice simultáneamente los dos cursos, uno por la mañana y otro por la tarde. Estaba lejos de mi casa y tenía que aprovechar el tiempo. Algunos días salía a las nueve de la mañana y no regresaba de la escuela hasta las dos de la madrugada.

    -¿Por qué cree que hay más hombres en la cocina profesional?

    -Es algo que no comprenderé nunca, porque tradicionalmente la que ha cocinado siempre en casa ha sido la mujer. Cuando estudiaba, en clase sólo había cuatro mujeres de un total de 15 alumnos. La cocina es un oficio como cualquier otro, que hombres y mujeres pueden realizar al mismo nivel.

    -¿Crees que las mujeres aportan algo diferente a la profesión?

    -Somos mejores en los emplatados, más alegres, transmitimos más.

    -¿Cómo ves el futuro de las chefs?

    -Espero que se abra camino para las mujeres. Nosotros en La Duquesa siempre hemos tenido mujeres en las prácticas. Ojalá vaya a más y crezca el número de mujeres en las escuelas

  3. «En Carnaval hay algunos aspectos que mejorar, otros que cambiar y otros que erradicar»

    La cantante Milian Oneto es componente de la comparsa de Jesús Bienvenido.
    La cantante Milian Oneto es componente de la comparsa de Jesús Bienvenido. - LA VOZ

    El Carnaval de Cádiz y la mujer siguen acercándose cada año para trazar el mismo camino. Las voces femeninas crecen cada edición pero aún son pocas las que triunfan en un mundo dominado históricamente por el hombre. Casos como los de Milian Oneto hacen mirar al futuro con la esperanza de que la igualdad en este mundo sea real y efectiva. La componente de la comparsa de Jesús Bienvenido, primer premio del Concurso Oficial de Agrupaciones del Gran Teatro Falla, sigue siendo una excepción en la modalidad de comparsas, pero ha conseguido en estos dos años que su presencia no llame la atención más que su talento.

    -¿Cómo se ha sentido, como mujer, triunfando en un mundo de hombres, como es el Carnaval y especialmente, la modalidad de comparsas?

    -En ningún momento he sentido que éste fuera un mundo de hombres, como asumo que el día a día tampoco lo es. Convivimos mujeres y hombres y tenemos mucho trabajo que hacer, educando en igualdad. De ese modo, con naturalidad, iremos creciendo. Pienso que el Carnaval no es más que un reflejo de la vida misma, y como en el día a día, hay cosas que trabajar y cambiar. Y el triunfo es muy relativo. Para mí, el triunfo es entrar feliz a ensayar un repertorio, cada noche, con un grupo que se identifica con su autor y salir satisfecha con el trabajo que hemos realizado. Mirar a los ojos a un compañero y entendernos. Cuando eso ocurre, siento que estoy en el lugar y con las personas adecuadas. La complicidad en cualquier disciplina artística compartida, me parece el culmen de la obra en sí misma. Eso y que el público vibre con lo que tiene delante.

    -¿Pensó en algún momento, cuando Jesús Bienvenido la llamó, en decir que no por el hecho de ser mujer?

    -Yo no hago distinción de sexos, ni de ningún tipo. Lo que pensé cuando me llamó fue en el regalo que me hacía. Y lo que aún pienso a día de hoy es que no tendré tiempo ni manera de agradecer este regalo inmenso.

    -¿Cómo es la relación con los otros componentes: en el autobús, en los ensayos?

    -Es un grupo muy bonito, nos divertimos juntos, nos reímos, cantamos, compartimos un tiempo precioso. Los ensayos son una terapia para mí. Y mis compañeros, alimento para el alma.

    -¿Se ha sentido ofendida en algún momento de esta aventura por ser mujer?

    -No.

    -¿Cree que el hecho de haber formado parte de un grupo de primera línea podría abrirle las puertas a otras compañeras para integrarse en otros grupos de los punteros?

    -Creo que sólo ha costado un Carnaval que mi presencia en uno de los grupos más relevantes sea algo natural. Creo que poco a poco pueden darse pasos, como el que dio Bienvenido el año pasado. Creo que la decisión de Jesús de incluir una voz femenina puede ser precursora de cosas bonitas en otros grupos.

    -¿Considera que el Carnaval es machista?

    -Considero que es un reflejo de la realidad. De la vida y de lo cotidiano. Por tanto creo que hay algunos aspectos que mejorar, otros que cambiar y otros que erradicar. Pero también pienso que no todo lo que se está denunciando últimamente como machismo, lo es. Me parece que hay un pequeño sector que está condicionando, de alguna manera, la forma de expresar de algunos autores, y eso también es censura. La ironía en la que se basa nuestro humor, a través de la denuncia social, económica o política, en base a un personaje que se trabaja y se defiende, no puede estar supeditada a ningún tipo de condición. Cádiz, es cuna de la libertad, o eso dicen. Yo creo que se está potenciando una moda que en nada beneficia esta lucha necesaria contra los límites de género. Creo que, ahí, nos estamos equivocando.

    -¿Cree que se puede hacer algo más para que haya una participación más activa de la mujer en el Concurso?

    -Creo que es cuestión de tiempo, como casi todo. Y creo que llegará. Muy pronto no tendremos que hacer de estos hechos, noticia. Pero hasta entonces, caminaremos con la certeza de estar cambiando cosas necesarias para que las carnavaleras y carnavaleros venideros, sientan con naturalidad, que son una más de las piezas de este engranaje perfecto de cultura, tradición y arte.

  4. «Si ser árbitro ya es peligroso, ser mujer es un extra»

    María Domínguez Moya, árbitra de fútbol
    María Domínguez Moya, árbitra de fútbol - LA VOZ

    El fútbol es cosa de hombres. Presente negro. Y en este mundo que alberga tanto cafre resisten como pueden los 'villanos' que ya de por sí saltan al terreno de juego con una diana en la espalda. Dicen que los árbitros, como los toreros, están hechos de otra pasta. ¿De qué material entonces habrán creado a María, una chica de apenas 21 años que todos los fines de semana lidia sobre el pasto con morlacos de una subespecie humana que dista aún más de la animal?

    Esta portuense es la primera gaditana que ha ascendido de categoría al superar las pruebas físicas y técnicas. Estudia segundo de bachillerato pero su idea es hacer de su pasión, su profesión. Y para ello no sólo tendrá que superar barreras; tendrá que derribarlas.

    -¿Cómo es ser mujer y árbitro a la vez?

    -Es algo complicado, porque el machismo en el fútbol está muy presente. Además, si sólo por el hecho de ser árbitro uno ya corre peligro, ser mujer es un extra. En todos los partidos al menos un insulto machista siempre va a haber; escupen, amenazan, y yo he pasado verdadero miedo de que me fueran a pegar.

    -¿Qué es lo que se encuentra en el día a día?

    -Insultos y más insultos. El pasado domingo en Guadiaro un hombre me dijo que era una lástima que las violaciones no fueran legales. Y eso lo tengo que aguantar yo con 21 años. De cada partido salgo bien físicamente, pero psicológicamente a veces termino agotada, con dolores de cabeza y hasta ganas de llorar por culpa de estos energúmenos.

    -¿Todo sucede en la grada o también sobre el campo?

    -También hay jugadores machistas, que me dicen que no tengo ni idea de fútbol por ser mujer, pero hay otros compañeros que han salido en mi defensa. Eso sí, son menos. En cuanto al colectivo arbitral, nos tratan muy bien, pero es cierto que existe desigualdad porque se quiere fomentar el arbitraje femenino y se tiene un trato de favor con ellas. Soy de la opinión de que si quieres conseguir algo, te lo tienes que currar, sin importar el género. Hay chicas que ascienden sin hacer las pruebas y eso a los compañeros les molesta.

    -¿Y qué le motivo a ser árbitra de fútbol?

    Llevo toda mi vida jugando al fútbol pero me cansé, sabía que no me iba a dar nada más. Un amigo de mi padre me animó. Y es que amo este deporte, me gusta viajar, conocer gente, y ganas un 'dinerillo' para pagarte algunos caprichos. Pero lo mejor es la satisfacción de hacer bien el trabajo y que te feliciten por ello.

    -¿Cree que con ejemplos como el suyo y el de otras compañeros esta situación tan negativa puede cambiar en un futuro?

    -Queda mucho para alcanzar el respeto deseado. Sobre todo porque las mujeres deberíamos ser las que más nos apoyáramos, y resulta que la mayoría de insultos que recibo vienen de ellas. Que me tengo que quedar limpiando en casa, me dicen. Así, esto no podrá cambiar nunca.

  5. «En un futuro habrá más mujeres que hombres en las cofradías»

    Elisa Montero, hermana mayor de Expiración.
    Elisa Montero, hermana mayor de Expiración. - A. Vázquez

    El mundo cofrade cada vez se abre más y las mujeres han tomado protagonismo en los últimos años. Aunque siempre han estado ahí ahora es cuando asumen puestos de responsabilidad. Es el caso de Elisa Montero, hermana mayor de Expiración desde hace unos meses. Esta gaditana lleva desde pequeña unida a la cofradía. Su padre le guio y le enseñó todo lo que sabe para poder afrontar un reto que no le asusta porque lo importante es que se siente preparada.

    -¿Cómo lleva ser hermana mayor de una cofradía?

    -Es verdad que es un mundo de hombres porque sin ir más lejos cuando vamos a los plenos somos solo cuatro mujeres. Pero lo llevo bien porque no me he sentido desplazada ni mal vista y en la cofradía igual. Siempre se me ha tenido en cuenta. No veo ninguna diferencia en ser hombre o mujer para esto. La diferencia es que somos pocas pero porque todavía quedan mujeres por dar el paso. En la cofradía siempre ha habido igualdad entre mujeres y hombres. Mi padre me enseñó y si por ejemplo he tenido que montar el paso, pues lo he hecho.

    -¿En el día a día ha encontrado algún problema?

    -Ninguno. Me encuentro que siempre estoy rodeada de hombres pero desde que he entrado en este mundo me han acogido todos muy bien. Nunca me he encontrado ninguna pega y nunca me han dicho nada.

    -¿Por qué faltan mujeres en cargos de responsabilidad en el ámbito cofrade?

    -Creo que falta por tradición. Porque siempre las cofradías han estado formadas por hombres y las mujeres siempre han estado de acompañantes, en segundo plano.... Sin embargo ahora esto cambió, aunque aún queda la mentalidad de que la mujeres no son protagonistas ni están en primera linea. Ahora ya somos más mujeres las que cogemos estos cargos o formamos parte de la junta de gobierno... Las mujeres siempre han trabajado y gracias a ellas han salido adelante las cofradías en todos los ámbitos.

    -¿Cómo ve el binomio mujer-cofradía en el futuro?

    -Hace unos años las mujeres ni podían salir de penitentes, ni votar, ni formar parte de una junta... y esto ha pasado hace no mucho tiempo. Creo que ahora se ha cambiado bastante y se cambiará más. Ya no es cuestión de ser hombre o mujer también es cuestión de verte preparado para dar el paso. En los grupos jóvenes se ve igualdad o incluso hay más niñas que niños así que yo creo que en un futuro habrá más mujeres que hombres. Espero que las mujeres que ahora estamos seamos un ejemplo para las jóvenes.

  6. «Cuando ven a una mujer piensan que es más débil»

    Rosario Capurro García, Vigilante de Seguridad Privada
    Rosario Capurro García, Vigilante de Seguridad Privada

    Su presencia impone pero su mirada revela una mujer cercana y vivaracha a la que los amigos conocen como Chari. Esta gaditana luchadora y reivindicativa se crece ante las dificultades y no duda en ofrecer su ayuda y «echar un cable» a todo aquel que lo necesite.

    -¿En qué trabaja y cómo llegó hasta aquí?

    -Soy Vigilante de Seguridad Privada desde hace cinco años. Después de quedarme en el paro decidí hacer el curso de 3 meses de preparación en una academia, para poder presentarme a los exámenes de pruebas físicas y teóricas con la Policía Nacional que te habilitan como Vigilante.

    -¿Cuáles han sido las mayores dificultades que ha tenido que superar?

    -Lo cierto es que no he tenido muchas dificultades ya que en este sector no hay muchas mujeres. Quizá la mayor dificultad sea la escasez de trabajo, pero por desgracia es algo general en todos los sectores.

    -¿Cómo es la relación con sus compañeros de trabajo? ¿Y con el público?

    -Mi relación con los compañeros y compañeras es buena y cordial, por suerte nos consideran uno más del equipo, al fin y al cabo todos hemos hecho las mismas pruebas y exámenes. Todos somos iguales.

    Tratar con el público es un poco más difícil, ya que cuando ven a una mujer piensan que eres más débil y por supuesto intentan avasallar antes a una mujer que a un hombre.

    -¿Por qué cree que hay menos mujeres en su profesión?

    -En gran parte creo que se debe a que no reúnen las condiciones físicas que se exigen como por ejemplo la estatura, el grado de estudios y pasar el examen físico con la Policía Nacional. Por otra parte, porque piensen que es un trabajo con riesgo de peligrosidad y ciertamente en ocasiones lo es.

    -¿Tiene problemas para conciliar vida laboral y personal?

    -En esta profesión es complicado conciliar la vida familiar porque tienes largos turnos laborales de mañana, tarde o noche y cuando llegas a casa la jornada continúa ya que hay que ocuparse de los hijos, la casa, la compra, etc. En consecuencia, merma el tiempo de descanso y también el que puedes dedicar a tus hijos.

    -¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

    -De mi profesión me gusta el trato constante con el público y que puedo ser de utilidad para las personas velando por su seguridad y bienestar. Además no existe la monotonía ya que cada servicio es diferente. Sobre todo me quedo con la satisfacción de terminar mi jornada laboral habiendo hecho un buen trabajo y que no haya habido incidentes.

  7. «Entre compañeros nos apoyamos y siempre me han considerado uno más»

    Juani Torres Camacho, conductora de ambulancias
    Juani Torres Camacho, conductora de ambulancias

    La vocación de servicio es una de las cualidades que suelen tener las personas que trabajan en el ámbito sanitario. Juani ha logrado aunar esta predisposición para ayudar con el oficio de conductora de ambulancias. Trabaja como Técnico de Urgencias en Alcalá de los Gazules, un oficio muy exigente porque requiere estar disponible 24 horas al día y tratar con eficiencia, seguridad y cariño a los pacientes que dependen de su pericia para ser trasladados.

    -¿Por qué se decidió a trabajar como conductora de ambulancias?

    -Me hubiera gustado estudiar Enfermería porque siempre me ha apasionado la rama sanitaria. Al final estoy trabajando en el cuidado a personas, aunque sea más indirectamente. Llevo ya más de doce años trabajando en Ambulancias Barbate y estoy muy contenta. Actualmente, se necesita tener el título de Técnico en Emergencias Sanitarias que es un Ciclo Medio que dura dos años, pero el personal que tiene experiencia en el sector puede trabajar con una acreditación y una habilitación que facilita el Ministerio de Educación.

    -¿A qué reto se tiene que enfrentar en su día a día?

    -Como en todo hay que ir adquiriendo destrezas y demostrar que puedes realizar el trabajo correctamente. Al principio puede que exista algún recelo pero con el tiempo te ganas la confianza y te encargan tareas de mayor responsabilidad.

    Dependiendo del tipo de emergencia, la coordinadora de la sala de control del 061 nos indica el tipo de dispositivo que se necesita, si podemos ir solos o si debemos acudir acompañados para atender correctamente al paciente. Hay ocasiones que no llevamos camilleros y tenemos que manejar solos la silla de dotación, subir o bajar pesos... por eso es necesaria la formación pero más vale maña que fuerza. Lo más importante es la vocación.

    -¿Cómo es la relación con sus compañeros de Ambulancias Barbate y con los pacientes que atiende?

    -Entre compañeros nos apoyamos y siempre me han considerado uno más. No he encontrado ninguna dificultad en ese sentido, ni me han dejado de lado por ser mujer.

    -¿Qué le aporta su trabajo?

    -Trabajar en Urgencias tiene dos caras. Por una parte es muy agradecido porque cualquier gesto o palabra supone mucho y es muy valorado por pacientes y familiares. Por otra parte, también puede llegar a ser muy duro por las circunstancias.

    -¿Es posible compaginar la familia y el trabajo?

    -Las jornadas en Urgencias son de 24 horas pero si trabajas en el sector de Programados hay turnos de mañana, tarde y noche. Esto te obliga a tener todo bastante cuadriculado. En mi caso es más sencillo porque no tengo niños pero al final te adaptas.

  8. «Este día simboliza cómo ha mejorado la sociedad y lo que nos cuesta lograrlo»

    María José Cano, presidenta provincial de CSIF Cádiz.
    María José Cano, presidenta provincial de CSIF Cádiz. - LA VOZ

    La lucha sindical nos tiene acostumbrados a una imagen recurrente. La del dirigente enfundado en su mono que megáfono en mano va lanzando sus proclamas. El megáfono, cómo no, se apoya en un poblado bigote o una generosa barba. Sin embargo, cada vez son más las mujeres que capitanean la lucha obrera, sobre todo, porque saben que ellas son las que aún deben luchar más para lograr la igualdad de derechos. María José Cano (San Fernando, 1969), presidenta provincial de CSIF, lamenta que pese a que se le está dando más visibilidad a la situación de la mujer en las empresas, aún queda mucho camino por recorrer.

    -Es usted mujer y presidenta de la sección provincial de un sindicato, supongo que la fecha del 8 de marzo la vivirá de una manera especial.

    -Lo cierto es que sí. Personalmente lo vivo como un día muy importante, como un símbolo de los avances y cambios que se han producido en la sociedad española y de lo que ha costado lograrlo.

    -¿Los sindicatos siguen siendo otro sector eminentemente masculino?

    -Sin ninguna duda. Es algo que se da en todas las centrales sindicales, aunque haya excepciones y en algún sindicato haya puestos de responsabilidad regional que ocupan mujeres. Pero tanto en la parte visible de los sindicatos como en los comités de empresa de las empresas sigue habiendo muchos más hombres, aunque esto último está cambiando.

    -¿Se nota mucho este machismo que queda en la sociedad a la hora de reunirse con representantes de las empresas?

    -Es que precisamente en las empresas privadas es donde se dan las mayores desigualdades. Es en el sector privado donde más se visualiza la brecha salarial entre géneros. Y no sólo ahí: en todos los niveles se percibe esta discriminación (ascensos, posibilidad de conciliación). Por mucho que se diga lo contrario, aún no se ha logrado la igualdad.

    -¿Cuáles son los principales problemas a los que se sigue enfrentando la mujer en el mundo laboral?

    -Fundamentalmente, la brechas salarial, el desequilibrio entre la vida profesional y personal (ya que la sociedad sigue demandando más a la mujer en el aspecto familiar), el acceso a las oportunidades profesionales (el hombre sigue teniendo más facilidades para acceder a cargos directivos que la mujer), el acoso en el lugar de trabajo y el impacto de la maternidad en su carrera profesional.

    -Su sindicato se ocupa en buena parte de los funcionarios, ¿es mejor la situación del funcionariado respecto a estos problemas?

    -Sí, qué duda cabe. Al menos, a la hora de acceder al empleo y los sueldos son los mismos, si bien en el resto de factores que antes comentábamos se sigue notando esa desigualdad. En la administración, afortunadamente, no se da el despido a causa del embarazo, como sigue pasando en la empresa privada. Aún así, las funcionarias siguen teniendo muchos problemas para conciliar la vida personal y la laboral

    -¿Cuáles cree que son los retos inmediatos en materia laboral para las mujeres?

    -El reto inmediato pasa por la concienciación de la sociedad. Tanto políticos como empresarios y, por supuesto, los propios sindicalistas, debemos asumir la lucha por ese trato igualitario a la mujer. En definitiva, el gran reto es el de aumenta la implicación.

  9. «Al que estás ayudando en un incendio le da igual que seas hombre o mujer»

    Aída Romero es una de las veteranas del parque de bomberos gaditano
    Aída Romero es una de las veteranas del parque de bomberos gaditano - LA VOZ

    Aida Romero iba realmente para policía local. O al menos esa fue su idea inicial. Hasta que a ella y a su amiga Lola con la que fue a inscribirse para optar a una plaza les dijeron que tenían que medir mínimo 1,65. «No dábamos la altura. Entonces me dijo mi amiga si lo intentábamos en bomberos. 'Estás loca', le dije, '¡qué va! Así abrimos nosotras las puertas', me contestó. Y desde entonces -hace unos 25 años-, estas pioneras en un mundo bastante estereotipado forman parte del parque de Cádiz donde hay cinco bomberas mujer frente a unos sesenta hombres. «Es duro pero estamos muy integradas y hacemos lo mismo que todos ellos».

    -¿Cómo es ser bombera y mujer?

    -Es un poco difícil pero ya estamos muy integradas. Desde que entré a ahora ha cambiado todo mucho. Recuerdo cuando me quedé embarazada y estuve trabajando hasta de siete meses y medio. También crearon los baños para mujeres que no existían y se pasaba regular la verdad, pero el trabajo siempre ha sido el mismo.

    -¿Existe diferencia en el trato de los compañeros hombres hacia vosotras?

    -La gran mayoría nos acepta perfectamente. Sólo ha habido casos excepcionales de conductas más machistas y algunas han venido de jóvenes que me ha impactado más porque siempre piensas que son más abiertos. Me trataban como si me tuviera que estar examinando continuamente pero yo les decía 'oye, que yo ya me examiné hace mucho tiempo'.

    -¿Y en cuanto a la fuerza física cómo lo lleváis?

    -Entiendo que ellos tengan más fuerza pero no tienen por qué tener más luces. No me he sentido desplazada en ese sentido. Cargo todo el peso como ellos y roto por todos los puestos. No le tengo miedo al fuego y los superiores siempre me han tratado fenomenal y me han dado mi sitio. Todos los días voy muy a gusto a trabajar.

    -Y la gente, ¿ha habido algún caso de alguien que se haya sorprendido en alguna intervención al ver que eras mujer?

    -Bueno, vamos tapados con el casco, pero al que estás ayudando yo creo que le da igual que seas hombre o mujer. Sí recuerdo una vez que conducía yo el camión y dejé pasar a una señora. Me reprochó que estuviera llevando un camión y no cuidando de mi casa. Me dolió porque fue una mujer la que lo dijo, pero eso fue excepcional.

    -¿Y por qué hay tan pocas bomberas?

    -Porque es muy duro. Estuve siete años entrenándome y estudiando para poder tener una plaza y a diario sigo con el ejercicio para poder estar a la altura. A diferencia de otras profesiones como policía, en Bomberos no hay plazas diferentes para hombres y otras para mujeres. Aquí tienes que competir con ellos. Pero aún así, animo a las mujeres a que lo intenten. Son necesarias. Tienen que atreverse a presentarse para que no sea un mundo de hombres solo. Cuando lo logras vale muchísimo la pena.

  10. «Muy pocas veces no se han querido montar en mi taxi por ser mujer»

    Silvia Molinillo disfruta al volante de su taxi
    Silvia Molinillo disfruta al volante de su taxi - LA VOZ

    Existe esa leyenda urbana del cliente impertinente que se niega a montarse en un taxi porque lo conduce una mujer, contradiciendo a las estadísiticas y a las aseguradoras sobre la habilidad de las féminas al volante. Se puede encontrar, pero es una 'rara avis', como asegura Silvia Molinillo (42 años), taxista gaditana que disfruta al volante de su vehículo, donde incluso ha podido hacer grandes amistades. Aunque las chicas no abundan, queda meridianamente clara la diferencia entre un hombre y una mujer a la hora de desempeñar este trabajo: ninguna.

    -¿Cómo llegó a ser taxista?

    -Me planteé ser taxista por la libertad de horarios que me daba para poder organizarme el trabajo con mis hijos y porque el trato con el cliente y conducir me encanta.

    -¿Encuentra dificultades en su trabajo por ser mujer?

    -Para nada, absolutamente ninguno; es un trabajo que perfectamente podemos hacer indistintamente si eres hombre o mujer. Además, en este trabajo tenemos el mismo sueldo, jajaja.

    ¿Cómo es su relación con los compañeros? ¿Y con los clientes?

    -La relación con los compañeros es buena. No hay ningún problema por ser mujer, todo lo contrario.

    Con los clientes igual, aunque sí que he tenido que aguantar (pocas veces) a clientes que por ser mujer no se han querido subir. Su comentario suelen ser que las mujeres estamos para otra cosa. Pero repito, pocas veces. En once años que llevo me habría pasado unas cuatro o cinco veces.

    -Normalmente la mujer que trabaja fuera de casa tiene que seguir ocupándose del hogar, los niños... ¿Cómo es su día a día? ¿Tiene problemas para conciliar?

    -Por lo general sí, aunque ahora mismo mi marido está en paro y nos organizamos muy bien para que yo pueda dedicarme al taxi. En estos momentos no tengo ningún problema de este tipo.

    -¿Alguna anécdota divertida? ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

    -Pues anécdotas tenemos de todos los gustos, para escribir varios libros. Lo que más me gusta de este trabajo es la gente tan increíble que puedes conocer y las grandes amistades que puedes hacer. He llegado a visitar Suiza porque una cliente/amiga me llevó a conocerlo con mi hija. Fue increíble la experiencia.

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