Dos de cada tres ataques a personal sanitario se cometen contra mujeres

Hace unos años, era raro el día en que no aparecía en los medios de comunicación el caso de un sanitario que había sido víctima de una agresión física por parte de un usuario molesto. Esa situación en los últimos meses parece haberse encauzado, según constatan desde los sindicatos sanitarios. La causa de que hayan descendido estas agresiones (que no las denuncias) son las medidas preventivas y el endurecimiento de las penas judiciales.

Aún así, el número de denuncias es de dos más, en toda Andalucía, que durante el año 2015. Y lo que es más triste, la mayor parte de agresiones, a tenor de las denuncias, se comete contra mujeres. concretamente, dos de cada tres.

Concretamente, según el sindicato de Enfermería Satse (el Colegio de Médicos ha anunciado que este jueves, Día Nacional contra las agresiones en el ámbito sanitario, dará a conocer sus datos), la provincia de Cádiz sufrió 28 agresiones físicas a sanitarios durante el año pasado.

En una nota, la central sindical indica que ha alertado que más de 200 profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) fueron víctimas de alguna agresión física en el ejercicio de sus funciones durante el año 2016. Aunque sigue siendo «un número elevado», Satse valoró que en los últimos años «se haya frenado el crecimiento» de este tipo de actos violentos contra profesionales de la sanidad andaluza, hecho que vincula al incremento de las medidas preventivas y el endurecimiento de las penas judiciales.

Además de las 28 agresiones físicas registradas en la provincia de Cádiz, los datos del registro de agresiones del SAS indican que en el año 2016 se contabilizó un total de 206 agresiones físicas a trabajadores de la sanidad andaluza, dos más que en 2015. Por provincias, según los datos recopilados por Satse, fue Málaga la más afectada con 48 casos, seguida de Córdoba (33), Sevilla (30), Almería (22), Granada (16), Jaén (15) y Huelva (14).

Eso sólo en lo que se refiere a las agresiones físicas. En las verbales se tiene constancia de 794 agresiones frente a las 731 que se contabilizaron en el periodo anterior. Sin embargo, que se haya incrementado la cifra ha sido valorado de manera positiva por el sindicato, que lo vincula a «la mayor sensibilización de los profesionales sobre la importancia de denunciar conductas de esta índole».

Hay que recordar que dentro de la categoría de agresiones verbales se incluyen las amenazas, las injurias y las coacciones. Dentro de la provincia, según los datos que maneja Satse (que cita, a su vez, al Servicio Andaluz de Salud), se produjeron 106 agresiones verbales.

Tanto en este número de agresiones no físicas como en el de ataques verbales, llama la atención que Cádiz es la quinta provincia en número de denuncias pese a ser la tercera en población. Lo que llama tristemente la atención es que las receptoras de estos ataques suelen ser, en demasiadas ocasiones, las mujeres. De hecho, según indica esta formación sindical, del total de las 134 agresiones que se produjeron en la provincia, 88 fueron dirigidas hacia mujeres, lo que supone un 66%, lo que supone la extensión de la lacra machista también a este ámbito profesional.

Causas y prevención

Satse ha entrado a valorar cuáles con las causas que motivan las agresiones. Según indica, un 30,37% son consecuencia del desacuerdo con el trato o conducta del profesional y un 22% no tuvieron una causa aparente. Muy alejados están otros motivos como demandar una prestación (9,59%), disconformidad con el tiempo de atención en el centro (7,99%) o demandar un tratamiento distinto al prescrito (7,29%), por citar las causas más repetidas.

Pese al aumento de las denuncias, Satse incide en el funcionamiento de las medias preventivas que se han puesto en marcha, entre las que destacan las numerosas campañas de sensibilización de las administraciones y los colectivos profesionales y el endurecimiento de las penas.

Según ha subrayado Satse, el sindicato «aboga por una ley que garantice la adecuada protección y asistencia jurídica de los sanitarios, así como la cobertura de su responsabilidad civil en relación con los hechos que se derivan de su ejercicio profesional, tanto dentro como fuera del centro sanitario». También defiende que se regule la adopción de medidas cautelares o provisionales en el centro sanitario como consecuencia de una conducta de este tipo contra un profesional.

Y como suele suceder en estos casos, la central sindical ha animado a los profesionales sanitarios a que denuncien cualquier tipo de agresión que puedan sufrir, «ya que es el mejor elemento para disuadir a posibles agresores».