El verano de Cádiz pierde solera

Hay adolescentes que ni siquiera saben que Cádiz tenía una especie de feria, llamada Velada de los Ángeles, donde los gaditanos disfrutaban de las noches de verano al ritmo de los compases del flamenco y el Carnaval. Esos mismos jóvenes, que probablemente disfruten este año de los últimos latidos de las barbacoas del Trofeo Carranza, tampoco conocieron el esplendor del propio Trofeo, cuando el fútbol ganaba por goleada a las playas, y pasará mucho tiempo hasta que por fin puedan disfrutar de una programación de conciertos en su teatro de verano, el Pemán.

Cádiz pierde sus tradiciones a medida que la sociedad se transforma, al ritmo que las arcas públicas airean sus números rojos y al compás de una legislación cada vez más exigente.

De una u otra forma, el verano de la capital gaditana pierde solera. Y no solo eso, sino que cada año son menos las alternativas de ocio que oferta un periodo estival impropio de una ciudad turística.

«Estábamos un día en la peña y alguien recordó las antiguas veladas que se hacían por las plazas de Cádiz a finales del siglo XIX. Habíamos entablado ese debate porque queríamos hacer algo nuevo, algo con el sello de Los Dedócratas. Y así surgió la idea de recuperar esa celebración, a la que llamaríamos Velada de los Angelitos», explicaba con añoranza Horacio Gutiérrez, socio fundador de la entidad gaditana que recuperó el evento en 1985 y que por entonces solo se centraba en la Plaza de San Francisco. Fue Carlos Mariscal, concejal de Fiestas del Ayuntamiento gobernado por el líder socialista Carlos Díaz, quien decidió hacerse con la organización del evento y trasladarlo a un espacio más grande.

«Primero fue en San Carlos, pero también pasó por Santa Bárbara y por la Punta de San Felipe. Se colocaron casetas como si fuera una feria y más de veinte entidades nos instalábamos allí todos los años. Al principio todo fue genial, recuerdo que los primeros años ni se podía entrar en San Carlos, pero después comenzó a desvirtuarse y perdió el sentido de fiesta que nosotros le quisimos dar. Tampoco se le cuidó. Por último, el alumbrado era peor que algunas fiestas de barrio», explicaba Horacio Gutiérrez.

Así lo reconoce el propio Carlos Díaz, el que fuera alcalde de Cádiz y el principal responsable de la recuperación de la Velada, que estuvo vigente hasta el año 2003, cuando la alcaldesa del PP, Teófila Martínez, decide poner punto final ante la falta de interés de las entidades de la ciudad.

«Han evolucionado los gustos de la gente joven y por eso también se han ido perdiendo celebraciones que antes tenían interés y ahora no las tienen», puntualiza el propio Carlos Díaz, el alcalde que vivió en primera persona al frente del Ayuntamiento de Cádiz los mejores momentos del Trofeo Carranza, el Pemán o la recuperación de la Velada de los Ángeles. «Al Pemán conseguimos que vinieran los artistas más conocidos y siempre estaba lleno. Era una de las principales citas del verano. En este caso, yo creo que es necesario recuperar este emplazamiento», apuntaba en relación al cierre del teatro de verano de la capital hace ya seis años y cuyas obras se encuentran estancadas.

No obstante, parece que hay un rayo de esperanza en relación a esta infraestructura, ya que los presupuestos aprobados recientemente por el equipo de Gobierno de ‘Por Cádiz sí se puede’ contemplan una partida de 700.000 euros para ejecutar la segunda fase de un proyecto que fue redactado por el anterior Gobierno del PP, que solo llevó a cabo una primera fase.

Carlos Díaz, sin embargo, considera que también faltan alternativas ante el cambio de los gustos de las nuevas generaciones y que podrían paliar la falta de interés por eventos que se habían convertido en citas ineludibles en el pasado. «Habría que buscar alternativas de ocio porque es imprescindible que una ciudad turística como Cádiz mantenga una intensa actividad veraniega. Por ejemplo, se podría celebrar en verano el Festival Internacional de Teatro (FIT). Se podrían hacer representaciones y pasacalles por las plazas de Cádiz, como hacen otros festivales de éxito como los de Edinburgo o Aviñón», comentó el ex regidor, que también recuerda otros eventos que tenía el verano de Cádiz y que han desaparecido, como los grandes conciertos del Carranza o los festivales de flamenco que tenían lugar en el Parque Genovés.

También podría ser este año el último de las barbacoas del Trofeo Carranza, ya que el equipo de Gobierno ha anunciado que después de la celebración de esta edición se hará una consulta popular para determinar el futuro de la misma. Sin embargo, pocas alternativas se barajan para su gran torneo, el Trofeo Carranza, que en esta última década ha constatado su evidente declive. Los equipos que participan en el que era el principal torneo veraniego de España cada son de menor categoría y la asistencia al estadio es mínima.

Además, a la pérdida de estas tradiciones, se sumará este verano la suspensión de dos eventos deportivos que se habían convertido en una cita ineludible en las playas de Cádiz. Se trata del campeonato de fútbol playa, que ha cambiado de sede, trasladándose a Valdelagrana, y del campeonato de balonmano playa.

En este caso, solo está garantizada la celebración de La Liga de verano que organiza el Club Gades. Su entrenador , Javier Mayo, asegura que el Ayuntamiento aún no les ha concretado su colaboración en los otros dos grandes eventos: la Copa de Apertura o Torneo Romero Rube y el Trofeo Carranza. «Parece ser que la Copa Apertura no se va a hacer. Era en junio y el club no puede costear todos los gastos, así que la damos por perdida. En el caso del Trofeo, que lleva ya 24 años haciéndose, parece que algo se va a hacer, aunque creemos que no con el mismo formato. Eso sí, si se hace será con menos presupuesto que el que teníamos hasta entonces», aclaró el entrenador.

‘Palo’ para la hostelería

La eliminación de todas estas celebraciones y actividades suponen no solo la falta de alternativas de ocio para la ciudad sino también la pérdida de recursos económicos, ya que los hoteles y negocios se benefician de la presencia de público en las calles y en la ciudad. Así lo constata el presidente de la Patronal de Hostelería, Antonio de María, que critica esta situación. «A día de hoy ni siquiera sabemos cómo va a ser el programa de verano porque nadie del Ayuntamiento de Cádiz nos ha informado.

Evidentemente, la gente que viene a Cádiz de vacaciones, viene con la intención de pasarlo bien, así que la falta de alternativas de ocio es un problema», apuntó el profesional del sector, que añadió: «El gasto en turismo es inversión, y lo que puede pasar es que si no se invierte, el año que viene vendrá menos gente». De hecho, ya el pasado año, numerosos empresarios se quejaron por la falta de público y clientes en las noche de verano. Por eso, no será extraño que este año volvamos a ver decenas de autobuses llenos de jóvenes con destino a otras localidades de la provincia en busca de diversión.