La presidenta provincial, Irene García, con el vicepresidente andaluz Manuel Jiménez Barrios.
La presidenta provincial, Irene García, con el vicepresidente andaluz Manuel Jiménez Barrios. - Antonio Vázquez
Política

Los feudos tradicionales del PSOE también sufren la quiebra de la militancia

Las asambleas locales de Chiclana y El Puerto, con alcaldes socialistas, aprueban acuerdos que se oponen a la abstención y a los postulados políticos de Susana Díaz

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El pronunciamiento de la militancia de Cádiz, el pasado 17 de octubre en asamblea local, resultó llamativo. Es una capital de provincia y aunque sólo acudió a la cita la cuarta parte de los afiliados, la decisión fue abrumadora. Más de un 90% apoyó el documento que se opone a la abstención de los diputados socialistas en el Congreso, que descalifica la operación de Susana Díaz con otros líderes regionales y que exige la convocatoria de un Congreso Federal con elecciones primarias para elegir candidatos y secretario general. Con ser impactante, por la rotundidad del mensaje y del apoyo, era una ciudad suelta.

Sin embargo, apenas una semana después se han sumado dos ciudades fundamentales en la Bahía de Cádiz: Chiclana de la Frontera y El Puerto de Santa María.

Ambas agrupaciones han sometido esta semana a votación propuestas de contenido muy similar, que tienen esa triple base argumental: no a Rajoy, críticas a los métodos para derribar a Pedro Sánchez y convocatoria de Congreso Federal tan pronto como sea posible.

Tanto en la ciudad portuense como en la chiclanera se ha reproducido una victoria abrumadora para los que pretendían votar a favor de este documento. Las votaciones se han producido esta semana que termina y vienen a confirmar que la quiebra entre los afiliados del partido es de una profundidad aún desconocida.

Si en el caso de Cádiz la rebelión ante los postulados de Susana Díaz era llamativa por tratarse de una capital de provincia, en el caso de Chiclana y El Puerto lo es por producirse en localidades consideradas feudos tradicionales, en las que sus victorias han sido continuas. De hecho, actualmente, ambas ciudades cuentan con alcaldes socialistas, sin bien es cierto que precisan de alguna ayuda en forma de concejales de otros partidos.

Ni la condición de alcalde que tienen José María Román (Chiclana) y David de la Encina (El Puerto) han podido frenar la quiebra entre la militancia. Algunos de los más veteranos en la Bahía de Cádiz temen que se produzca una fuga de militantes, un descenso notable en la afiliación, bien por trasvase a Unidos-Podemos, bien por desentenderse de la política de partidos.

En la ciudad de Cádiz, los socialistas no gobiernan desde 1995, hace 21 años. Su presencia no ha dejado de menguar en el Pleno del Ayuntamiento un cuatrienio tras otro. En Chiclana y El Puerto, en cambio, aunque con alianzas con distintos partidos y relevos ocasionales, el PSOE conserva el bastón de mando. De ahí que, con socialistas al frente de la administración local, el rechazo y su contundencia sean más ilustrativos.

En el caso de Chiclana, por ejemplo, votaron un centenar de afiliados (casi tercio de la militancia) y la victoria de los sublevados fue apabullante: sólo cinco votos en contra y tres absteciones. Eso sucedió en la agrupación a la que pertenece Manuel Jiménez Barrios, exalcalde chiclanero y actual vicepresidente del Gobierno autonómico. Ni los compañeros de la mano derecha de Susana Díaz son capaces de comprender sus movimientos. La dirección regional parece que va a pagar un alto precio, al menos en Andalucía, por su intervención en esta crisis.

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