Los exdelphi rompen el guión de Albert Rivera en Cádiz

Albert Rivera acudió esta mañana a Cádiz como parte de una campaña que le llevará, en apenas dos días, por Sevilla, Málaga y Granada. El líder de Ciudadanos estuvo arropado por Juan Marín, Inés Arrimadas y Javier Cano, además de por los concejales del ayuntamiento gaditano Juan Manuel Pérez Dorao y María Fernández. Eso sí, también acudió a la cita un grupo de extrabajadores de Delphi que le reprochó el apoyo de la formación naranja al PSOE en la Junta y que fueron los únicos que rompieron el guión de la campaña.

De hecho, el encontronazo de Rivera con los antiguos trabajadores de la factoría se produjo antes del propio mitin, que comenzó en la plaza de España a las 11.30 horas.

Mientras se encontraba paseando por la ciudad, los operarios le recriminaron que se apoyara la investidura de Susana Díaz y que no se hayan ofrecido soluciones a su situación.

El líder de C’s se ofreció a dialogar y a encontrar una alternativa a la jubilación anticipada, si bien en declaraciones posteriores a los periodistas declaró que se encuentran en una tesitura que está «fuera de la ley» y que los compromisos que se alcanzaron con ellos no son asumibles. «Pero en política nunca se puede estar cerrados al diálogo», resumió. «Éste es como todos», replicó uno de los operarios presentes.

Lo que estuvo muy presente en el acto fue la palabra constitución, tanto para referirse a la de 1978 como a la de Cádiz. «Si volviera a nacer, me gustaría ser diputado de Las Cortes de Cádiz», indicó el político catalán ante un público de unas 200 personas totalmente entregado. Y tras ésta, pocas referencias más a Cádiz y provincia, salvo cuando recordó las cifras de paro, «desde 2007 se han destruido 77.000 empleos».

Obviamente, tampoco faltaron alusiones al debate electoral que se produjo anoche en los medios de AtresMedia, del que destacó, una vez más, la ausencia del presidente del gobierno y candidato por el Partido Popular Mariano Rajoy: «el gran perdedor fue el ausente». Tampoco escatimó dardos para el candidato del PSOE, Pedro Sánchez, «nosotros no tenemos 17 proyectos para España, sino uno, sin privilegios». En sus alusiones al líder de Podemos, Pablo Iglesias, ironizó con que «no se puede gobernar con ocurrencias, o diciendo que veamos ‘Ocho apellidos catalanes’ o hablando de un referéndum de autodeterminación de que se hizo en Andalucía».

Uno de los ejes de su discurso, interrumpido en tres ocasiones por los aplausos del público, fue el problema del empleo, «que ustedes aquí en Cádiz conocen bien». Rivera incidió esta mañana en que apoyará a los autónomos «que no pagarán hasta que no empiecen a tener beneficios» y que se fomentará la contratación indefinida. «No voy a prometer empleo, es una falta de respeto a los ciudadanos; el empleo lo crean las empresas», remachó bajo el monumento a Las Cortes el candidato a la Presidencia del Gobierno.

Tampoco dejó pasar la ocasión para hablar de educación y sanidad. Destacó que la inversión que se hace en la provincia por habitante en estos dos campos es de las menores de España y llamó a revertir esta situación. Y sacó pecho diciendo que, pese a estar en la oposición en la Junta de Andalucía, «hemos conseguido mejoras, como la reducción de dos puntos en el IRPF».

Albert Rivera se mostró, tanto antes con los simpatizantes como durante el mitin y después con los periodistas, confiado en los resultados electorales del 20 de diciembre, «no vamos a pedir cambios, vamos a hacer el cambio». Eso sí, además de en su talento, también confiará en la suerte. Quizá por eso le compró un cupón al vendedor de la ONCE de la plaza del Palillero.