«Estas tertulias mantienen vivo el espíritu de Fernando»

Dos años después de su muerte, Fernando Delgado Lallemand sigue vivo en la ciudad. Su figura, su humanidad y sus excepcionales dotes para comunicar ocupan aún un rincón de su querido Casino Gaditano, que cada mes acoge las tertulias que precisamente llevan el nombre de la figura del médico gaditano.

La iniciativa surgió como una manera de mantenerlo presente en sus vidas y sentirlo un poco más cerca por parte de sus allegados, pero un año y medio después de la puesta en marcha de este ciclo cultural, las Tertulias Fernando Delgado Lallemand cuentan con un prestigio que las sitúa como uno de los referentes culturales de la ciudad. «Queríamos organizar algo para recordarlo y decidimos que las tertulias eran el mejor formato, porque todo el que conocía a Fernando sabía que sus amigos y las tertulias eran su distracción favorita. El deseo de comunicar constante que tenía debía de perdurar», confiesa la presidenta del proyecto y esposa del médico, Susi Cigüela .

«Este ciclo me permite estar en contacto con toda esa gente que lo apreciaba, sus amigos, y también es una manera de mantenerme ocupada y no pensar en el vacío y la soledad que me ha dejado su ausencia», asegura la promotora. Las tertulias Fernando Delgado Lallemand no sólo han conseguido llenar las vidas de todos estos amigos sino también llenar cada mes los dos salones del Casino Gaditano, donde numerosas personas asisten para debatir en torno a un tema.

Hans Josef Artz, Jesús Maeso de la Torre, Manuel Concha Ruiz, Francisco Alarcón Castellano, José María García León, Antonio Ramos Gil, Pilar Morillo, Álvaro Domínguez, Juan Torrejón, Ana Sofía Pérez Bustamante, Francisco Nuñez Benjumea, Julio Molina Font, Guillermo Boto, Carmen García Rivera, Mercedes Gallardo Abarzuza, Lorenzo Alonso de la Sierra o Luis García Gil son algunas de las personalidades que han participado en esta actividad que, tal y como resume su presidenta, «mantienen vivo el espíritu de Fernando» .

Además, Susi Cigüela no descansa en su deseo de mantener y difundir la figura del que fuera una de las personalidades más importantes de la ciudad, tanto en lo profesional como en lo humanitario,y sigue poniéndose retos en el camino. Así fue cómo surgió el Premio Fernando Delgado Lallemand, que se estrenó el pasado año y que en 2018 celebrará su segunda edición.

«Las tertulias no serían completas si no tuviésemos este premio, con el que se reconoce la trayectoria o labor de una persona o entidad que se destaquen por hacer el bien a las personas. Si hay algo por lo que los amigos de Fernando lo recuerdan, es por su humanidad, él siempre estaba a la hora de ayudar y no queríamos olvidar esta parcela», apunta Cigüela, que destaca la escultura con la que se dota al premio y que ha sido donada por sus hijos, y la cuantía económica de 3.000 euros que aportan los amigos de Fernando.

Así, rodeado de sus amigos y su familia, tal y como solía hacer, Fernando sigue cumpliendo años. Su esposa incluso se atreve a mirar a través de sus ojos. «Fernando tenía una mirada tolerante, que siempre veía la parte buena de las cosas y de la ciudad. A él le gustaba que Cádiz fuese hacia adelante . Seguro que hoy en día él tendría la esperanza de que la ciudad fuese a mejor», confiesa Susi Cigüela recordando la presencia, la convivencia y la cantidad de proyectos que tenía pendientes un ilustrado de la solidaridad y la cultura.