TRIBUNALES

«Le apuñalé para quitármelo de encima. Creí que me mataban»

La Audiencia celebra el juicio por el homicidio de Segunda Aguada, con tres acusados, un autoinculpado y versiones completamente enfrentadas

Los hermanos Polacos, cuando pasaron a disposición judicial. LA VOZ

M. ALMAGRO

En la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz ha arrancado este miércoles el juicio por el homicidio de Sebastián M. G., alias 'Chano' de 40 años, en una reyerta entre cuatro personas en Cádiz que acabó con su vida y con la detención de los otros tres participantes. Los implicados, dos hermanos, Miguel R.T. y Daniel R. T., conocidos como Los Polacos, y Jonathan M. F., se han sentado en el banquillo. La Fiscalía pide para los hermanos 13 años de prisión por la muerte de Chano y ocho para el tercer involucrado en la pelea por homicidio en grado de tentativa contra Miguel.

Los hechos ocurrieron en abril de 2016 en el barrio de Segunda Aguada de Cádiz y los implicados han dado versiones muy diferentes de lo que pasó aquella noche y los motivos que desembocaron en el fatal desenlace. La sesión se ha vivido con cierta tensión entre los familiares y los propios acusados que durante la vista no se han dejado de cruzar miradas desafiantes.

Aunque el mayor de Los Polacos, Miguel, se ha inculpado de la puñalada en la espalda que acabó con la vida de Chano, tal y como ya hizo ante la Policía y mantuvo en la instrucción, por lo demás, las posturas sobre lo ocurrido han sido completamente opuestas. Por un lado los hermanos han asegurado que el homicidio se produjo después de que Jonathan les hubiera amenazado en varias ocasiones con un cuchillo. Sin embargo éste lo ha negado y ha insistido que fueron los otros dos los que fueron a por él.

Una pelea por hachís

En su declaración ante el tribunal, el autor confeso de la puñalada ha vuelto a reconocer que fue la mano ejecutora, sin embargo ha asegurado que su intención fue la de defenderse del ataque y no matar a nadie. Chano, el fallecido, acompañaba a 'Jona' cuando se produjo la pelea y terminó muriendo en la calle. Según explicó, todo comenzó cuando su hermano pequeño Daniel le pidió que le ayudara porque Jonathan le quería quitar el hachís que tenía él «para su consumo». Como relató, el día antes de la muerte al llegar a casa del trabajo su hermano le llamó al telefonillo. «Me dijo que Jona le quería matar. Bajé pero ya se había ido».

Pero la historia se retrotrae a otra escena que además quedó grabada en vídeo. En ella se ve a los tres acusados. Según ha declarado Jonathan todo vino porque le había pedido «unas caladas» a Daniel y éste se negó. Los Polacos aseguran que les había amenazado y le abordaron para decirle que les dejara tranquilo.

Con estas rencillas pendientes se llegó a la noche en la que Chano perdió la vida. Según Miguel acudió junto a su hermano a tomar una cerveza al bar Avance de Segunda Aguada. Miguel iba armado con un cuchillo (lo ha reconocido), dejó el arma al camarero dentro de una bolsa y antes de salir del local se lo devolvió. Ya en la calle se encontraron con Jonathan y Chano y comenzó la trifulca. Según dice, él intentó mediar pero sufrió un ataque. Salió corriendo pero se dio cuenta que había dejado atrás a su hermano que estaba siendo golpeado por Jona. Al volver se enzarzó con Sebastián y tras darle una patada cayeron al suelo. Ahí, siempre según su versión, comenzaron a pegarse. Primero con Chano solo, después se incoporó Jonathan quien de pie desde un lado le propinó varias puñaladas, una de ellas en el costado. «Creí que me habían matado. Le apuñalé para quitármelo de encima», contestó sobre el achullimiento mortal.

La versión de su hermano menor no difirió mucho de lo expuesto por Miguel. Insistió en que se sentía «amenazado» por Jonathan que «siempre» que lo veía le quería quitar la droga. A este respecto negó a preguntas del fiscal que se dedicara al menudeo, una tesis que han barajado los investigadores sobre lo que realmente pudo provocar todo: un ajuste de cuentas de trapicheo. Además admitió que se habían enfrentado días antes. Ya la noche de los hechos, cuando regresaba con su hermano del bar, se los encontraron. Su hermano pegó a Jona y éste cayó al suelo. Al levantarse fue a por Daniel. «Llevaba un cuchillo, me pude zafar pero a unos metros me volví y ví como Jonathan apuñalaba a mi hermano». Según aseguró, le oía gritar: «¡Me estáis matando!». Como insistió no fueron en busca de pelea. Esta afirmación fue puesta en duda por la defensa de Jonathan quien puso de relieve que fueran al bar portando un cuchillo y que después deambularan por la zona donde vive el otro implicado si lo que querían era evitarlo.

«Chano intentó mediar»

Por su parte, la versión de Jonathan nada tiene que ver. Según aseguró fue Daniel quien le amenazó días antes y que «para evitar problemas» la noche de los hechos acudió a cenar a una hamburguesería en Cortadura, lejos del Cerro del Moro para no encontrárselos. Sin embargo se los cruzó de regreso a casa y, según dice, se dieron la mano en señal de paz. Pero ellos regresaron. Chano, el fallecido, intentó mediar, pero el mayor de los Polacos le «lanzó el cuchillo» y también quisieron ir a por él por lo que intentó zafarse. Al ver a Chano en el suelo ensangrentado en el suelo pidió ayuda. En el coche que, según él, cogió para llevar a su amigo al hospital, se encontró el arma que el autor confeso había utilizado para matar a la víctima. En su relato Jonathan no reconoció que él portara ningún cuchillo, tal y como aseguran los Polacos

Además de los tres acusados depusieron varios testigos. Entre ellos un policía nacional que acudió al bar donde habían estado Los Polacos momentos antes. Según declaró el dueño del local le confirmó que le había guardado y luego entregado a Miguel el cuchillo y que éste le llegó a decir sobre su hermano que le iba «a buscar una ruina».

Un instructor de Policía Judicial aseguró por su parte que el principal implicado ya les confesó que había sido el autor de la puñalada mortal cuando se le detuvo pero que lo había hecho «en legítima defensa». También aclaró que en el momento de la muerte de Chano no tienen constancia de que hubiera algún testigo además de los procesados.

Otro de los policías que estuvo en casa de los Polacos tras los hechos relató que además de la ropa ensangrentada de uno de ellos, encontraron un cuchillo en la entrada de la vivienda. Los hermanos aseguraron que el arma era «de la casa», no que lo hubieran utilizado aquella noche. Este agente además confirmó que los propios Polacos llamaron a la Policía cuando ocurrió todo, tal y como ellos mantienen.

También dio su versión la madre de Jonathan. Según aseguró tras ver una riña otro día entre ellos, Daniel le comentó que «al final iba a tener que matar a su hijo» y que por eso, aquella noche, al ver que Jona no volvía a casa salió con su marido a buscarlo.

El juicio continuará en próximas fechas con el relato de otros testigos y los informes y conclusiones de las partes.

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