Las almadrabas gaditanas inician una campaña complicada

Hace ya varias semanas las cuatro almadrabas de la provincia comenzaron a calar las redes, pero no será hasta finales de abril cuando lleven a cabo las primeras levantás. El sector afronta este año una campaña difícil con el aumento mínimo de la cuota - apenas llega a las 913 toneladas- y la incapacidad para alquilar derechos a otras pesquerías. Esta había sido una salida habitual durante los años duros de restricciones, pero el Ministerio de Agricultura y Pesca decidió poner limitaciones para evitar la especulación.

Esta será la primera temporada en la que las cofradías de Cantabria y el País Vasco, que venían surtiendo de atunes a las almadrabas gaditanas a precios astronómicos, tendrán que pescarlos si no quieren arriesgarse a perderlos.

El caladero, por tanto, se ha quedado muy pequeño. Explica Marta Crespo, gerente de la Organización de Productores Pesqueros, que las operaciones que se están cerrando son mínimas, directamente con los barcos y por poquísimas toneladas. «Son los que no la habían vendido durante los dos años anteriores y, en nuestro caso, ha sido con pescadores artesanales del Estrecho y de la modalidad de palangre del Mediterráneo», dice.

Esta vez no habrá subasta en la cofradía de Ondarribia ni pujas millonarias. «Ese es un riesgo muy grande que hemos corrido las almadrabas, pero nos ha dado aire estos años y ahora, ni eso», lamenta. Tampoco cuentan con el alivio del fondo de maniobra, que es una cuota extra de atún rojo que el Gobierno central se reserva para distribuir a su parecer. Este año asciende a 176,72 toneladas y, a juzgar por el reparto que recoge el borrador de la orden ministerial, la distribuye de manera aleatoria. Crespo lamenta que se esté dando cabida a otras pesquerías que no han sufrido las restricciones mientras que al sector gaditano no se le ha restituido sus derechos.

A los tribunales

La gerente de la OPP se refiere a la concesión de más de la mitad de ese fondo a los pescadores canarios que apenas tienen reconocidos derechos históricos. A ellos se han destinado alrededor de 100 toneladas, casi tres veces más de lo que les corresponden por ley. Ante esa tesitura, la organización que representa a tres de las cuatro almadrabas de la provincia han elaborado un nuevo recurso que presentaron ante el juzgado de lo contencioso administrativo el pasado lunes, 28 de marzo. Con éste superan la veintena y en su haber cuenta con varias sentencias firmes que han llegado a tumbar órdenes ministeriales.

Por su parte, la almadraba de Barbate está a la espera de una reunión con algún interlocutor del Ministerio de Agricultura y Pesca. La provisionalidad del Gobierno deja en una difícil situación al sector ya que «nadie se atreve a tomar decisiones sin saber si estará sentado en el sillón el mes que viene», aclara Pedro Muñoz, gerente de este negocio. Durante estos días anda de reuniones a la espera de que encontrar alguna solución que le permita sacar adelante la campaña sin presentar números rojos. Desde hace varios años la almadraba barbateña viene desarrollando un sistema mixto de pesca y acuicultura a través de piscinas naturales de engorde y el modelo requiere grandes cantidades de cuota.

Otras salidas

El año pasado alcanzaron las 1.000 toneladas tras alquilar los derechos a los pescadores vascos y cántabros, una temporada histórica que pudieron estirar durante cuatro meses más de lo habitual. Aquello les permitió crear otros 150 puestos de trabajo extra para la alimentación y el cuidado de los ejemplares mientras estaban en las piscinas. «Obviamente eso no lo vamos a poder repetir, pero hay alternativas, si existe voluntad», razona Muñoz. Su intención es pedir al Ministerio que abra la mano en la limitación de la venta de cuota. Explica que «los que la han alquilado durante las dos últimas campañas no podrán hacerlo esta» y ellos propondrán que les permitan vender el 50% y el próximo año el otro 50% para dar así aire a las dos flotas.

Pero la situación política ha venido a complicar aún más las cosas. «Se ha sacado la orden, pero nos está costando trabajo encontrar a un interlocutor con el que sentarnos. Ahora todo es cuestión de política y yo tengo que pensar también en mi partido, que es el atún y en el valor que eso genera para la zona más castigada del paro en Europa», recalca.

Por lo pronto, los almadraberos cuentan con el apoyo del PSOE, que ha hecho del problema de las almadrabas su bandera. El senador socialista Francisco Menacho ha anunciado que pedirá en todas las cámaras la concesión del observatorio científico para la flota gaditana y un aumento de la cuota. La Diputación también ha hecho patente su apoyo a los pescadores con la creación de una mesa de trabajo para abordar su situación y el galardón Bandera de Andalucía, en reconocimiento a la tradición.