La barriada de José Antonio, la peor carta de presentación de El Puerto.
La barriada de José Antonio, la peor carta de presentación de El Puerto. - A. V.
DOS AÑOS DESDE EL CAMBIO

El Puerto se queda a medias

La crisis abierta tras la ruptura del tripartito deja una localidad muy difícil de gobernar

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Una inesperada carambola el 27 de mayo cambió por sorpresa el tinte político de El Puerto de Santa María. Las encuestas auguraban un triunfo, quizás algo apurado, del PP para prolongar su mandato en alianza con Ciudadanos. Pero el factor Levantemos (grupo popular surgido al rebufo de Podemos y depositario de los votos de sus seguidores) dibujó un nuevo tablero: y David de la Encina (PSOE) se convirtió días después en alcalde de la ciudad con sólo seis concejales de los 25 que forman la corporación.

Aritmética pura y dura para conformar un pacto de izquierdas con IU y la formación de José Antonio Oliva. Las fricciones internas pronto dinamitarían este tripartito, que basaron su asalto al poder sobre tres ‘noes’: ‘No a la zona naranja’, ‘No a los parkings’ y ‘Apemsa no se vende’.

Y El Puerto se ha quedado a medias. Se cumplió con la promesa de eliminar el pago por estacionar en la calle durante el verano, y se paralizó el aparcamiento de la plaza de toros previa fuerte penalización.

Pero desde el inicio se dio por perdida la remunicipalización del 49% de la empresa de aguas y hace justo un año estalló en la cara del gobierno la bomba de Pozos Dulces: David De la Encina y Antonio Fernández (IU) aprobaban «por imperativo legal» la licencia para la construcción de estos aparcamientos y los de Levantemos se ausentaban de la Junta de Gobierno para evitar rubricar aquello a lo que tanto se opusieron. El alcalde, con el apoyo del PSOE andaluz, enfrentado abiertamente a Podemos, expulsó a los cuatro ediles y se ha quedado este último año gobernando en minoría, preso de una inestabilidad tremenda.

Cambios en el gobierno

Este es el tronco de dos años de difícil mandato y sus ramificaciones apenas han dado buenos frutos. Los cambios en distintas áreas son muestras y producto de la inconsistencia del equipo de Gobierno. El primer edil ha terminado en Turismo (tras la inexplicada salida de Silvia Valera) mientras que su delfín Ángel Quintana ha pasado por ese mismo departamento, Fiestas, y ahora Patrimonio, Relaciones Institucionales, Plaza de Toros y como premio Urbanismo.

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