Tres calas paradisíacas de Cádiz para cuando haga viento de Levante
Descubre las calas de la provincia gaditana a las que puedes llegar andando de una a otra a través de un bonito paseo por la costa
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Playas de Cádiz ideales para cuando salte el viento de Levante
Cádiz alberga a lo largo de su costa un sinfín de pequeñas calas ideales para refugiarse, entrar en contacto con la naturaleza y alejarse de la afluencia turística más notable en otras grandes playas de la provincia.
Ejemplo de ello son las calas de Conil de la Frontera, algunas casi desconocidas, que se conectan entre sí cuando baja la marea y se caracterizan por estar bajo unos impresionantes acantilados de color rojizo.
Aunque Conil presume de estar salpicada por varias playas y calas a lo largo de su costa, destacan pequeños rincones de arena fina y dorada, como son las calas de El Frailecillo, la del Aceite y la del Pato, donde además se suele practicar nudismo en los meses de menor afluencia y deportes como el buceo.
Estas tres calas conforman parte la costa sur peninsular, entre el Muelle Pesquero de Conil y el Cabo Roche, a las que se puede llegar andando de una a otra en poco menos de una hora (siempre que la marea lo permita), pues son playas vecinas muy próximas entre sí.
Cala de El Frailecillo
La Cala de El Frailecillo está situada muy cerca de la urbanización de Roche, situada bajo unos preciosos acantilados de color rojizo, desde los cuales además se pueden divisar unas vistas espectaculares.
Es una playa de mayores dimensiones que la Cala del Pato, y aunque hay que andar un poco para acceder a ella (bajando unas escaleras situadas en el borde del acantilado), merece la pena llegar a visitarla.
La arena es fina y dorada y el agua es limpia y poco profunda. Al ser una playa de pequeño tamaño, cuando sube la marea se reduce mucho su extensión, aunque esta es una de las calas en las que siempre suele quedar bastante arena.
A pesar de que esta cala carece de servicios, es sin duda uno de los rincones donde mejor se puede disfrutar de espectaculares puestas de sol y atardeceres únicos al Atlántico.
Cala del Aceite
La Cala del Aceite, situada junto al puerto pesquero, es la de mayor extensión de Conil, con unos 250 metros de largo. Las aguas que bañan la cala son transparentes y al estar resguardada por los acantilados y orientada al sur, no tiene apenas olas, por lo que es ideal para visitar con niños o practicar deportes acuáticos como el buceo.
Para acceder a ella hay que bajar también unas escaleras que conectan la parte alta de los acantilados, donde hay que dejar el vehículo, con el arenal. Esta cala cuenta con servicio de limpieza de playa, vigilancia de playa y un chiringuito.
Cala del Pato
La Cala del Pato recibe su nombre por la roca en forma de pato que domina el arenal y forma parte de las seis calas de Roche. Es pequeña, tranquila y resguardada del oleaje gracias a las rocas que se encuentran frente a la playa.
La arena es fina y dorada y el agua es cristalina y de poca profundidad. Para acceder a ella se deben bajar unas escaleras desde los acantilados que protegen del viento de levante al bañista. El coche podrás dejarlo en unos aparcamientos habilitados en la carretera que une el Puerto de Conil con la Urbanización Roche.
Recomendaciones para tu visita
Como recomendaciones, evita asomarte a los acantilados, sobre todo si vas a hacerte un 'selfie', pues ya han habido accidentes por este tipo de actos. De la misma forma, evita el coche siempre que puedas, las calas están cerca unas de otras y es preferible realizar la ruta caminando para disfrutar de las vistas al paisaje.
