Las torrijas de leche, almíbar o vino clásicas nacieron para aprovechar el pan sobrante durante la Cuaresma y la Semana Santa. Tienen varios parientes europeos en forma de «pain perdu» (pan perdido) en Francia, «arme ritter» (caballeros probres) en Alemania o «rabanadas» (más típicas en las fechas navideñas) en Portugal.
Para su elaboración se emborrachan con leche templada, azúcar, canela y limón. La elección del pan, con mucha miga , es el truco que garantiza un postre perfecto. Puedes ver la receta completa en el vídeo sobre estas líneas.
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