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Las piscinas naturales de Bolonia, consejos para visitar un tesoro natural imperdible de Cádiz
Junto a la playa de Bolonia se encuentra esta pequeña cala con rocas emergentes del agua en forma de piscinas con posibilidades terapéuticas
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Pocas cosas hay mas bonitas, o que se asemejen, que la naturaleza y las playas de Cádiz. Situadas en la parte este de la conocida playa de Bolonia encontramos las piscinas naturales, en el término municipal de Tarifa, en la comarca del Campo de Gibraltar.
Este tesoro natural de la provincia de Cádiz se trata de un conjunto de piscinas naturales formadas entre las rocas emergentes del agua del mar que dibujan un paisaje espectacular e idílico para los bañistas al bajar la marea.
Una pequeña cala de aguas cristalinas que cambia por completo según el estado de la marea, por eso, es aconsejable visitarla en plena bajamar, justo cuando mejor se ven y se puede disfrutar de sus piscinas naturales.
Las piscinas naturales de Bolonia se encuentran a unos 4 km de la playa, desde la que es posible llegar a través de un sendero entre pinos que bordea la costa, en dirección contraria a la Duna de Bolonia, como se puede ver en el mapa.
Esta pequeña playa, además de ser un lugar de postal, es visitada por muchos por sus posibilidades terapéuticas. En esta zona se encuentran los famosos chorritos de agua natural que, junto con la roca de pizarra, forman un barro con el que la gente suele embadurnarse el cuerpo para aliviarse e hidratar la piel.
Cómo llegar
Para acceder a las piscinas naturales, una de las mejores formas de llegar hasta ellas es dejar el coche en el parking más próximo a la playa y caminar unos cuantos kilómetros a pie dirección a Tarifa.
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Es recomendable llevar un calzado adecuado, como escarpines o zapatillas, ya que en el camino por la orilla encontrarás varias piedras. A pesar de ello, el esfuerzo merece la pena.
