Pequeños pueblos mágicos de Portugal cerca de la frontera española

Desde el Algarve al norte de Portugal pasando por el Alentejo, el país vecino está repleto de localidades mágicas situadas junto a la frontera con España

Callejuela de Marvão, en el Alentejo

ABC Viajar

Lisboa y Oporto, las dos grandes ciudades de Portugal, están llenas de historia que se transmite en sus monumentos, calles y fachadas. Pero nuestro país vecino ofrece no solo cultura y playas, también tiene una diversidad de paisajes en pequeños pueblos cerca de la frontera con España que le convierten en un destino perfecto para todo aquel que no quiera viajar en avión este verano. La web de viajes Holidayguru.es ha recopilado los siete pueblos más bonitos de Portugal situados junto a nuestra frontera para disfrutar de una escapada tranquila, sin masificaciones y a la vuelta de la esquina.

1

Monsanto

Esta pequeña aldea construida entre rocas (literalmente) se encuentra a tan solo 26 km de la provincia de Cáceres y ostenta el título a la aldea «más portuguesa de Portugal». Perderse entre sus empedradas calles o subir a su castillo es un viaje en el tiempo que no defraudará. Además, Monsanto es uno de los 12 pueblos «históricos» de Portugal por su relevancia e impacto a lo largo del tiempo.

2

Braganza

A solo 100km de la ciudad de Zamora, Braganza se encuentra rodeada por una sorprendente muralla, así como por 15 torres que hacen de su Ciudadela el punto inicial de cualquier visita. Además, su castillo, el ‘más bonito del norte de Portugal’, es otro de los puntos clave de una localidad ideal para una escapada.

3

Tavira

Onubenses y gaditanos bien conocerán a esta ciudad, rodeada de marismas y uno de los primeros destinos turísticos cuando se accede al Algarve desde Andalucía. El centro histórico, con reminiscencias árabes o sus playas, donde destaca la Playa do Barril con el famoso ‘Cementerio de anclas’ son un lugar ideal para relajarse y disfrutar de la gastronomía, influenciada por ambos países.

4

Almeida

Obligada visita para aquellos amantes de las ciudades medievales es Almeida, a apenas unos kilómetros de la provincia de Salamanca. La aldea sirvió de sitio defensivo al independizarse Portugal de España en el S.XVII, y ahora sus numerosos vestigios, protegidos por una muralla de casi 3km en forma de estrella, sirven para recordarnos la importancia en otros tiempos de esta localidad de apenas 8.500 habitantes.

5

Marvão

El Castillo de Marvão, declarado Monumento Nacional en 1922 lidera la vista de esta villa histórica en la región del Alentejo. Desde su torre del homenaje se pueden contemplar las callejuelas adornadas con arcos góticos y granito portugués, además de unas impresionantes vistas del valle, candidato a Patrimonio de la Humanidad.

6

Monsaraz

Muy cerca de Marvão se encuentra esta localidad que bien podría pasar por uno de los mágicos pueblos blancos andaluces. Sus calles encaladas impactan con su espectacular fortificación, desde donde se puede observar el Embalse de Alqueva, el lago artificial más grande de Europa.

7

Viana do Castelo

A un paso de Galicia y en la desembocadura del rio Lima se haya Viana do Castelo, irremediablemente vinculada con el mar. Su punto más famoso, a 228 metros de altura es el Monte de Santa Luzia al que se accede a pie o en funicular para descubrir la Basílica de Santa Luzia, emblema de la ciudad.

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