FacebookFacebook: Así arruina tu vida a diario el «diabólico» smartphone

Lo han vuelto a hacer. Las conocidas estrellas de las redes sociales españolas, Jorge Cremades y Joaquín Castellano, han logrado hacerse virales por enésima vez gracias a un vídeo en el que ambos han colaborado y que lanza un ataque directo a un objeto vital para el ser humano de nuestro siglo: el smartphone. Y es que, mediante un vídeo de Facebook han querido demostrar como este «invento del demonio» está acabando con las relaciones sociales.

El clip fue subido a la Red el pasado 7 de julio y, desde entonces, ha logrado atesorar unas 60.000 visitas, además de 3.000 reacciones y 150 comentarios. Los usuarios de Facebook recibieron el corto (de unos 25 segundos en total, un tiempo habitual en los vídeos de Cremades) confirmando que su crítica es totalmente cierta.

Sin embargo, no parece viable que la sociedad vaya a abandonar el uso de los smartphones.

Pero... ¿Qué es lo que ha gustado tanto en este « sketch» de Facebook como para lograr tantas visitas? En él, se puede ver como dos amigos que llevan tiempo sin verse se reúnen para comer y pasar un rato juntos. Algo que, en principio, no parece nada extraño. Sin embargo, en el clip queda claro que, desde que se encuentran hasta que cada uno se marcha a su casa, sus respectivas miradas no se alejan del smartphone.

La escena, que demuestra lo mucho que puede destruir tu vida el teléfono, no dista mucho de la realidad que vive la sociedad en la actualidad. Y es que, desde hace algunos años solemos vivir más en el mundo virtual y en redes sociales como Facebook, que en la vida real. Por ello, no resulta nada extraño que nuestros dos protagonistas se tomen unas cañas y den un paseo sin dejar de mirar el teléfono.

Los comentarios de Facebook no dejan lugar a dudas: «Completamente real... la gente no vive la realidad, ni disfruta con los amigos. a mi alguien hace eso. con el movil la teoria es que simplemente no le interesa para nada estar contigo», afirmaba una usuaria. Otro era más tajante: «Valiente epidemia que hay con el puñetero móvil».