Benítez combate la obsesión del 4-0

Quien se siente madridista lo es para siempre, no por capricho. Dirigir otros equipos no evita vivir tus colores, aunque el trabajo mantenga en letargo esa querencia a los chiqueros blancos. Benítez era entrenador del Nápoles y no se perdía un partido del Real Madrid. Presenció por televisión el 4-0 del pasado 7 de febrero. También vio los dos derbis de la Champions, en los que el Madrid mejoró ostensiblemente, con un empate sin goles en el Calderón y una victoria por 1-0 en el Bernabéu. El técnico aborda la obsesión de aquella derrota que acusan sus futbolistas. Cristiano Ronaldo, Bale, Benzema, Raphael Varane, todos quieren enterrar esa página con un triunfo. Y el responsable del equipo la combate con vídeos de los tres enfrentamientos y de los últimos encuentros del Atlético para saber cómo frenar el contragolpe rojiblanco.

En la debacle del 4-0 faltaron Modric, James y el centro de la defensa titular, Pepe y Ramos, ausencias que se acusaron en demasía. Varane y Nacho se vieron desbordados por Griezmann y Mandzukic. Benítez ha analizado las deficiencias en la retaguardia y la debilidad para tapar las incursiones de Juanfran en aquel enfrentamiento con el fin de no tropezar de nuevo en la misma piedra.

El técnico ensaya la coordinación defensiva de Carvajal, Varane, Ramos y Marcelo con Modric, Kroos e Isco para cubrir los dos flancos ante las subidas de los laterales rojiblancos y no dejar espacios que permitan a Griezmann y Torres (o Jackson) moverse entre líneas. Quiere consolidar la seguridad defensiva con el objetivo de hacer valer sin riesgos la calidad de su centro del campo y su delantera, integrada por Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo. Su deseo es dominar sin permitir huecos al rival. Es el estilo Benítez.

Como observan, el preparador cuenta con las novedades de Ramos y Bale para medirse al Atlético en su primer derbi como responsable del Real Madrid. No piensa en James como titular. No quiere introducir tres cambios de golpe en un conjunto que venció al Athletic y al Malmoe a domicilio. La incógnita es si convocará al colombiano, que se encuentra recuperado de su lesión. Espera que si no le incluye en la lista del derbi, Colombia no exija que viaje a América para constatar el estado de su dolencia muscular ante el difícil duelo del 8 de octubre ante Perú, la selección que lesionó al «10» blanco el 8 de septiembre en un encuentro amistoso que no lo fue. Pepe y Danilo están descartados para el duelo, aunque si fuera una final, el brasileño también estaría apto para jugar.

Benítez sabe que Simeone le planteará una estrategia de espera, robo y contraataque ante la que opondrá una lucha por recuperar el balón que tiene a Kroos, Modric e Isco como principales actores. Ayudar a Marcelo por la izquierda será un cometido específico. En defensa espera que Ramos y Varane controlen el fútbol aéreo del enemigo. El capitán sevillano no reapareció en Malmoe con la meta de estar al cien por cien frente al Atlético.

El entrenador madridista dialoga con sus futbolistas para que no se crean ni por un instante el cartel de favoritos que los últimos resultados le conceden. Les advierte que el Atlético jugará al límite del Reglamento con una presión atosigante para no dejarles pensar. No necesitan muchas alertas sus jugadores. Están dolidos con el equipo de Simeone. Fue el culpable de la crisis blanca de la pasada temporada. Le tienen ganas. En el Calderón perdieron 2-0 en la Copa, 4-0 en la Liga y solo empataron a cero en la Champions.

Benítez jalea a sus hombres ante la relevancia psicológica de este derbi. «Vencer significa dar un golpe al Atlético y meter mucha presión al Barcelona», subraya el cuerpo técnico madridista. «No necesitamos decírselo más a los jugadores, lo saben». Cristiano Ronaldo es uno de los que más cuentas pendientes tiene que saldar, tras el 4-0 y su criticada fiesta posterior.

En el seno interno del vestuario los futbolistas desean responder en el césped a aquellas palabras de Simeone, pronunciadas el 10 de junio, que pusieron en duda la honestidad el campeonato: «Este año, la Liga está peligrosamente preparada para el Real Madrid». Piensan «prepararla peligrosamente con goles».

El retorno de Bale para añadir mayor revoluciones al ataque es una necesidad que Benítez ha notado en su ausencia. Recupera también al líder del balón jugado desde atrás, Ramos, el hombre que aporta carácter al equipo. Los blancos no firman un empate. Sintomático. Piensan en «vendetta».