Keylor y Kiko superan con nota el «efecto Casillas»

Había morbo. Preocupación. Aunque Casillas ya no se tiraba, sino que «se dejaba caer» en los dos últimos años, su experiencia y colocación le permitían cubrir la portería del Real Madrid con faenas de aliño. Su amigo Ramos le salvó de la guillotina en 2014, en la final de la Champions. La última temporada obtuvo un aprobado raspado. Y ahora dejaba el puesto libre, pero con muchas cargas. Comparativas, dialécticas, de filias y fobias. Keylor Navas y Kiko Casilla han superado el examen con buena nota. Han aprobado la prueba de fuego.

El traspaso de Íker, epicentro de la portería del Real Madrid desde 1999, presentaba un dilema de presente: superar el efecto Casillas. Y los dos guardametas de la actual plantilla han vencido la presión.

No han sentido ninguna. Son dos cancerberos internacionales, curtidos. Y la marcha de icono de los últimos tres lustros ha supuesto un reto para ambos. La portería blanca está bien cubierta. Los dos han mejorado ya el nivel en ese puesto. El madrielño David de Gea será un plus de calidad y experiencia.

Benítez manifiesta que para ser campeón hay que defender muy bien, porque la calidad del Real Madrid viene de serie. Opina que el conjunto blanco ha perdido las últimas Ligas porque el Barcelona y el Atlético han recibido menos goles. Su primera apuesta ha sido conseguir el repliegue del equipo en un 4-4-2 con las líneas muy juntas y potenciar la portería. Traspasado Casillas, el fichaje de Kiko Casilla ha sacado lo mejor de Keylor Navas, postrado en el ostracismo durante un año. Hay que decirlo con realismo: el Real Madrid tenía un problema bajo palos. Íker ya no era guardameta para un equipo de tanta exigencia de éxitos. Físicamente no llegaba al nivel necesario para un club que no puede permitirse ni un empate.

Keylor y Casilla han aportado mayor potencial a ese puesto desde el primer partido de pretemporada. Sus actuaciones han sido magníficas. El conjunto de Benítez ha mantenido la puerta a cero en cinco de los siete encuentros disputados. Ha marcado nueve goles y solo ha sufrido dos, uno de ellos fue por un penalti inventado por el árbitro frente al Manchester City (4-1).

El entrenador hace el esquema desde la portería y la retaguardia. Su máxima es crear un conjunto rocoso. Y Keylor y Casilla cumplen ese requisito. La esperada llegada de David de Gea será aportar un plus a una posición bien cubierta. A expensas del fichaje del guardameta del Manchester United, Keylor Navas, señalado como posible canje con De Gea, quiere aprovechar esta oportunidad. Sus actuaciones con el Real Madrid han mejorado paulatinamente. Si estuvo acelerado frente a la Roma, sin encajar ni un tanto, posteriormente aportó el poso que el Real Madrid necesita. Su seguridad y sus reflejos han apuntalado el puesto, otrora centro de la polémica a lo largo de tres años. El costarricense jugó especialmente bien ante el Milán, que le puso a prueba. Buenas paradas y salidas a los pies tapando huecos.

Kiko Casilla ha sido un aliciente competitivo para Keylor. El tarraconense sustituyó al centroamericano en los segundos tiempos y demostró una personalidad, una tranquilidad, una velocidad de reflejos y unas salidas por alto que pusieron la titularidad de la portería muy cara. Así lo quería Benítez. Internacional con Del Bosque, el exguardameta del Español ha confirmado esa extraña rapidez en un cancerbero tan alto. Su sentido de la anticipación para cazar balones por alto y evitar el remate rival es una virtud que el Real Madrid echaba de menos. Benítez está tranquilo con los porteros. De Gea será un extra.