Isco, presionado por dos jugadores del Inter
Isco, presionado por dos jugadores del Inter - afp
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Benítez moderniza el fútbol del Real Madrid

El técnico consigue un equipo sólido, de calidad y defensa. Domina, realiza también un buen contragolpe y no recibe goles

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El Real Madrid necesitaba un mejoría táctica, en busca del fútbol total, y Benítez era el hombre indicado. El entrenador madrileño bebió en las fuentes de Sacchi y es un especialista en la ocupación de todos los ámbitos del campo. Su premisa es no dejar ni un hueco al enemigo. Sabe que el conjunto de sus amores, en el que entró cuando era prebenjamín, exige fútbol de calidad y ataque. El madrileño añade ahora a esas necesidades antropológicas del club una disciplina táctica y una concentración en defensa que le hacen mucho más seguro. Ramos es el hombre al mando de esa muralla..

El equipo no ha sufrido realmente ningún gol en los cuatro partidos de la gira por Asia y Oceanía.

El tanto del Manchester City el sábado pasado (4-1) fue un error monumental del árbitro, que castigó con mano dentro del área de Ramos lo que fue una mano de Sterling fuera de ella. La novedad estratégica más importante es que el Madrid alterna el dominio territorial y el contragolpe con una facilidad de cambio asombrosa. Cada robo de balón se transforma en un contraataque.

Dos victorias, ante el Inter (3-0) y el City (4-1), y dos empates sin goles frente a la Roma y el Milán son el balance de la pretemporada. Siete tantos a favor y uno en contra, inventado por un colegiado. Los aspectos individuales más destacables son el renacimiento de Bale, el salto adelante de Casemiro, la magia cada vez más madura de Isco y el descubrimiento de Kiko Casilla como un guardameta válido para un club grande.

La llegada del técnico ha supuesto una puesta de forma espléndida de los futbolistas. Todos sabían que su nuevo jefe exige un alto ritmo de juego para aplicar ese fútbol total que tapa todas las zonas y basa su solidez en un sistema defensivo eficaz. Kroos y Modric no suben con el fin de taponar la respuesta del contrario y cubrir las incursiones de Marcelo, Carvajal o Danilo. El alemán y el croata son el primer muro para el cuarteto defensivo. Benítez impone una norma del fútbol tan sencilla que casi nadie asume: «Si no te marcan gol, ganarás o al menos empatarás». Hace rocoso el equipo desde atrás para que decida la clase de Cristiano, Benzema, Bale, James e Isco.

Los jugadores trabajaron duro por su cuenta en las vacaciones en su objetivo de volver listos para competir por el puesto. Porque el responsable del plantel no concede titularidades fijas. Ver el combate entre Danilo y Carvajal es tan bonito como observar el duelo entre Varane y Pepe por el sitio. Jesé presiona a Benzema. El artista Isco aprieta sobre un mago como James. Casemiro se ha ganado jugar. Y Casilla discute la titularidad a Keylor. Sus salidas y sus reflejos para despejar las ocasiones del rival demuestran que está hecho para el Madrid.

Las rotaciones que Benítez impondrá como norma darán minutos a todos. No habrá un once definido. Su secreto es que el sistema cambia varias veces en cada encuentro. No hay uno fijo. Bale y Cristiano transforman el punto de partida, el 4-2-3-1, en un 4-4-2. Y viceversa. Cuando no juega Benzema, el equipo desarrolla el 4-4-2 con el galés y el portugués en punta. Es esa movilidad de estrategias la que desorienta al adversario.

Hasta ahora, el Real Madrid ha superado al Barcelona en la pretemporada. Es un conjunto tácticamente más moderno. Habrá confirmarlo en la hora de la verdad.

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