Bale dispara y centra con su pierna buena, la zurda
Bale dispara y centra con su pierna buena, la zurda - abc
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Benítez coloca a Bale en la izquierda

El técnico madridista piensa en aplicar un 4-2-3-1 con el galés «en su banda natural» y Ronaldo en punta con libertad de acción

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Hay que aprovechar todo el potencial de los jugadores, que para eso cuestan más que nadie en el mundo. Es una reflexión que se realiza en el Real Madrid desde hace tiempo. Florentino Pérez revolucionó el universo del fútbol en 2009 al fichar a Cristiano por 95 millones de euros, récord planetario de traspaso. El portugués ha rendido a ese nivel. Justificó el precio. Cuatro años más tarde, el presidente del club protagonizó la segunda plusmarca mundial. Invirtió 91 millones en contratar al mejor futbolista de la Premier, Gareth Bale. Su primera campaña, sin hacer pretemporada, fue espléndida. Veintidós tantos y goles celestiales en la final de Copa y en la final de Champions. En la segunda campaña marcó también en la final del Mundial de Clubes, pero no brilló a la misma altura.

Su situación en el campo, por la derecha, con tendencia a driblar hacia la izquierda para disparar y centrar mejor, redujo su peligrosidad. Es un extremo zurdo, un «11», su número. Benítez opina que debe jugar en ese puesto para explotar todas sus virtudes. «Es un atleta del fútbol», señala.

«Es un honor llevar el dorsal de un futbolista mítico como Gento, espero estar a la altura», manifestó Bale cuando firmó por el club hace dos años. Ese es el reto: «Que juegue de Gento». Lo manifestaba el martes un profesional de la entidad. El nuevo entrenador piensa que el británico es un portento físico y debe ofrecer toda su calidad sintiéndose a gusto en el campo, en su sitio. La ayuda por su flanco de un talento como Marcelo debe confluir en incursiones importantes que generen la rotura de la defensa contraria. Esa es la idea.

El nuevo responsable del Real Madrid reflexiona que su esquema preferido, el 4-2-3-1, es perfectamente válido para utilizarlo en este equipo. Mourinho lo aplicó en su etapa y tanto Cristiano como Benzema jugaron cómodos en él. Después, Ancelotti cambió al 4-3-3, pero Di María terminó en la banda izquierda del centro del campo y Ronaldo se escoró hacia el remate. Ahora, Benítez desea que el portugués deje la banda izquierda a Bale y se mueva como un delantero centro con libertad de acción por todo el ataque, mientras Benzema ejerce de media punta en una labor que intercambiará con el luso para no fijar un «9» ante la zaga rival. De esta manera, el francés continuará siendo el surtidor de pases más cercano del Balón de Oro.

James será el centrocampista por la derecha del triunvirato de medias punta, secundados por Kroos y Modric como pivotes. Isco estará como primer relevo de Benzema y James. Casemiro entrará en lugar de Modric o Kroos en las constantes rotaciones que el entrenador ejecuta.

Si el técnico aboga en ciertos partidos por el 4-4-2, su segundo esquema, el proyecto no variará en demasía. Ronaldo y Karim serán los puntas y el cuarteto mediocampista titular lo formarán James, Modric, Kroos y Bale.

El representante del galés, el excéntrico Jonathan Barnett, manifestaba ayer la misma postura que Benítez tiene en la cabeza: «Bale debe jugar en la izquierda, es su puesto». No es cierto que el británico quisiera hacerlo por la derecha para abrirse hacia el lado contrario y disparar, como argumentaba Ancelotti en una mentira piadosa. Le gustaba cambiar de lado diez minutos en cada partido, no toda una temporada.

El objetivo del nuevo preparador es que todos los futbolistas deben ocupar su sitio idóneo en el césped. Los datos son elocuentes. Bale marcó el golazo supersónico de la final de Copa frente al Barcelona como extremo izquierda. Su carrera en velocidad con el balón controlado la realiza mejor con la zurda. En ese lado ofrecerá más confianza a sus compañeros. También ha jugado en punta cuando Cristiano no ha estado.

Bale se ha impuesto el reto de ser fundamental la próxima temporada. Tuvo que pedir perdón a sus compañeros cuando Barnett adujo que le boicoteaban. El problema era su posición, que le hacía ser un futbolista secundario. Ahora quiere ser extremo izquierda y protagonista principal.

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