Agricultura
Ponen en marcha en Utrera un proyecto pionero para controlar a través del móvil el riego de los cultivos
Asaja-Sevilla está coordinando un programa de experimentación tecnológica en una finca situada en el término municipal de Utrera
Históricamente el término municipal de Utrera ha sido considerado como uno de los graneros más importantes de todo el territorio andaluz. En sus campos es posible encontrar numerosos cultivos, entre los que destacan el olivar, el trigo y más recientemente otras opciones como el almendro. Los agricultores utreranos han crecido siempre mirando el cielo, tratando de mimar con sumo cuidado un recurso tan limitado como es el agua , por lo que ahora se ha puesto en marcha un proyecto experimental, en el que gracias a la tecnología, se va a tratar de optimizar al máximo el uso del líquido elemento, para que no se malgaste ni una gota de este recurso tan preciado.
El proyecto está coordinado por Asaja-Sevilla, y se trata del Control Inteligente de Termografía (CIT), un sistema de medición termográfico inteligente que se está desarrollando en la finca Sanabria, propiedad de la empresa Internacional Olivarera S.A., concretamente en una parcela en la que existen ocho hectáreas de olivar, donde existen casi 1.700 olivos por hectárea de la variedad «Arbequina».
La iniciativa se está desarrollando con el apoyo de la Junta de Andalucía a través de los fondos Feder y en ella también participan el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC), la Comunidad de Regantes del Valle Inferior del Guadalquivir y la empresa sevillana Aquamática. En esta primera fase se ha elegido la citada parcela al estar situada en el término municipal de Utrera, una zona considerada semiárida y donde es necesario optimizar al máximo los recursos hídricos.
Tecnología
La tecnología aparece en este caso como un aliado imprescindible para los agricultores, ya que gracias a la creación de este dispositivo es posible saber el nivel exacto de riego que tiene cada árbol, conociendo en cada momento el agua que necesita cada ejemplar, para que así no se desperdicie nunca ni una gota de agua. El sistema es perfecto para controlar en tiempo real el nivel de riego que precisan cultivos de olivar, cítricos y almendros.
Julio Frías es el gerente de la empresa sevillana Acuamática, la firma que se está encargando de diseñar el dispositivo tecnológico que lleva a la práctica esta idea, y ha explicado que «gracias a este dispositivo, cualquier persona que esté en el campo, sin necesidad de saber de tecnología sin contar con un técnico especializado , sabrá si los cultivos están bien regados o no».
El sistema se apoya en el uso de una serie de cámaras con sensores, por lo que los datos relacionados con el nivel de riego de cada uno de los cultivos llegan directamente al teléfono móvil del agricultor, sabiendo así en cada caso concreto cuáles son los árboles que hay que regar y cuáles son los que tienen un nivel adecuado de agua.
El gerente de IRNAS-CSIC, asegura que «este tipo de cultivos precisan de un nivel de agua para riego muy elevado, por lo que en una zona como Andalucía –en la que hay más zonas áridas que húmedas-, es necesario que optimicemos el uso del agua. Estos nuevos métodos nos van a servir para que conozcamos a tiempo real el estrés hídrico que tiene cada árbol».
Gracias a este sistema cualquier persona puede controlar el riego del cultivo en su móvil
En los últimos años han proliferado diferentes proyectos que utilizan la tecnología para aprovechar al máximo el agua en los cultivos, proyectos que se han puesto en marcha gracias a la instalación de sensores en el suelo o a través del uso de drones. Según los responsables de esta iniciativa experimental, el CIT va por otro camino, explorando nuevos métodos, siendo además «menos invasivo con los cultivos». Un prototipo que trata de impulsar la agricultura inteligente al alcance de todos, con unos precios asequibles en el que sería básico para su buen funcionamiento que la conexión a Internet se extienda en el campo andaluz.
Para poner en marcha este impulso, se ha creado un grupo de trabajo que está llevando a cabo el diseño experimental que se extenderá hasta el próximo mes de noviembre. Un proyecto que además reducirá la contaminación de aguas subterráneas por nitratos y agroquímicos y minimizará la erosión del suelo. Según Asaja, es una iniciativa que «facilitará la adaptación a los retos futuros de la agricultura, como el cambio climático, al incidir en una gestión más eficiente del agua disponible».
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