Cultura
El Ayuntamiento de Utrera compra las nueve salas del cine de Los Molinos que reabrirá el próximo otoño
El Consistorio utrerano ha culminado una complicada negociación que ha durado tres años y que asciende a 685.000 euros
Desde el año 2012 los utreranos se habían quedado sin la posibilidad de soñar, disfrutar, llorar y reír delante de la gran pantalla. Las nueve salas de cine ubicadas en el centro comercial Los Molinos echaban de manera definitiva el cierre. Tras siete años de travesía en el desierto los amantes del séptimo arte van a poder sentir de cerca de nuevo el cine a partir del próximo otoño, ya que el Ayuntamiento de Utrera ha cerrado un acuerdo para adquirir esta instalación y la va a poner en marcha a lo largo del próximo otoño .
Ha sido la noticia más sonada que ha anunciado el alcalde de Utrera a lo largo del discurso de toma de posesión en su cargo, explicando que se trata de un asunto en el que llevaba trabajando desde el verano de 2016 y que tiene detrás «muchísimas horas de trabajo que al final afortunadamente han tenido su premio».
El precio de salida de estos cines, que cuentan con nueve salas y 3.000 metros cuadrados, era de más de 2 millones de euros , una cantidad que en un principio no era asumible para el Ayuntamiento, por lo que finalmente el acuerdo se ha alcanzado en 685.000 euros. Así el Ayuntamiento será propietario de las nueve salas, el ambigú, las taquillas que se encuentran en la planta baja del centro comercial y aproximadamente un tercio de las plazas de aparcamiento subterráneo de las que dispone la instalación.
El cine será propiedad municipal y estará gestionado por una empresa operadora
De esta manera los cines de Los Molinos se van a convertir en unos cines municipales, por lo que el Ayuntamiento se encuentra en estos momentos en conversaciones con varias empresas operadoras que están interesadas en prestar este servicio. Una vez que se vayan cumplimentando los diferentes trámites burocráticos y administrativos, la idea del alcalde de Utrera es que los cines puedan «estar ya funcionando a lo largo del próximo otoño».
Desde que los cines echaran el cierre hace más de siete años, la vuelta del séptimo arte ha sido una de las demandas más importantes por parte de la ciudadanía, por lo que José María Villalobos tenía claro desde hace bastante tiempo que el Ayuntamiento se tenía que esforzar en este asunto: «Nadie se plantea que los ayuntamientos no ayuden económicamente al teatro, por eso con el cine hemos querido aplicar la misma filosofía que con el teatro, ya que también es cultura. En Utrera el cine es algo muy necesario y sobre todo para el público más joven».
Así, todo está encaminado para que el cine vuelva a Utrera, después de una negociación que ha durado prácticamente tres años, y que a buen seguro va a dibujar la sonrisa de muchos utreranos que hasta ahora tenían que desplazarse a localidades como Alcalá y Dos Hermanas para ver cine.
El alcalde de Utrera cree que «el cine puede ser un motor económico para la ciudad»
En este sentido el alcalde de Utrera está convencido también de que la reapertura del cine «puede ser un motor económico importante para Utrera, ya que hasta aquí vendrá público procedente de Los Molares, Los Palacios, El Coronil e incluso Montellano». A la vez que las salas de cine pueden servir para reactivar el propio centro comercial, que ha languidecido a lo largo de los últimos años.
Lógicamente, tras tanto tiempo inactivas, las instalaciones que ha comprado el Ayuntamiento necesitarán actualizarse tanto desde el punto de vista tecnológico como su equipamiento, una inversión que será realizada por la empresa que lleve a cabo finalmente la gestión del cine, aunque el alcalde de Utrera asegura que «estamos diseñando fórmulas para que esta inversión sea lo más sencilla posible para la empresa, y el Ayuntamiento lo va a facilitar todo lo posible».
Así, todo está encaminado para que el cine vuelva a Utrera, después de una negociación que ha durado prácticamente tres años, que el propio alcalde de Utrera considera que «no ha sido nada fácil, ya que estamos hablando de un inmueble que tiene un valor catastral de 2,2 millones de euros , pero al final la paciencia y el trabajo han tenido su premio».
Noticias relacionadas
