Provincia
Las últimas lluvias alivian la difícil situación de los pantanos gaditanos
sequía
Mejora la situación con las precipitaciones caídas durante el fin de semana, aunque las reservas siguen siendo insuficientes
La ausencia de precipitaciones en los últimos meses está haciendo que el agua pase a ser un tema de importancia capital tanto en el sector primario como en el ámbito político, ya que la carestía de este elemento ocasiona que el suministro se vea comprometido y muchas son las administraciones que están impulsando medidas de racionamiento de un bien escaso.
Afortunadamente, durante el pasado fin de semana ha llovido abundantemente en muchos puntos de la provincia y de forma escalonada, lo que hace que los campos se nutran de ese agua sin tener que lamentar los efectos más destructivos de los grandes temporales.
Eso, por supuesto, repercute igualmente en los embalses gaditanos, que están en situación crítica, al encontrarse en mínimos históricos, algo que dificulta en buena medida el abastecimiento para labores de regadío y también para el uso doméstico.
Prácticamente todos los pantanos de la provincia han mejorado sus registros con las últimas lluvias, aunque el porcentaje no se haya elevado en algunos de ellos porque rápidamente el caudal ha sido desviado para cubrir necesidades.
El que peor nivel presenta es el de Zahara-El Gastor, uno de los más grandes y que únicamente tiene en la actualidad un 7,02% de su capacidad, una circunstancia que salta a la vista nada más verlo y que incluso fue objeto de una imagen captada por el satélite Copernicus en la que se ponía de relieve la desoladora situación de un enclave antaño característico por un predominante azul que ahora ha dado paso a un paisaje árido.
En la última semana, este embalse ha registrado más de 21 milímetros de aumento, lo que ha llevado a pasar de un volumen de 14,99 hectómetros cúbicos a 15,63. El porcentaje, en cualquier caso, sigue siendo muy pobre y preocupa tanto a los vecinos como a los responsables públicos.
A estas alturas del año pasado, el volumen de este pantano era de 45,61 hectómetros, por lo que en la actualidad las reservas se han mermado en una tercera parte, cumpliéndose las previsiones de que habría agua para un año, pero poco más en caso de que no siga lloviendo con regularidad.
Si comparamos los niveles actuales con la media de la última década, se aprecia de forma más clara cómo de extrema es la coyuntura. La semana pasada, los pantanos de Cádiz estaban a un 17,74%, mientras que el porcentaje de los últimos diez años alcanzaba el 54,87%.
El alcalde de Zahara, Santiago Galván, confirma que el agua caída en estos días pasados permite ver a simple vista una subida en el embalse, en parte porque el nivel previo era inaudito en la localidad serrana: «Hemos llegado a estar muy muy mal».
«Desde que se construyó, no lo recordaba así», afirma sobre una instalación que resulta indispensable puesto que es de las más utilizadas para abastecer a muchas de las localidades de la Sierra. «Hacen falta tres meses de lluvia», dice, con el deseo de que puedan acumularse ciertas reservas.
Los embalses que mejor capacidad presentan son los de Arcos y Almodóvar, 82,88% y 39,96% respectivamente, aunque no en vano son los más pequeños. Por contra, además del de Zahara-El Gastor, el que más vacío está actualmente es el de Bornos, con un 13,32%.
La excepción de Grazalema
Grazalema siempre ha sido famosa por ser la localidad de España en la que más precipitaciones se registraban. Y en la última semana ha cumplido con las expectativas y ha sido el lugar en el que más ha llovido en la provincia, llegando a acumular 42,4 litros en tan sólo 12 horas, un registro que alcanza el nivel 1 de alerta de la Agencia Estatal de Meteorología.
Pese a ello, en la aldea gala de la sequía gaditana siguen esperando que la lluvia sea frecuente hasta bien entrada la primavera, algo que ya ha sucedido en otros años en los que los inviernos han sido muy secos. Buena falta hace para paliar los problemas de agua que están experimentando casi todas las regiones de España.
