BODEGAS

Tío Pepe presenta un ERE para sobrevivir a la inflación y a la subida de las materias primas

La salida afecta a 22 trabajadores del área comercial y logística, la mayor parte de ellos del centro de Jerez

González Byass inicia un proceso de ajuste que incluye la congelación salarial y la venta de algunos activos

Tío Pepe, un símbolo histórico de Jerez LA VOZ

JAVIER RODRÍGUEZ

CÁDIZ

La empresa bodeguera González Byass, que comercializa la marca Tío Pepe, entre otras, negocia un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a 22 miembros de su plantilla. El recorte se centra directamente en las secciones de administración, logística y comercio, según fuentes consultadas por LA VOZ. Se trata del personal que no está bajo el amparo del convenio de la Vid y que se encuentra adscrito a Distribución y Servicios Corporativos.

El anuncio de esta medida se hizo el pasado 8 de septiembre y, desde entonces, se han sucedido varias reuniones con los representantes de los trabajadores para definir las condiciones de la salida de este personal. Se trata de un despido objetivo, es decir, la empresa jerezana alega motivos económicos para adelgazar su plantilla y poder enfrentarse en mejores condiciones a la caída de ventas que se le ha venido encima.

Empresa y trabajadores han mantenido en el último mes tres reuniones para alcanzar un acuerdo que mejore las condiciones del ERE y se ha logrado que los afectados pasen de 24, en un principio, a 22. Percibirán 21 días por año trabajado y 12 mensualidades. La firma del ERE tiene que contar con el visto bueno el próximo 26 de octubre. La empresa no ha admitido ni bajas voluntarias ni recolocaciones.

En la reunión del pasado 1 de octubre, la dirección de Recursos Humanos de la compañía puso sobre la mesa los motivos que la han llevado a tomar esta drástica medida laboral.

Así, y por orden, destaca la caída del consumo global de vino, el alza del coste de las materias primas, la mala cosecha y la inflación. No son los únicos motivos que argumenta la empresa para el ERE, ya que también se hace eco del problema con el negocio de Filipinas con pocas perspectivas de mejora. Además la compañía destaca la caída de las ventas, los tipos de interés altos y el apalancamiento del sector.

En 2023, González Byass registró unas ventas netas de 240 millones de euros y una facturación bruta de 331 millones de euros, igualando las ventas netas del año anterior. Pero no es un resultado suficiente para capear su crisis interna. La empresa experimentó un descenso del 11% en su Ebitda (ingresos netos) debido a las presiones inflacionarias, pero logró compensar el enfriamiento del mercado asiático gracias al crecimiento en América y a la fortaleza de sus marcas.

Ante esta situación, la dirección ha informado a los trabajadores que se han acometido acciones para amortiguar la caída. Por un lado, unificar el área de atención al cliente y la centralización de procesos para evitar duplicidades en Europa. En cuanto a medidas de ahorro se prevé la congelación salarial, no convenciones de ventas, política de viajes restrictiva y la venta de activos; alguna bodega y alguna finca

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