El pueblo de Cádiz famoso por sus dulces de Navidad: ¿cuál es?

Una tradición arraigada en muchas familias gaditanas es desplazarse hasta Medina Sidonia en el mes de diciembre para la compra de dulces navideños. El pueblo ha crecido en torno a esta industria que le ha proporcionada fama y le ha convertido en un referente de la repostería navideña.

Un trabajo artesanal que ha perdurado a lo largo de los años y que ha pasado de generación en generación, tanto en las empresas familiares como en los dos conventos que trabajan el dulce. Aromas de Medina, Sobrina de las Trejas, Nuestra Señora de la Paz y los obradores de los conventos Jesús, María y José y San Cristóbal son los puntos donde podemos comprar unos riquísimos alfajores, mantecados o turrones.

Pero más allá de los dulces navideños, una visita a Medina siempre es una buena idea. Es posible conocer su conjunto histórico-artístico, declarado Bien de Interés Cultural, lleno de iglesias, conventos, casas señoriales y preciosas plazas. Está considerada como el Balcón de la Bahía por sus privilegiadas vistas, que son espectaculares si subimos hasta el punto más alto, donde está el castillo.

Las murallas medievales con los arcos de la Pastora, del Sol y de Belén, desde donde podemos acceder a la Iglesia de Santa María la Mayor la Coronada, de principios del siglo XVII, y que está construida sobre una mezquita.

También resulta interesante la visita al Museo Arqueológico que nos permite conocer de primera mano las cloacas y el alcantarillado de una urbe romana. Además, también se puede ver un tramo de una calzada romana del siglo I.

Una visita que siempre podemos endulzar con los sabores tradicionales gracias a los olores procedentes de los distintos obradores que toman las calles de Medina Sidonia cuando se acerca la Navidad.