Tribunales

Víctimas del médico de Estepa que grababa a pacientes denuncian amenazas para que se retiren del caso

Las letradas de la acusación particular contra este facultativo, que ejercía como médico de familia en este municipio, advierten que actuarán contra estas acciones «y sus incitadores»

El médico, de espaldas, durante el registro en una de sus consultas ABC

Silvia Tubio

Badolatosa es un pequeño municipio de apenas 3.000 habitantes situado en la periferia de la provincia de Sevilla, en la Sierra Sur. La noticia de la detención del médico de familia que había ejercido allí por grabar a sus pacientes, ha supuesto un revuelo importante en un entorno tan pequeño, sobre todo porque las primeras víctimas que se animaron a denunciar y que propiciaron la apertura de una investigación, son de ese municipio. Sus abogadas se han visto obligadas a emitir un comunicado este martes denunciando que sus clientas están siendo amenazadas y acosadas para que se aparten del caso.

«También se está intentando tergiversar la realidad para enmascarar los hechos. Estas acciones y sus incitadores serán denunciados en el momento procesal oportuno. Las víctimas son aquellas a las que han vulnerado sus derechos, no quienes se saltan la ley. No permitiremos el acoso a ninguna víctima y se tomarán las medidas legales que el Estado de Derecho nos permite», señala el citado comunicado, firmado por las letradas Rocío Ruiz y Eloisa Núñez , del despacho Ruiz&Jaime Asociados.

Insinuaciones de que pueden sufrir escarnio público o cuestionar la veracidad de sus denuncias son algunas de las consecuencias que están sufriendo estas mujeres por denunciar al médico del pueblo . Las letradas recuerdan que gracias al buen hacer de la Guardia Civil, las denuncias están prosperando y que ha sido el juzgado el que decretó el ingreso en prisión en un auto donde la juez subrayaba la gravedad de los hechos que le imputan al facultativo.

El pasado miércoles 22 de septiembre, el juzgado nº 2 de Estepa enviaba a prisión provisional y sin fianza a Juan Manuel L. B., de 64 años, por un delito continuado contra la intimidad . En una investigación llevada a cabo por la Guardia Civil, bautizada con el nombre de operación Vicónsul , los agentes estiman que este médico, que ejercía en el centro de salud de Estepa, pero que también pasaba consulta en otras localidades como la citada Badolatosa o Morón , podía haber grabado sin su consentimiento a más de un centenar de pacientes durante dos años. Según el Instituto Armado, se colocaba el teléfono móvil en el bolsillo de la camisa, con la cámara encendida y enfocando hacia sus víctimas cuando las estaba explorando.

Además de denunciar el acoso que están sufriendo algunas de las víctimas, las letradas piden a los medios que preserven la identidad de las denunciantes . «Nos consta que ha habido algunos periodistas que han intentado contactar con ellas a través de su entorno. Pero quieren permanecer en el anonimato y queremos que se respete su deseo».

Las abogadas que ejercen la acusación particular hacen un llamamiento para que aquellas pacientes que no hayan dado el paso por miedo, se sientan arropadas para que denuncien. «Aglutinaremos al mayor número de víctimas para conseguir una condena acorde a los hechos realizados, sin precedentes, en un caso de estas características».

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