Florencio Salvador Díaz y Asunción Linares, vecinos afectados
Florencio Salvador Díaz y Asunción Linares, vecinos afectados - B.M.
LA SALADA

Vecinos de una pedanía de Estepa, desesperados sin agua potable ni saneamientos

Piden ayuda porque en la aldea de La Salada se agotan los acuíferos y las aguas residuales van a pozos ciegos

ESTEPA Actualizado: Guardar
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Los vecinos de la pedanía estepeña de La Salada piden desesperadamente que se resuelvan de una vez por todas los graves problemas de abastecimiento de agua que sufre esta aldea estepeña. «En pleno siglo XXI no se puede concebir que una población de Sevilla, por pequeña que sea, no tenga agua potable ni saneamiento. Es un derecho que viene recogido en la carta de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas», señala Florencio Salvador Díaz a ABC Provincia.

Como fundador y presidente de la asociación vecinal San Isidro de La Salada, explica cómo este núcleo urbano (con unas 30 casas) sostiene de su propio bolsillo las necesidades básicas de agua gracias a dos pozos, uno de 60 metros de profundidad y otro de 135 metros que hace poco se rompió.

«Es un problema que no acaba nunca. El año pasado pagamos 1.700 euros para arreglar el pozo pequeño, ahora nos enfrentamos a un gasto de unos 3.300 euros para arreglar el grande».

Los problemas de abastecimiento de agua y saneamiento no son nuevos en La Salada. En el pasado fue un gran núcleo agrario vecino a Estepa. Tras un radical proceso de despoblación, la zona comenzó a revitalizarse hace unos 30 años. Ya por aquellos años la búsqueda y agotamiento de acuíferos se convirtió en algo habitual. Un problema que los mismos vecinos decidieron resolver por sus medios.

Los problemas fundamentales se traducen de esta forma en el riesgo de suministro de agua seguro y el sistema de saneamiento que provoca la situación de la aldea, donde las viviendas disponen de pozos ciegos para deshacerse de las aguas residuales.

Asunción Linares, vecina de la aldea resalta la mala calidad del agua, que al ser muy salina produce que los electrodomésticos se rompan. «El año pasado tuve que tirar la lavadora porque la fortaleza del agua la destrozó».

Pero ese mismo agua es la que tienen que utilizar para la higiene personal. «Algunos vecinos tienen dermatitis y pequeños problemas con la piel derivados de la mala calidad de nuestra agua», añade el presidente de la asociación. Asunción explica, además, que el agua de las casas se vierte por un caño que sale al campo. Unos vertidos que no cumplen con las normativas de Medio Ambiente y que provocan que la aldea quede en ocasiones envuelta por un olor desagradable, más «la proliferación de ratas e insectos».

«Nosotros no queremos buscar culpables ni echar las culpas a unos partidos políticos u otros, sólo queremos hacerle llegar a las administraciones públicas, principalmente a la Junta de Andalucía y la Diputación, nuestra situación de urgencia», resalta Florencio Salvador.

Los vecinos tuvieron esta semana una reunión en el Ayuntamiento, donde explicaron su situación en una visita del senador Javier Arenas, y la diputada provincial Carolina González Vigo, que aseguró que «vamos a proponer a partir de la semana que viene una vía de colaboración a tres bandas, entre Junta de Andalucía, Ayuntamiento y Diputación, para poner solución aun problema real que tienen los vecinos».

La delegada de Turismo de Estepa, María Remedios Olmedo, aseguró que «es un problema muy complejo, pero vamos a dar los primeros pasos para conseguir traer el agua o redactar un proyecto para iniciar su solución».

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