Las Cabezas de San Juan

El peaje de la autopista AP-4 levanta las barreras entre pitidos de alegría

Las últimas horas de la concesión de explotación de la vía rápida transcurren sin incidentes y con la afluencia de tráfico habitual

Una de las cajeras del último turno del peaje de la AP-4 de Las Cabezas de San Juan procede a ordenar el levantamiento de las barreras Alejandro Hernández

Alejandro Hernández

Tres minutos antes de las 20:30 del 31 de diciembre, noche cerrada en el Bajo Guadalquivir, una de las cajeras que cubrían el turno en el peaje de Las Cabezas de San Juan de la autopista AP-4 procedía al levantamiento de las barreras con lo que acaban 48 años de concesión administrativa para la explotación de la históricamente primera autopista de peaje de Andalucía, la Autopista del Sur con 94 kilómetros de longitud y con una intensidad media diaria de vehículos de 24.477 , más de 1.500 pesados y cerca de 23.000 ligeros, según datos aportados por la concesionaria.

Una hora antes los operarios de Aumar, la empresa concesionaria, filial de Abertis, iniciaron el proceso de liberalización en todos los peajes de acceso cerrando los viales para tarjetas de crédito y dejando solo en funcionamiento los de cobro manual y telepeaje , de los que dos por cada sentido se habilitaron como acceso libre una vez que se levantaron las barreras.

Numerosos vehículos aguardaban desde 15 minutos antes en los arcenes a la entrada del peaje esperando la subida definitiva de las barreras, aunque también muchos pagaron aún sabiendo que poco después no tendrían que hacerlo. El último vehículo que abonó el peaje en Las Cabezas de San Juan en uno de los viales de cobro manual lo hizo dos minutos antes de la liberalización y tomó dirección a Sevilla.

Los que optaron por esperar cruzaron tocando repetidamente el claxon en signo de alegría a los que se unió un grupo de vecinos de Las Cabezas que se desplazó, botella de rioja a cuestas, hasta el peaje para celebrar el acontecimiento. «Ya era hora, llevamos mucho tiempo esperando» , comentaron a ABC, «estamos muy contentos, ya tocaba».

Un grupo de vecinos de Las Cabezas no dudaron en desplazarse hasta el peaje para celebrar su final Alejandro Hernández

La tristeza de la última cajera

María de los Ángeles Perea ha sido una de las dos cajeras que cubrieron el último turno en las cabinas de pago manual del peaje de Las Cabezas de San Juan. Se mostraba contrariada porque se queda en el paro , como todos los trabajadores contratados por ETT, muchos de ellos cabeceños.

«Estoy indignada. Lo han quitado y ahora qué », señaló la cajera a este medio, «me reincorporé hace tres meses tras una dura enfermedad y ahora me quedo en el paro». Perea espera del alcalde de Las Cabezas de San Juan, el socialista Francisco José Toajas , «que nos dé una alternativa laboral a los 50 vecinos del pueblo que nos quedamos sin trabajos por el final del peaje».

Estos trabajadores firman contratos de seis meses con la ETT, uno por año «desde al menos siete años», aclara la cajera que subrayó que no tenía «problemas con la empresa». Como desde hace tres meses finalizó su turno haciendo la liquidación de la caja. « Hoy ha sido un día normal, sin problemas , aunque como siempre hemos tenido que soportar los insultos de gente que nos dicen aquello de ya está bien de robar y que no entiende que nosotras somos solo trabajadoras».

Alegría en Lebrija, Las Cabezas y El Cuervo

Durante todo el último día de 2019 en los tres pueblos sevillanos del sur del Bajo Guadalquivir, Lebrija, Las Cabezas de San Juan y El Cuervo de Sevilla, en todas las conversaciones familiares, de amigos e incluso en los trabajos no ha faltado una referencia a la liberalización de la autopista , a la eliminación del peaje de la AP-4. Y es que 48 años pagando por ir a Sevilla o a Cádiz, por ir a trabajar, de ocio o al hospital de Valme, son muchas décadas de discriminación para las más de 50.000 personas que habitan las tres localidades y sus pedanías.

El peaje siempre se ha visto como un yugo, un peso , un añadido que afectaba negativamente en el desarrollo económico de la comarca y también en la vida cotidiana de las familias. Lo que se acogió con alegría, la construcción de la vía rápida, con el peaje y las sucesivas renovaciones de la concesión acabó convirtiéndose en un lastre que para colmo la ciudadanía lo relaciona con los numerosos accidentes contabilizados en la Nacional IV. Es lógico que lebrijanos, cabeceños y cuerveños celebren con alegría y alivio la eliminación de las barreras de la Autopista del Sur.

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