Tribunales

La «partida de ajedrez» de «los caseros» contra «los raspas» que acabó con un asesinato en Écija

La Audiencia ha acogido este jueves la primera sesión del juicio con jurado contra un abuelo, un hijo y dos nietos por matar a un miembro de un clan rival durante una pelea con el mercado del tabaco ilegal como trasfondo

Los dos hermanos y el padre acusados por el asesinato de un miembro del clan rival en Écija Juan Flores

Jesús Díaz

Por un lado, el clan familiar conocido como «los caseros»; por otro, «los raspas». Éstos son los protagonistas de la pelea que tuvo lugar en una finca del camino de Cuesta Blanca, a las afueras de Écij a y propiedad de la primera familia, en la tarde del 22 de octubre de 2018. Como resultado de aquel enfrentamiento, Manuel R.F., de 44 años y miembro de «los raspas» perdió la vida por el impacto de los perdigones recibidos por un disparo de escopeta. Por aquellos hechos se sientan desde este jueves en el banquillo de los acusados Manuel R.M., Manuel R.P., José Manuel R.M. y Jesús R.M., abuelo, hijo y dos nietos. Para el fiscal, lo que sucedió aquella tarde fue «una emboscada» de los acusados , « perfectamente colocados como en un tablero de ajedrez », contra «los raspas». Por su parte, las defensas hablan de un ataque de una veintena de miembros de la familia « armados hasta los dientes » y sus clientes sólo pararon el ataque como pudieron.

Los nueve miembros del jurado popular, en su mayoría mujeres, tienen por delante la no sencilla tarea de dilucidar sobre la culpabilidad o no de los cuatro acusados. Jesús R.M., el más joven, está acusado de asesinato, lesiones y tenencia ilícita de armas y se enfrenta a 33 años y medio de cárcel . Ha llegado a la Audiencia de Sevilla esposado desde la prisión, donde se encuentra con carácter provisional junto a su padre, Manuel R.P, para quien el Ministerio Público solicita 14 años de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa contra un hermano de la víctima. Precisamente, es la misma pena y el mismo delito que exigen para el abuelo de «los caseros», que hoy ha asistido a sesión sobre una silla de ruedas por los problemas de movilidad.

El último de los acusados es José Manuel R.M., hermano del principal acusado. La Fiscalía solicita para éste un año de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas; el pago de una multa de 600 euros por un delito de lesiones, y dos años de prisión por un delito de amenazas .

Los hechos, según la Fiscalía

La Fiscalía cree y así lo intentará hacer ver al jurado que sobre las 16.00 horas del 22 de octubre de hace dos años, la víctima se dirigió junto a otras seis personas de su familia a una finca ubicada en el camino de Cuesta Blanca. Las defensas, por su parte, tratarán de demostrar que «los raspas» eran más, entre diez y veinte.

La casa era propiedad de la familia de los acusados, dos de los cuales, abuelo e hijo, fueron a la verja de entrada donde los primeros se encontraban apostados y facilitaron su entrada a la propiedad. En este punto también discrepan las defensas, pues aseguran que la puerta de la finca fue forzada .

Una vez en el interior, «se inició una contienda» en la que, en primer lugar, miembros de la familia de la víctima se abalanzaron sobre el abuelo acusado . «Le dieron una paliza a éste y a su hijo», según el abogado defensor, quien ha advertido que si no es por la actuación de los nietos seguramente hoy estarían muertos.

El abuelo acusado de participar en los hechos Juan Flores

Seguidamente, uno de los dos nietos, José Manuel R.M., «con ánimo de infundir temor serio, real y efectivo a los miembros de la familia rival», disparó al aire con un arma corta gritando «al suelo» .

Al mismo tiempo, el principal investigado, Jesús R.M., «de forma sorpresiva e imprevista para los miembros de la familia rival que allí se encontraban, y con ánimo de atentar contra la vida e integridad física» de los mismos, efectuó varios disparos con una escopeta de cartuchos de perdigones que impactaron en la víctima y en cinco de sus familiares.

Ante los disparos, los miembros de la familia del fallecido emprendieron la huida de la finca, pero uno de ellos fue interceptado por los investigados. El padre, «con ánimo de atentar contra su vida e integridad física», le asestó tres puñaladas , mientras que otro de los acusados, «con ánimo de atentar contra su integridad física», le golpeó con el cañón de la escopeta recién detonada en el costado izquierdo, provocándole una «importante» quemadura. Mientras el abuelo decía «mátalo, mátalo» .

Para la Fiscalía el origen de la visita y posterior disputa «era consecuencia de la controversia que miembros de las dos familias mantienen acerca de la venta ilícita de tabaco en la comarca ». Precisamente, el mismo día 22 por la mañana miembros de las dos familias provocaron un altercado en Córdoba.

El fiscal ha trasladado al jurado durante el trámite de alegaciones previas que los cuatro acusados son criminalmente responsables de los hechos descritos, unos hechos «deleznables». Ha pedido a los miembros del tribunal popular que no se dejen engañar por las «formas y puestas en escenas», en alusión a los enjuiciados, y se centren en los hechos y pruebas. « No se guíen por el físico actual pues en la recreación de los hechos verán algo muy diferente» , ha añadido.

Para el representante del Ministerio Público, los miembros de «los caseros» actuaron con alevosía. Fue «un ataque premeditado, una emboscada. Citaron a las víctimas a traición. Estaban perfectamente situados los cuatros, como en un tablero de ajedrez, sabiendo lo que tenían que hacer a la señal. Jesús cumplió su papel, el más fuerte y el más joven», ha explicado.

Ha advertido a los jurados de que por la sala pasaran muchos testigos directos de lo ocurrido en la finca, los miembros de «los raspas». «Estoy convencido de si van sólo dos o tres miembros de los raspas hoy no tendríamos testigos porque hubiesen salido de allí con los pies por delante », ha admitido.

«Armados hasta los dientes»

El primer turno de las defensas ha sido para Francisco Baena Bocanegra, abogado de los dos hermanos. Con intensidad e ímpetu en la exposición, ha instado a los jurados a que se preguntan por qué se han cometido los hechos , advirtiendo, tras oir a las acusaciones, que no todo es del color del que se lo pintan.

Para la defensa, en la finca no entraron seis miembros de «los raspas», sino diez hombres «hechos y derechos armados hasta los dientes y una mujer». Los abogados defensores rechazan la idea del contrabando como causa de la disputa. «No hay sentencia ni se juzga aquí», ha dicho Baena, preguntándose entonces para qué fueron a la casa de sus clientes. «¿para pedir explicaciones? ¿Y necesitan ir once personas e invadir una propiedad ?».

Considera que la reacción de los hijos, autores de los disparos al aire y a las víctimas, fue en defensa del abuelo y del padre, que estaban siendo apaleados por una «panda de violentos». A su parecer, coger la escopeta fue la única manera de Jesús de parar la agresión a su padre y pegar un tiro al aire «no es una amenaza», en relación a la acción del otro hermano que defiende.

« La Justicia es lenta y puede ser su mayor reproche, pero es segura, implacable », ha concluido Baena Bocanegra. El abogado defensor del abuelo y el padre de los anteriores, ha reiterado durante su intervención de que si no es por la reacción de los hijos hoy estaríamos celebrando un juicio por la muerte de ambos, señalando al jurado que son personas débiles por edad y enfermedad.

Ha rechazado que se hable ahora de «emboscada» de sus clientes a la familia rival, pues fue ésta quien atacó a «los caseros», que intentan defenderse ante la agresión de una veintena de personas .

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