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El palaciego Rafael Curado Tejero se proclama campeón de España de duatlón cross
Ha pasado de ser una promesa del ciclismo a cosechar numerosos éxitos internacionales
Rafael Curado se ha proclamado campeón de España de duatlón cross en la categoría de 35-39 años en una prueba celebrada en Avilés durante los días 7 y 8 de abril y en la que se dieron cita los mejores deportistas de esta disciplina (más de 1.700 atletas entre todas las categorías individuales). De este modo, el palaciego suma un nuevo título a su brillantísimo palmarés (es la cuarta vez que Curado consigue subirse al cajón más alto del podio en dicha prueba).
La victoria en Asturias corrobora por enésima vez el resurgir de este deportista de raza. Y es que pese a que su carrera luce cargada de éxitos, está marcada por un desgraciado episodio del que, a la vista está, ha sabido reponerse a base de esfuerzo y tenacidad.
Rafael Curado era un niño prodigio del ciclismo, soñaba con ser como Miguel Induráin, pero algo truncó su meteórica carrera cuando estaba a punto de dar el salto al primer equipo de Kelme. Un automóvil le embistió por detrás mientras entrenaba con un amigo cerca de Dos Hermanas, en uno de los numerosos tramos conflictivos de la carretera que une la localidad nazarena con Los Palacios y Villafranca. Tenía veinte años cuando aquel maldito coche le arrolló a él y a sus ilusiones de convertirse en un ciclista de élite.
El suceso le dejó múltiples cicatrices en el cuerpo e importantes secuelas psicológicas . «Con el accidente me vine abajo, me cambió el chip», reconoce. El miedo a exponerse a otro accidente motivó que decidiera tajantemente abandonar la práctica deportiva.
Pero algo en su interior se resistía a admitir que su carrera expirara con aquel descuido del azar. Pasaron nueve años hasta que ese chip volviera a conectar con su espíritu competitivo de esfuerzo y de superación, ése que una década atrás le convirtiera en una firme promesa del ciclismo patrio.
El punto de inflexión para terminar con su renuncia al deporte tuvo lugar mientras observaba como público la duatlón de Los Palacios y Villafranca. A partir de ahí el peso de las carreras no corridas le pudo más que el trauma del accidente. Así, retornado de las profundidades suyas, comenzó a entrenar como antaño , con la mentalidad con la que solo entrenan los que verdaderamente aman el deporte y llevan la palabra campeón registrada en su ADN.
Desde 2006 hasta ahora ha obtenido infinidad de trofeos. Por ejemplo, en 2015 se proclamó campeón de Europa , y ha sido varias veces campeón del circuito provincial de Sevilla de duatlón y triatlón. Pese a tener 39 años, Rafael aún se siente muy fuerte física y mentalmente. De hecho, actualmente es subcampeón del Mundo, merced al título que consiguió en agosto del año pasado en el mundial celebrado en Canadá.
Todos estos éxitos consiguen de algún modo hacer justicia con su propio destino, que le deparaba, la felicidad del círculo cumplido, de sentirse realizado, demostrando a su vez, que la mayor y más importante competición que se puede afrontar es contra uno mismo.
Niño prodigio del ciclismo español
Abrazado a un manillar desde pequeño, Rafael fue un niño prodigio de la bici. Los títulos de campeón de Andalucía de ciclismo en carretera en la categoría cadete, campeón juvenil de Cataluña y medalla de bronce del campeonato de España juvenil , pronto le granjearon una gran reputación a nivel nacional en el mundo de las dos ruedas, siendo el Kelme , uno de los equipos más potentes del circuito mundial, el que apostó por él. Pasó tres años entrenando y compitiendo con gente como Alejandro Valverde, Purito Rodríguez o el malogrado Xavier Tondo.
