Sucesos

Crimen de Estepa: refuerzan la seguridad por el riesgo de venganza

La Guardia Civil halla restos en la vivienda donde Adrián mató y descuartizó a Rocío Caíz durante la reconstrucción del crimen

El furgón policial donde fue trasladado el detenido iba escoltado por vehículos de la Guardia Civil Manu Gómez

Silvia Tubio

El asesinato de Rocío Caíz ha zarandeado a la sociedad con tanta fuerza que las concentraciones, mensajes de protestas y condenas se suceden más allá de la provincia sevillana. El crimen ha sido atroz y además ha coincidido en el tiempo con la terrible resolución del caso de Canarias. Tres niñas asesinadas (Rocío habría alcanzado la mayoría de edad el próximo día 20) tiene un impacto mayúsculo en las emociones. En Estepa y Martín de la Jara se teme, además, que el crimen de la joven tenga una respuesta en forma de venganza. Familiares de la menor así lo han expresado en público. Por eso ayer se dispuso un dispositivo policial que se desplegó de manera más o menos discreta en ambas localidades.

Agentes venidos de municipios próximos a Martín de la Jara se sumaron al despliegue para calmar los ánimos. En Estepa, el otro punto de referencia, la Guardia Civil vigila desde el jueves la vivienda de la familia de Adrián, el asesino confeso. Desde que se conoció el hallazgo de los restos de Rocío y la confesión de su expareja, el Instituto Armado mantiene bajo vigilancia esta casa de la plaza La Norieta.

No es el mismo domicilio donde Adrián, de 23 años, mató y descuartizó a su exnovia. Hasta allí fue conducido ayer para que realizara una reconstrucción del crimen. El refuerzo de las medidas de seguridad eran también evidentes. El detenido no pasó la noche en dependencias policiales de Estepa para evitar que se produjeran incidentes en el exterior. Se optó por trasladarlo a otro cuartel que desde Guardia Civil no confirmaron por motivos de seguridad. El joven llegó al bloque de viviendas en un furgón de presos con el que era imposible captar una sola imagen de él. El vehículo entró por el garaje, situado en la calle Erillas Blancas , impidiendo así que el detenido tuviera ningún contacto con el exterior. La reconstrucción no arrancó hasta pasada la una de la tarde; lo que facilitó que afuera, junto a los medios de comunicación que seguían la noticia, se reunieran vecinos y amigos de la víctima como Brenda, una íntima de Rocío, quien rompió el cordón policial y se avalanzó sobre el furgón que transportaba a Adrián. Fue frenada por los guardias civiles.

Vestigios en la vivienda

Durante la reconstrucción del crimen, el asesino describió cómo descuartizó el cuerpo de la joven. En presencia de su letrado y de la jueza, fue aportando información que sirvió para rescatar vestigios . La inspección en el interior de la vivienda se prolongó durante cinco horas. Sobre las cuatro de la tarde acudía el médico forense para recoger esos restos humanos presuntamente de Rocío Caíz. El detenido salió de nuevo en el furgón, que iba escoltado por dos vehículos más de la Guardia Civil, sobre las seis de la tarde. La vigilancia era importante.

Un agente lleva dos palanquetas al interior de la vivienda Manu Gómez

El delegado del Gobierno, Pedro Fernández , confirmó ayer algunos datos de la investigación que está declarada secreta por el juzgado 1 de Estepa. Los restos mortales fueron encontrados en tres bolsas que Adrián repartió en distintos puntos de Estepa. Por la mañana se informaba que se había recuperado íntegramente el cadáver «a pesar de las circunstancias tan macabras», indicó Fernández. Sin embargo, el registro posterior en la vivienda lo desmintió.

Se entregó en Herrera

Adrián no fue arrestado en Estepa. El mismo jueves se marchó de la localidad. Se cree que trataba de huir al no soportar la presión que estaban ejerciendo los investigadores sobre él. «Ante la constancia de que estaba siendo totalmente acorralado y que prácticamente iban a detenerlo, se entregó voluntariamente ante la Policía Local de Herrera», indicó el delegado del Gobierno.

Ese comportamiento es diametralmente opuesto al que había mostrado días antes, incluso ofreciendo entrevistas en los medios de comunicación declarando su inocencia y anunciando que se querellaría contra todo aquel que lo incriminara.

A la familia de Rocío la llamó por teléfono la mañana siguiente a la desaparición de la menor, el pasado 3 de junio. Les dijo que la joven se había marchado con un chico de madrugada y que no sabía nada de ella. Estaba tratando de montar su coartada. Junto a la llamada, la madre recibió unos mensajes de whatsapp que supuestamente le envió su hija y que le anunciaba que se iba a trabajar a Badajoz. La información que arrojaba el terminal, cuya última señal no había salido de Estepa, no coincidía con el mensaje que le decía que acababa de llegar a Loja (Granada). Esa parte de la investigación confirmó que el testimonio que había dado Adrián hacía aguas.

El detenido pasará a disposición judicial este fin de semana. Los restos mortales de la menor no han podido ser entregados aún a la familia tras el último hallazgo de vestigios en la vivienda del asesino. Desde las autoridades se confía en que este terrible crimen machista no traiga más fatales consecuencias. Un bebé de 4 meses ha quedado huérfano.

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