Durante el siglo XVIII un muro dividía en dos partes la zona de baño público para hombres y mujeres
Durante el siglo XVIII un muro dividía en dos partes la zona de baño público para hombres y mujeres - A.L.
LA LUISIANA

Las aguas termales que curan úlceras, reuma y hemorragias, atractivo turístico de La Luisiana

El Ayuntamiento sevillano, que descartó hacer un balneario por falta de dinero, pondrá en valor los baños romanos a cuyas aguas se atribuyen propiedades medicinales desde hace siglos

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Cura o al menos templa toda flucción cálida y enfermedades producidas por ellas», aseguraba en 1796 el médico de La Luisiana D. Antonio Baena sobre las aguas surtidas por los Baños Romanos de la misma localidad en varios testimonios recogidos en sus archivos.

Aunque en la actualidad el yacimiento arqueológico sea prácticamente desconocido, las propiedades termales y medicinales de las aguas que en él afloran han sido apreciadas desde su creación en el siglo I, cuando nobles y patricios de urbes como Écija o la antigua Obúlcula en Fuentes de Andalucía acudían a ellos para beneficiarse de sus cualidades terapéuticas.

«Durante su restauración constatamos en documentos históricos que el reconocimiento médico de sus propiedades era algo real, no un simple rumor del pueblo», explica Juan Manuel Huecas, arqueólogo que dirigió la rehabilitación de los baños entre 1994 y 2004 a través de una escuela taller.

Es algo que también pudieron comprobar directamente durante la intervención en el yacimiento, cuando conocieron a una mujer que venía cada año de Barcelona para aliviarse de una dolencia de la piel con las aguas de su piscina principal, la más grande que se conserva en España, con unas dimensiones de 35 metros de largo por tres metros de ancho y 1,75 metros de profundidad.

Las razones por las que estas aguas tienen propiedades medicinales son aún desconocidas, pues, como corrobora el arqueólogo, durante la intervención no se halló la roca madre que les otorga sus cualidades curativas, ni tampoco los hornos que presumiblemente calentaban el agua para el baño. No obstante, los análisis realizados por un laboratorio constaron que se trata de una agua bastante bicarbonatada y de «alta calidad minero-medicinal».

Apertura al público

Aunque el proyecto de construir un balneario en la zona aprovechando las cualidades termales de sus aguas se abandonó hace años por falta de financiación, el Ayuntamiento quiere poner en valor los baños y abrirlos a la visita del público. No obstante, en a la actualidad el edificio forma parte de la Ruta Bética Romana y, previo aviso al Ayuntamiento, pueden visitarse.

Este nuevo impulso será posible a través de una subvención de 104.000 euros otorgada por la Diputación de Sevilla, que va a permitir al Ayuntamiento subsanar los desperfectos que han surgido desde su restauración y terminar de adecentar la zona.

Así, en los próximos seis meses el Ayuntamiento terminará el cerramiento exterior del conjunto, reparará algunos daños en el edificio y adaptará su accesibilidad a la normativa, así como repondrá la línea eléctrica y llevará a cabo mejoras en la pavimentación, informa el arquitecto técnico del Consistorio,Eduardo Martínez. También se ha presentado un proyecto para dotar a la zona de señalética y mobiliario urbano.

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