LABORAL
El segundo asalto en el conflicto del transporte urbano de Cádiz acaba sin acuerdo y con la huelga en pie
La reunión entre las partes este sábado culminó en «decepción al no existir el más mínimo acercamiento»
La plantilla cumple diez días de paro y, de momento, no hay solución a reivindicaciones clave como la subida salarial o los minutos de descanso al final de cada trayecto
Los trabajadores irrumpieron el viernes en el Ayuntamiento de Cádiz y lograron hablar con el alcalde
La fumata blanca se resiste en el conflicto laboral que mantienen los conductores de los autobuses urbanos de Cádiz con la empresa Tranvía de Cádiz a San Fernando y Carraca SA. El segundo asalto entre las partes celebrado este sábado ha terminado igual que el del jueves: sin acuerdo. La plantilla lleva diez días de huelga con unos servicios mínimos del 50%. Su principal reivindicación consiste en introducir mejoras en el nuevo convenio colectivo que permitan un horario algo más flexible entre parada y parada para garantizar, por un lado, la salud del conductor y, por otro, un mejor servicio a los usuarios.
La situación de los trabajadores derivó el pasado viernes en un acto de protesta sin precedentes, ya que los manifestantes que se encontraban ante las puertas del Ayuntamiento de Cádiz decidieron entrar en tropel hasta la Alcaldía para entrevistarse con el regidor, Bruno García, que los atendió y facilitó la segunda reunión que se ha celebrado este sábado en las oficinas de la compañía.
Casi un centenar de trabajadores, muchos acompañados de sus familiares, incluidos sus niños, se adentraron en la Casa Consistorial, de manera pacífica, pero firme y ruidosa, reclamando ser recibidos por el alcalde, Bruno García, que hace ya una semana se comprometió con el comité a mediar en el conflicto.
La reunión de este sábado en el SERCLA acabó, según fuentes sindicales, en «decepción» después de nueve horas de debate. La empresa volvió a presentar su oferta y destacó que la subida salarial prevista no sería con cargo a IPC. Estiman que cada trabajador cobraría una media de 20 euros. Igualmente, el tema de los tiempos de descanso durante la jornada al final del trayecto ha sido objeto de controversia. Mientras que la empresa quiere ahora gestionar ese paquete de hasta quince minutos que se computan en una jornada al final de los trayectos. La huelga, por tanto y ante el fracaso de las negociaciones, se mantiene. Quedan eliminados los servcios especiales de fines de semana y festivos de la Línea 1 y Línea 7 como medida de presión.
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