SAN FERNANDO

La ecoescuela San Ignacio ya recibe solicitudes de admisión para el nuevo curso

El pasado 29 de enero fue declarada la Ruina Técnica y Económica del edificio de Primaria y se procedió al desalojo y posterior vallado

A pesar de los problemas de infraestructura, el centro cuenta con el mayor número de matriculaciones de alumnos en los tres últimos años

El edificio de primaria, vallado. Pepe ortega

Pepe Ortega

Chiclana

El perímetro de la ecoescuela San Ignacio ya está vallado. En la puerta del edificio de primaria hay un anuncio: abierto el proceso de entrega de solicitudes para el curso 2024/2025. Varias familias ya han ido a recoger el impreso de admisión. «Ayer vinieron dos a recoger el impreso de admisión. Yo me emocionaba porque con esta jugarreta, que todavía haya familias que lo tengan claro, es un orgullo», explica Jose Luis Romero, director del centro. El pasado 29 de enero fue declarada la Ruina Técnica y Económica del edificio de Primaria en el informe técnico encargado por el Ayuntamiento de San Fernando. Es decir, el coste de la reparación es mayor a la de la demolición y construcción de uno nuevo.

En la red del partido de tenis entre administraciones están las familias, los trabajadores y, sobre todo, el alumnado. Ellos lo tienen claro: la ecoescuela San Ignacio está más viva que nunca. Carteles por los alrededores de la zona así lo demuestran. Piden el entendimiento de ambas partes. Mediante las redes sociales, las familias dan difusión a su situación. No quieren de ninguna de las maneras que se pierda el colegio del barrio. «Es un colegio que está abierto entre semana y hay actividades los fines de semana; es un colegio que está vivo», defiende el director del colegio, quien sostiene que los problemas en los edificios persisten desde 2017.

Las familias apuestan por el colegio

A pesar del estado del edificio, el centro cuenta con el mayor número de matriculaciones de alumnos en los tres últimos años. «El año pasado, cuando solicitaban el centro, yo le decía: »El colegio se cae, ¿sabe usted donde va a matricular a su hijo?« Y me decían que las cosas se arreglan pero encontrar un grupo humano como este y al lado de mi casa es muy difícil«, afirma José Luis Romero . Tan solo dos alumnos han abandonado el colegio. Sin embargo, el traspaso al edificio de infantil, debido al desalojo y cierre del principal, ha obligado a desprenderse de distintas aulas y proyectos que tenía el colegio por la falta de espacio.

Las familias piden el entendimiento entre ambas administraciones. PEPE ORTEGA

«El centro era el único en la zona con capacidad para dos líneas, pero ahora ya no, porque estamos en el edificio pequeño». Ahora, la sala de profesores es a la vez portería y almacén de los materiales de educación física. Ya no cuentan con salón de actos o biblioteca y el programa de radio tienen que grabarlo en un pasillo. «No hay derecho a trabajar en estas condiciones», sentencia el director de la ecoescuela. Además del profesorado, quienes más sufren son los niños y niñas, a los que se le mantiene «al margen de este calvario». «Le ponen unas ganas y una ilusión que es lo que nos da fuerza a los profesores», afirma. Las vallas del patio están adornadas con dibujos de los alumnos de 4 y 5 años en los que se aprecia el cariño por su colegio. Incluso, han mandado cartas al Ayuntamiento para pedir una solución.

La ausencia del servicio más importante es el del comedor. Desde que se declaró el estado de ruina, tienen que desplazarse hasta el CEIP Quintanilla, a 500 metros. Con todo lo que eso supone. Durante la borrasca Karlotta, fue necesario el servicio de taxis. Diariamente, la Policía Local hace un despliegue para garantizar la seguridad de los niños y niñas y la Consejería de Desarrollo Educativo ha proporcionado profesorado de apoyo. La actuación para adecuar el Office de cocina en el edificio de infantil y así tener el servicio de comedor no ha sido posible porque el centro no ha pasado la inspección del Organismo de Control Autorizado (OCA). El acondicionamiento energético se hará en verano para garantizar la seguridad.

Por otra parte, el Ayuntamiento de San Fernando ha cedido gratuitamente el suelo de una zona verde anexa al edificio de infantil para llevar a cabo una ampliación y ha enviado un borrador del convenio al respecto a la Junta de Andalucía, quien sostiene que «el estudio de un acuerdo no resulta factible en tanto no se hayan abordado y subsanado las deficiencias identificadas por la OCA».

Los vecinos defienden que el colegio permanezca en el barrio. PEPE ORTEGA

El próximo curso está en el horizonte. «Viendo las circunstancias, vamos a solicitar para el año que viene la instalación de aulas prefabricadas para el desarrollo de proyectos que hace el colegio. Pero eso solo es una solución a corto plazo», advierte José Luis Romero. En esta misma línea, la Junta de Andalucía ha afirmado que «va a solicitar información técnica al Ayuntamiento para ver la situación en la que se encuentra el patio del edificio de Primaria, como trámite previo para comprobar la viabilidad de establecer el aulario de módulos».

Ambas administraciones han verbalizado la voluntad de «trabajar de la mano» para encontrar soluciones a la comunidad educativa. La respuesta de la familia San Ignacio es contundente: el colegio está más vivo que nunca.

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