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Los pueblos de la Sierra aplauden los incentivos fiscales pero reclaman más acciones para luchar contra la despoblación
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La medida de la Junta de Andalucía es bien acogida de cara a atraer nuevos vecinos, aunque algunos regidores consideran que es insuficiente para paliar la problemática
Estos son los diez municipios de la provincia de Cádiz con problemas de despoblación
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Desde hace décadas, el éxodo a los grandes entornos urbanos ha traído consigo la pérdida de población en los pueblos que veían como los más jóvenes iban emigrando a la ciudad en busca de oportunidades con las que poder labrarse un futuro.
Ese hecho fue creando un bucle debido a que los habitantes de los pequeños municipios cada vez presentaban un perfil de edad más avanzada, lo que limitaba las opciones de las personas del perfil poblacional que abarca desde adolescentes a menores de 40 años, empujados a irse de su tierra.
De esa problemática saben mucho en varios pueblos de la Sierra de Cádiz, que desde hace años, y gracias también al avance de la tecnología, hacen políticas municipales orientadas a captar talento de profesionales que decidan irse a vivir a un lugar más barato y con una calidad de vida alta, y muy especialmente a retener a los hombres y mujeres nacidos en el territorio.
En esa línea, y para luchar contra la despoblación, la Junta de Andalucía va a ofrecer una serie de deducciones fiscales a quienes residan en alguno de los municipios de menos de 3.000 habitantes. En el caso de la provincia, los pueblos que entran en ese catálogo son Algar, Benaocaz, El Bosque, El Gastor, Grazalema, San Martín del Tesorillo, Setenil de las Bodegas, Torre Alháquime, Villaluenga del Rosario y Zahara de la Sierra.
Estas consisten en promover tipos reducidos en Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados o la deducción de un importe incrementado de 400 euros en el IRPF por nacimiento, adopción de hijos o acogimiento familiar de menores.
Entre los regidores consultados por este periódico respecto a estas medidas, hay unanimidad en cuanto al efecto positivo, aunque no todos creen que por sí mismas vayan a generar un impacto notorio en la población de sus municipios: «Es cierto que lógicamente ayudan al ser ventajas impositivas al ciudadano pero son absolutamente insuficientes», indica el alcalde de Zahara Santiago Galván.
Para ello, el socialista invita a complementar esos beneficios fiscales con servicios públicos de calidad que convenzan definitivamente a quienes se plantean una mudanza a la Sierra: «Nosotros desde el gobierno local estamos terminando un espacio de coworking y coliving espectacular con vistas increíbles para atraer talento a vivir aquí en pleno parque natural , pero si no tenemos buenos servicios educativos y sanitarios difícilmente la gente querrá asentarse en nuestro pueblo a pesar de que tenemos muchísimos servicios municipales».
El alcalde de El Bosque, el popular Rubén Corrales, aplaude la decisión del gobierno regional: «Vemos con buenos ojos la iniciativa de la Junta de Andalucía que apoyará con medidas a las poblaciones con menor crecimiento».
En una localidad con enorme tradición turística en la provincia, la población durante los fines de semana llega a triplicarse, Corrales aspira a que algunas de las personas que tienen segunda residencia puedan dar el paso de irse allí a vivir gracias al impulso de la bajada de la fiscalidad y otras medidas de corte local como la creación de una comunidad energética: «Hay muchas casas de segundas residencias de gente que no está empadronada pero que se prevé que con las nuevas iniciativas lo hagan próximamente».
«Recibo la noticia con mucha satisfacción, pero por otro lado veo que no se apuesta decididamente por los pueblos pequeños», responde a LA VOZ Isabel Moreno, alcaldesa de El Gastor que desde el pasado 12 de diciembre es también diputada en el Congreso, ocupando el escaño liberado por su compañero de partido Fernando Grande-Marlaska.
Moreno apunta en la misma dirección que su vecino Galván, expresando su preocupación sobre la posible unificación de líneas educativas por la falta de alumnos. A su juicio, la calidad de la educación es uno de los puntos fuertes gastoreños: «Las clases son de ocho o diez alumnos, que son los que suelen nacer anualmente», de ahí que suba el nivel de atención al alumnado y los resultados según satisfactorios tanto para los estudiantes como para la comunidad educativa.
Mejoría dentro del riesgo
Aunque se enclavan en la misma categoría por el riesgo de despoblación, la situación no es igual en todos los municipios, aunque todos han vivido momentos peores en ese sentido. Tanto es así que algunos presentan sus mejores cifras de población en un siglo, como es el caso de El Bosque, con 2.224 habitantes: «En los últimos años se han registrado más de 50 extranjeros y se observa también una tendencia de solicitudes de empadronamiento de personas de todas partes de España que eligen nuestra localidad como lugar de retiro o para pasar varios años de su vida», explica el alcalde.
Esta circunstancia hace que la demanda de vivienda aumente, tanto en régimen de alquiler como para comprar, lo que lleva al consistorio a tomar medidas sobre las casas vacías: «Hemos encontrado casi cien viviendas que no tienen inscrito ningún habitante, lo que nos lleva a crear ordenanzas que obliguen a que las saquen al mercado».
Tras una fuerte caída de la población a principios de la pasada década, en Zahara han conseguido atenuar la caída en los últimos años y el equipo de gobierno liderado por Galván apuesta por las nuevas tecnologías para que haya más zahareños, poniendo de ejemplo el espacio de coworking en ciernes: «Confiamos en poder atraer gente con nuestro proyecto ya que hemos contactado con ingenierías y empresas de I+D+i interesadas en venirse a vivir aquí una vez que esté terminado».
La pandemia favoreció el teletrabajo, modalidad que en algunos tipos de oficios ha venido para quedarse, y con ello la posibilidad de cambiar de residencia al no tener que desplazarse diariamente a un lugar de trabajo. Y eso ha llevado a El Gastor a dos familias nuevas, tal y como cuenta su alcaldesa, que cree que la implantación de la fibra óptima desde hace unos años en el municipio empieza a dar sus frutos: «Se han venido a teletrabajar dos familias con hijos, una de Valencia y otra cuya madre es brasileña y el padre inglés».
Críticas a los presupuestos de la Diputación
Los alcaldes socialistas, como ya ha expresado en diferentes ocasiones el portavoz provincial Juan Carlos Ruiz Boix, denuncian falta de inversión y de planes de empleo en los municipios gobernados por el PSOE. «Los pueblos como el nuestro estamos en serio peligro», dice el alcalde de Zahara, añadiendo que sin apoyo provincial «se hace más difícil el desarrollo y la vida de municipios».
Galván afirma que lleva dos semanas tratando de contactar con el gobierno presidido por Almudena Martínez para tratar una cofinanciación de 90.000€ de una subvención proveniente de los fondos Next Generation: «Este ayuntamiento ha conseguido 600.000€, que contemplan sistemas de aerotermia, placas fotovoltaicas en todas las instalaciones municipales y un microbús eléctrico que daría un buen servicio en el municipio y hay riesgo de que se pierda ese dinero porque el ayuntamiento no tiene capacidad de poner 90.000€».
Isabel Moreno es de la misma opinión, indicando que las inversiones de Diputación en los pequeños municipios suelen ser utilizadas «para hacer acciones que sean generadoras de empleo y que nos permiten que la juventud esté en el pueblo».
Desde el propio gobierno de la Diputación exponen que las cuentas de este presente año, «las más proactivas para crear empleo», contemplan aumentos en partidas destinadas a la cooperación, desarrollo local y recaudación, al IEDT, a la planificación y desarrollo estratégico y al programa de empleo agrario PFEA, pero desde el PSOE afirman que las cuentas están orientadas a los ayuntamientos populares y al de La Línea, socio de gobierno provincial.
