Playas y turismo
El pueblo costero de Cádiz que enamora a los británicos: «Es una joya preciosa y fascinante»
El Daily Express británico ha puesto en valor este pedacito de costa gaditana donde los vientos mueven cometas, el mar cambia de nombre y el tiempo parece ir más despacio
La playa paradisíaca de Cádiz que tiene aguas cristalinas, piscinas naturales y a la que llegas por una escalera
Las escaleras infinitas que llevan al paraíso existen y están en Cádiz: ¿Dónde se encuentran?

En un mundo donde Marbella y Sevilla acaparan titulares turísticos, hay un pequeño rincón al sur del sur que está empezando a hacer ruido en las páginas de la prensa internacional. Se trata de Tarifa, el pueblo costero de Cádiz que ha logrado lo que muchos destinos sueñan: enamorar a los británicos.
Y no lo decimos nosotros, lo dice el tabloide británico Daily Express, fundado nada menos que en 1900 por Cyril Arthur Pearson, y que recientemente ha puesto sus ojos en este enclave gaditano que parece tenerlo todo (menos aglomeraciones).
Tarifa no es solo el punto donde se dan la mano el Atlántico y el Mediterráneo. Tampoco es solo el pueblo más meridional de Europa continental. Tarifa es una mezcla irresistible de playas interminables, un casco antiguo que destila encanto y vistas a África que parecen sacadas de una postal.
Paraíso del viento
Esta localidad gaditana es además el paraíso del kitesurf y el windsurf, con vientos constantes que atraen a deportistas de medio mundo.
Pero más allá del surf y las fotos de postal, Tarifa ofrece un ritmo pausado, pescado fresco en cada esquina, atardeceres que detienen el tiempo y una mezcla entre lo gaditano y lo global que seduce a quien llega, y atrapa a quien se queda.
Dunas y ruinas
Y por si fuera poco, cuenta con algunas de las mejores playas del país. La Playa de Bolonia, por ejemplo, fue nombrada la segunda mejor playa de España en 2024 por la revista TimeOut. Y es que aquí se encuentran una inmensa duna blanca 30 metros de altura y las ruinas de la antigua ciudad romana de Baelo Claudia.

Puede que no tenga el glamour de Marbella ni el bullicio de Sevilla, pero Tarifa ha demostrado que el corazón de Cádiz late fuerte allí donde el continente toca el mar. Y si los británicos lo están descubriendo ahora, bienvenidos sean. Aquí, sobra viento... pero nunca encanto.