La provincia ya vibra al ritmo de la motorada

Por la mañana poco ruido. El ambiente se concentraba en el circuito de Jerez-Ángel Nieto, pero cuando terminaron los entrenamientos libres comenzó la verdadera pasión por las calles de las ciudades, comenzó la motorada.

Todos salieron casi al unísono en busca del mejor plan, algunos optaron por quedarse en Jerez, pero otros prefirieron marchar a El Puerto o localidades cercanas como Cádiz.

A lo largo de todo el día, se pudo ver que El Puerto de Santa María contaba con muchísimo ambiente, mucha gente dispuesta a acoger a los moteros, por ello prácticamente la totalidad de los hoteles de la ciudad ha colgado el cartel de completo.

Si alguna vez te las has buscado e ingeniado al máximo para aparcar el coche y pensabas que una moto era la mejor opción… déjame decirte que en estos días sigue siendo la mejor opción, pero te seguirá costando aparcar. Las zonas habilitadas no daban abasto para tanto motero que buscaba un respiro y sentarse en un bar para refrescarse, olvidándose así del sol que reinaba en el cielo produciendo un calor incesante.

Los locales de ocio y ambiente aprovechan este fin de semana para sacar sus barras y servir el mejor producto a pie de calle y no solo eso, sino que la música los acompañaba al ritmo de una minidisco portátil situada a los pies del río Gualadete.

Pero la pasión no basta con sentirla, hay que vivirla, hay que adentrarse en ella. Por eso las calles de El Puerto de Santa María han cogido color a Mónaco, esa ciudad en la que se celebra una carrera de Fórmula 1 por un circuito urbano y en donde se respira puro olor a garaje. Si alguna vez te has montado en los karts o, aun mejor, has probado suerte en un circuito de verdad, sabrás lo que se siente. En estos días pasar por la calle Ribera del Río y Ribera del Marisco es similar, ya que rebosan de público que espera ver pasar motos, motos y más motos.

Con el paso de las horas llega la puesta de sol y es momento de desplazarse hasta Valdelagrana, donde a lo largo de su avenida se posicionan cientos de personas para vivir el espectáculo nocturno. Caballitos, derrapes, humo, e incluso alguno que se cuela haciendo palomitas con el calor que produce el derrapar de su rueda con el asfalto.

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La Voz de Cádiz

El centro de la localidad portuense se llena de moteros para darle la bienvenida al gran fin de semana que se espera en la Bahía

Sentir el olor a neumático quemado, el sonido de un tubo de escape rezumbando o la maestría de hacer un caballito. Por eso vienen visitantes de muchas partes del mundo. Recorriendo Jerez o El Puerto se ven banderas de muchos países, predominando las portuguesas y españolas.

La ciudad quedó colapsada por las motocicletas, de todos los colores, formatos, dimensiones y no tienen porque tener dos ruedas, pueden tener tres también. Esa diferencia de una moto a otra es lo que más llama la atención del público. No hay dos iguales.

Antes de llegar el fin de semana parecía que El Puerto no contaría con suficientes policías para asegurar la seguridad, dado que hay un gran déficit de plazas, pero, aunque sean pocos lo que se pudieron ver por las calles de la ciudad, el buen ambiente reinó y el esfuerzo de estos se centró en ordenar todo el tráfico de moteros.

¿Tú sabrías diferenciar entre un motero de verdad o un motero que solo saca su vehículo del garaje por estas fechas? Los hay que sí, y principalmente lo comprueban mirando únicamente las maletas y baúles que lleve y por supuesto, según cuentan, los arañazos que la motocicleta contenga.

No sólo El Puerto recibió moteros, Jerez también sintió esta pasión por las motocicletas y por ello desde bien pronto se pudo disfrutar de esas motos que no corren por el asfalto igual que las de ahora, de motos añejas, motos de otros tiempos, motos clásicas.

Siguiendo con el pasado, en Jerez también tuvo mucha atracción el recorrido a pie por la ciudad para conocer los antiguos circuitos urbanos que había en la ciudad y sobre todo su evolución.

Food-Truck en la Alameda Vieja, mercadillo motero en la plaza del Mamelón, exposiciones de coches superdeportivos y clásicos entre la Rotonda Casinos a Convento de Santo Domingo, y, como colofón a la tarde, la exhibición motera de la Avenida Álvaro Domecq en la que a partir de las cinco de la tarde se pudo disfrutar de la pasión que levanta el motociclismo.

Y ya por la noche, música, gracias a la cual muchas personas terminarían de fundir sus cuerpos para descansar y poder disfrutar de un sábado de motos que, aunque parezca complicado, va a ser igual o mejor que el viernes.

Es verdad que un menor de 18 años no puede conducir un coche, pero en las motos la cosa cambia. Solo hacen falta 15 años para poder coger tu primera moto, en este caso un ciclomotor. Con 16 puedes aumentar la cilindrada, y con 18 ya casi que puedes coger la motocicleta que quieras, aunque será con los 21 cuando sea definitivo que tienes el carné A.

Esto, entre otras cosas, viene apoyado por la facilidad de manejar un ciclomotor sin marchas y la poca potencia que tienen, pero a su vez ayuda y colabora en gran medida a que los más pequeños vean cercano el momento en que puedan parecerse a sus ídolos.

Dicen que cuando naces te aficionas a algún hobby, a un deporte, a un equipo y poco a poco vas extrayendo a tus ídolos a los que parecerte cuando seas mayor. Pues precisamente no son pocos los que se aficionan al motociclismo, y ayer lo pudimos ver por las calles de diferentes ciudades de la provincia.

Son muchos los niños que, acompañados de sus padres, caminan por la calle sintiendo como poco a poco les entra el veneno de las motos por su cuerpo. Algunos son demasiado pequeños para entenderlo, pero otros tienen ya claro a sus favoritos en la parrilla de GP, entre los que sobre todo triunfan los españoles Marc Márquez o Espargaró.