Salud

La proteína descubierta que puede servir para evitar trombosis

Los expertos han analizado por qué los osos no sufren esa patología después de sus meses de hibernación

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La Voz

Cádiz

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Un estudio realizado a pacientes con grandes periodos de inmovilización y a osos que han realizado su periodo de hibernación ha dado paso a un importante descubrimiento que puede dar lugar a nuevas terapias contra la trombos. Una proteína (o mejor dicho, la reducción de la misma) puede evitar la trombosis.

Según señala esta investigación, publicada en la revista 'Science', la tromboembolia venosa (TEV) (que comprende la trombosis y el embolismo pulmonar) es una causa importante de mortalidad en los humanos. Uno de los factores importantes de riesgo para el desarrollo de estas enfermedades es la inmovilidad a corto plazo. «Paradójicamente, los osos pardos en hibernación en libertad inmovilizados a largo plazo y los pacientes con lesión de la médula espinal (LME) paralizada están protegidos contra el tromboembolia venosa», señala el estudio.

Por eso, los investigadores tenían como objetivo «identificar los mecanismos de protección» ante las trombosis de ambas especies, tanto los osos como de los humanos. De este modo se detectó una reducción de la proteína de choque térmico 47 (HSP47) en los osos pardos en hibernación. «La regulación a la baja de HSP47 atenúa la activación de las células inmunitarias y la formación de trampas extracelulares de neutrófilos, lo que contribuyó a la tromboprotección en osos, pacientes con LME y ratones», asegura el estudio.

Así pues, «esta firma plaquetaria conservada entre especies puede dar lugar a terapias antitrombóticas y marcadores de pronóstico más allá del TEV asociado a la inmovilidad». Es decir, a nuevos fármacos que reduzcan el riesgo de trombosis en los humanos.

«Cuando los humanos experimentan una inmovilidad aguda causada por una enfermedad o lesión, tienen un mayor riesgo de tromboembolismo venoso potencialmente mortal. Por el contrario, los osos que hibernan permanecen inmóviles durante meses cada año sin experimentar tales complicaciones. De manera similar, los pacientes crónicamente inmovilizados con lesión de la médula espinal no tienen un mayor riesgo de trombosis», detalla el estudio. «Al examinar la sangre de humanos que experimentan inmovilización crónica, voluntarios sanos en reposo prolongado en cama y osos pardos en libertad durante sus períodos de actividad e hibernación, se identificaron proteínas específicas que se regulan a la baja durante períodos de inmovilidad prolongada y protegen de la trombosis».

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