El Pollo, el cuarto detenido del crimen de Rota, apresado cuando dormía en un coche
La Policía Nacional ha localizado a 200 kilómetros, en un pequeño pueblo de Málaga, a dos nuevos implicados en la muerte a tiros de José 'El Indio' de los Justitos y estrecha el cerco sobre los autores materiales
Cuando se cumple más de un mes del tiroteo con una víctima mortal y a pesar de la gravedad de este hecho, no han parado las amenazas entre ambos clanes en las redes sociales
José, del clan de los Justitos, falleció en la calle, en el acto, presumiblemente de un disparo en la cabeza, cuando varias personas se enfrentaron a él y a otro familiar que también quedó herido de gravedad. Desde entonces y sin parar la Policía Nacional busca a sus presuntos ejecutores, de un clan rival: los Bustamante, con quienes mantenía una guerra abierta desde hacía años.
Pues en el transcurso de esta operación ya se han detenido a cuatro personas que están, según la investigación, directamente implicadas. Los últimos dos, tal y como se informaba y relataba este domingo, caían en un pequeñísimo pueblo, Valle de Abdalajís (Málaga).
Hasta allí se desplazaron los investigadores que llevan este caso tras tener informaciones acerca del asentamiento hace unas semanas en un alquiler de dos de los presuntos implicados. Serían El Pepino, que quedó en libertad con cargos, y El Pollo, ambos miembros del clan de los Bustamante. Este último era arrestado cuando los agentes lo localizaban en un coche. Al parecer fue apresado mientras dormía en ese vehículo por razones que se desconocen y, tras pasar a disposición judicial, ya ha ingresado en prisión provisional. Sería por tanto una de las personas que se encontraban presuntamente también en la escena del crimen, en la calle del barrio de las 40 viviendas de Rota, donde mataron a la víctima.
La Policía ya había detenido a algunos de los implicados semanas antes por otras reyertas y estaban en libertad con cargos. Los vecinos de las 40 viviendas alertaban de la situación
Hay que recordar que tras el crimen, los presuntos autores además de otros allegados, se dieron a la fuga conscientes de que la Policía Nacional los tenía identificados y los seguía muy de cerca. Primero cayó El Cateto, una pieza importante, uno de los líderes del clan, que se encontraba a más de cien kilómetros de distancia, oculto en Benalmádena (Málaga). Y hace una semana, en otro pequeño pueblo, el Castillo de las Guardas, en Sevilla, otro de estos implicados.
Ahora y sin pausa los agentes de la Unidad de Delitos Especializados y Violentos (UDEV) de la Comisaría Provincial de Cádiz y la Brigada de la Policía Judicial de Rota continúan con las indagaciones y estrechan el cerco de los últimos sospechosos: los que serían los autores materiales.
Por otro lado, se da la circunstancia que la gravedad de los hechos, incluso con una muerte y pérdida ya consumada, no ha hecho que se zanje el cruce de amenazas entre ambos clanes, ya que algunos de sus miembros siguen con este enfrentamiento en redes sociales.
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