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El Pez guitarra gigante resiste en Cádiz y Huelva: Un proyecto busca su salvación

El Proyecto Glaucostegus trata de preservar los últimos ejemplares de esta especie en peligro crítico de extinción

La playa paradisíaca de Cádiz que tiene aguas cristalinas, piscinas naturales y a la que llegas por una escalera

Un ejemplar de pez guitarra gigante, visto en las costas de Cádiz

L.V.

Cádiz

Fundación Oceanogràfic, Fundación Azul Marino, Acuario de Sevilla y Associació Lamna coordinan junto a otras entidades el Proyecto Glaucostegus, una iniciativa para salvar a la última población europea del pez guitarra gigante, catalogada en peligro crítico de extinción, y que resiste en las costas de Cádiz y Huelva.

Estos son los últimos lugares de Europa en los que se puede encontrar una población estable de esta especie, también conocida como guitarrón (Glaucostegus cemiculus), una especie de raya cartilaginosa emparentada con los tiburones, ha señalado en una nota la Fundación Oceanogràfic.

En los últimos años, la especie ha desaparecido de gran parte del litoral europeo debido a «múltiples amenazas» como la pesca incidental, la pérdida de hábitat y la presión humana. Para revertir esta situación nació el Proyecto Glaucostegus, la primera iniciativa que estudia estos animales en su medio natural en Europa.

Jaime Penadés

La investigación, liderada por el doctor Jaime Penadés, tiene como objetivo generar conocimiento científico sobre la biología, ecología y amenazas del guitarrón en su hábitat.

«Con este estudio podremos obtener información sobre el estado de esta especie en la costa andaluza, su reproducción, uso de hábitat y amenazas, información vital para mejorar su protección a nivel nacional y también mundial», explica Penadés.

Proyecto Glaucostegus

El Proyecto Glaucostegus cuenta con los permisos y apoyos del Ministeerio de Transición Ecológica, la Junta de Andalucía y la Estación Biológica de Doñana. También colaboran el Ifapa, la Universidad de Cádiz, el Oceanário de Lisboa, Zoomarine Algarve, Seashore Environment & Fauna, además de la Asociación Los Corrales de Rota (Cádiz) y numerosos pescadores recreativos de la zona.

De hecho, como se ha señalado, la participación de estos pescadores recreativos es «parte fundamental del proyecto».

Desde 2018, Ángel Benítez, fundador del Proyecto Glaucostegus, comenzó a recopilar datos de capturas accidentales gracias a sus colaboraciones. Hoy día estos datos superan los 80 avistamientos confirmados de una especie de la que apenas había registros recientes.

Colaboración de pescadores

Así, los pescadores colaboran enviando una foto o vídeo que muestre al ejemplar, además de aportar datos como fecha, hora, lugar de la captura y tipo de cebo. Esta participación ciudadana ha sido «esencial» para confirmar la reproducción en la zona, con neonatos avistados, y para detectar casos de furtivismo, una de las amenazas latentes para la especie.

En paralelo a la recogida de datos ciudadanos, a finales de mayo se llevó a cabo la primera campaña de muestreo científico de 2025. Para ello, más de 40 investigadores se desplazaron a la playa de Valdelagrana en El Puerto de Santa María (Cádiz). Durante esta campaña se manejaron 33 ejemplares de guitarrón, tanto juveniles como adultos.

Estos muestreos científicos se han realizado bajo los permisos del Ministerio y siguen un protocolo específico para la especie que reduce los tiempos de manejo. Debido a estos esfuerzos se obtiene información sobre la especie en la zona, como es el tamaño de los ejemplares, sexo, muestras de ADN, muestras de sangre y otras variables biológicas que permiten evaluar su estado de salud.

Esperanza para el 'guitarrón'

El conocimiento generado por el Proyecto Glaucostegus abre la puerta a nuevas estrategias de conservación. Entre ellas, el estudio genético comparado de los ejemplares mantenidos en las colecciones zoológicas de cuatro de los principales acuarios de la península ibérica.

Este enfoque permitirá valorar la viabilidad de un plan de reproducción ex situ de la especie, con vistas a una posible reintroducción futura en zonas consideradas «seguras».

«En el marco de la Década de los Océanos declarado por la ONU y ante el reto de la restauración de la Naturaleza en Europa, el guitarrón es un símbolo de todo lo que nos queda por hacer aún, una oportunidad para actuar antes de que sea demasiado tarde para esta y muchas otras especies», ha manifestado Jaime Penadés.

Así, ha expuesto que «trabajando de manera colaborativa» se puede aumentar «de forma significativa» el impacto que tiene el ser humano hacia la conservación del medio marino.

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