Patricia Cavada: «El principal reto que tenemos es erradicar la violencia y la educación es la principal herramienta para lograrlo»

A lo largo de los últimos 25 años. ¿Qué tres logros cree que han sido más importantes para las mujeres en la conquista de sus derechos?

Sin duda, creo que el principal fue conseguir legislar en 2007 la primera ley para la erradicación de la violencia de género, una ley integral que abarcaba desde los ámbitos de la educación, salud y, por supuesto, la atención a las víctimas. Otro de los grandes logros ha sido la ocupación de la mujer de los espacios públicos a través de la creación, también, de políticas que permitían a través de la discriminación positiva que se ocuparan puestos profesionales que antes generalmente nunca llegaba a alcanzar. Y es que, de nuevo de la mano de un gobierno socialista, también tenemos una ley integral para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres que ha sido fundamental en estos 25 años. En tercer lugar es importante destacar como se ha hecho de aplicación general el concepto de transversalidad. Porque no lograremos una sociedad igualitaria y justa si no aplicamos este concepto en todas y cada una de las medidas que se tomen dentro del ámbito de las políticas públicas.

Y en un futuro. ¿Qué tres retos cree que tienen por delante las mujeres?

El principal reto es por supuesto erradicar la violencia de género o cualquier tipo de violencia hacia la mujer. Hay que avanzar, hacer mucho aún, y estoy convencida de que hay que incidir especialmente en la educación, como la principal herramienta para avanzar en igualdad y conseguir una sociedad más justa.

También dotando de medios y herramientas a todos aquellos ámbitos sociales que trabajan en violencia de género, ampliando la coordinación entre las diferentes estructuras y, por supuesto, mejorando la atención a la víctima. Creo que es fundamental que las víctimas se sientan seguras y protegidas por el sistema desde el minuto uno en que se plantean ir a comisaría a poner una denuncia o van a un hospital porque han sido víctimas de una agresión.

El segundo gran reto iría vinculado al ámbito laboral, a alcanzar cuotas de poder y ocupar espacios donde se tomen decisiones, políticas, judiciales, empresariales de ámbito económico. Acabar con la brecha de género.

Y esto no es una opinión. El Informe sobre la Brecha Global de Género en 2022 del Foro Económico Mundial estima que solo se ha cerrado el 68% de la brecha de género y que necesitaremos 132 años para alcanzar la paridad de género. Porque con la pandemia ha habido un parón, e incluso un retroceso en nuestro avance.

Y el tercer reto, creo que el más importante, consiste en poder conciliar la vida familiar y laboral para la mujer. Creo que es un hándicap que impide que muchas mujeres desarrollen una vida profesional que les haga independiente económicamente y así conseguir desvincular el trabajo femenino de los trabajos precarizados con horarios que impiden esta conciliación.

Con respecto a la evolución del papel de la mujer en la política en los últimos años. ¿Cree que aún hay pocas mujeres en puestos representativos?

Las mujeres vamos poco a poco ocupando espacios en el ámbito de la política. Espacios, principalmente, en el ámbito municipal, donde afortunadamente se ha incrementado mucho el número de alcaldesas. Pero es cierto que en ocasiones sigue costando mucho alcanzar ciertas cuotas de poder. Es importante esta labor que hacemos desde la política local para acabar con la brecha de género.

Somos en este país un 51% de la población, por lo que debemos tener una mayor representación pública y lograr un mayor empoderamiento. En este mandato, por ejemplo, en las más de 8.000 localidades del país un total de 1.751 están gobernadas por mujeres, récord histórico de número de alcaldesas que rigen municipios. Pero el dato importante es que el número de regidores hombres nos supera por tres: 6.291 alcaldes en total.

Además, es un hecho evidente que a las mujeres en política no se nos critica tanto por las acciones políticas que tomamos, sino que sobre todo se nos ataca de manera personal e incluso por nuestra forma de vestir, nuestra forma de hablar o de movernos. Eso es impensable cuando se trata de un hombre que se dedica a la política. Ahí se mantiene aún la discriminación y es algo que también tenemos que luchar y reivindicar.

Este miércoles celebramos el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. ¿Qué piensa de este día y cómo lo vive?

Es un día muy importante que vivo con emoción. El 8 de marzo es un día de reivindicación, es un día para reconocer nuestros logros, los logros conseguidos por el movimiento feminista y por aquellas políticas de partidos principalmente de la izquierda que nos han permitido a través de la legislación la consecución de estos derechos. Por tanto, el 8 de marzo es un día importante para las mujeres en el cual también celebramos que una sola no puede no puede, pero que si nos unimos somos capaces de conseguirlo. Lo demostramos por ejemplo con el tren de la libertad por la ley del aborto, cuando conseguimos que diera marcha atrás un ministro que intentaba legislar sobre nuestro cuerpo. Y lo seguiremos consiguiendo cada vez que encontremos política que se pongan a la libertad de las mujeres.

¿Cuál es su valoración sobre la Ley del 'solo sí es sí'?

Con respecto a la ley, lo primero que recomendaría es su lectura completa. Es una ley integral, cuyo principal objetivo es proteger a las víctimas de violencia sexuales. A través de muchísimas medidas que van a mejorar no sólo la atención a estas víctimas, sino que también van a profundizar en la educación de chicos y chicas para que entiendan que no se mercantiliza con el cuerpo de las mujeres, que el cuerpo de las mujeres no es un es un objeto al cual puedes acceder libremente cuando te apetezca. Por tanto, es una ley completa y necesaria que viene a regular las diferencias que existían, por ejemplo, entre agresiones sexuales y abusos sexuales. Viene a unificar las diferentes de las diferentes tipos de violencia sexuales ejercida sobre las mujeres para evitar sentencias como la de la Manada que no podíamos entender como sociedad.

Respecto a la cuestión de la modificación de la norma, ya he leído opiniones de expertos juristas diciendo lo que es una obviedad: si miramos el BOE es muy normal ver que hay rectificaciones de muchas leyes, porque aplicar las normas del Derecho es muy complicado. Es un procedimiento normal que da más garantías, y añadir una disposición adicional para evitar que esto se produzca no es más que una simple corrección.

Creo que la ley tiene como objetivo proteger a las mujeres. Y ese espíritu va a permanecer. Es una verdadera pena que algunos partidos se centren principalmente la polémica y no reconozcan la valía de una ley que viene a proteger a las víctimas de las agresiones sexuales y que, sobre todo, actúa de manera preventiva directamente a través de la educación con nuestros chicos y chicas.