PROVINCIA

Las Navidades más caras en Cádiz

Economía

Pese a que la inflación ofrece al fin una tregua, los precios no se vienen abajo y durante estas fiestas los bolsillos gaditanos lo volverán a notar

El marisco y el pescado son una de las opciones preferidas para las cenas de Nochebuena Francis jiménez
Álvaro Mogollo

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A falta de que se conozca en 2024 el dato del Índice de Precios de Consumo, el IPC, de este presente mes de diciembre, el último disponible indica que la inflación ha descendido 3,6 puntos respecto a noviembre del año 2022. Pero eso no significa necesariamente que los precios que paguemos durante estas fiestas vayan a ser más baratos que en la Navidad del año pasado.

La acuciante falta de precipitaciones, que va estrechamente vinculada con la subida de precio de otro alimento indispensable en la cocina española como es el aceite de oliva, y una tendencia alcista de los precios hacen que el desembolso de los consumidores vaya a ser mayor en este 2023 que toca a su fin. Hay que tener en cuenta que eso no tiene por qué implicar que descienda el consumo, puesto que hay quienes se lían la manta a la cabeza y tiran del ahorro para no privarse de nada en un momento del año en el que suele ser habitual juntarse con la familia.

Los motivos de este alza de los precios no tienen una única justificación y una relación directa, puesto que ahora mismo el precio de la electricidad o el de los carburantes es más bajo que en meses anteriores. El problema es que cuando determinados productos alcanzan un precio en cuestión, no siempre vuelve posteriormente al valor que tenía antes de la subida. Si un café pasó a costar en un bar cualquier el pasado año, pongamos por ejemplo, 1,60 euros por el hecho de que la luz estaba disparada, la gasolina del transportista que llevaba el grano hasta el establecimiento se situaba por las nubes y el agua había subido de precio, una vez que esos tres factores empiezan a descender, por lo general ese precio de venta se mantiene. Y no solo sucede en los comercios particulares, pasa también a gran escala, que es lo que de forma más rotunda marca la tendencia. En algunos productos de grandes superficies puede haber un ligero abaratamiento, pero están muy tasados y se hace de forma controlada, de forma que no fluctúa el precio de manera automática y por tanto no son menos caros si la inflación desciende.

Para ver esta circunstancia es necesario contar con todos los datos de los años anteriores de cara a poder establecer una comparativa, más allá de que la opinión, certera a juzgar por los organismos acreditados, de que el dinero rinde cada vez menos cuando se va a comprar es casi unánime.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) cifraba a falta de diez días para la celebración de la Navidad en un 4,3% el encarecimiento respecto a las mismas fechas del año 2022, marcando guarismos históricos por aquel entonces.

Pese a todo, los gaditanos que han ido al Mercado de Abastos en estos últimos días para rematar la mesa de Nochebuena no han notado un gran encarecimiento en el pescado o el marisco que se han llevado a casa. Tanto es así que los cambios de precio registrados respecto a noviembre son muy escasos.

LA VOZ tomó nota del valor de los productos frescos el pasado 23 de noviembre y volvió a hacerlo esta misma semana. Por supuesto, no en todos los puestos el precio es el mismo, pero las variaciones son mínimas y no ha habido una subida de precios generalizada en los productos del mar. El langostino de Sanlúcar mediano estaba en noviembre a 15 euros el cuarto de kilo y esta semana a 17, mientras que el pulpo ha mantenido estable su precio a 10 euros el kilo.

Para quienes se decantan por la opción del mar, una de las elecciones predilectas son los pescados grandes, fáciles de preparar al horno y que dan de comer a muchos comensales. En ese escenario, los sargos, pargos, doradas o lubinas entran en juego y tampoco están más caros que hace varias semanas.

Incluso hay algunas bajadas en productos como la acedía o la cigala, por lo que teniendo todo en cuenta, la balanza se mantiene en equilibrio respecto a quienes compraron con cierta previsión, que tampoco fueron demasiados, como exponía Juan, dueño de uno de los puestos: «Para Navidades no compra mucha gente a finales de noviembre porque todavía queda mucho y aún no han cobrado».

«Yo no veo que esté caro el pescado, ni tampoco el marisco que venden los compañeros. Está simplemente al precio que marca el mercado», comentaba el pasado jueves un empleado de una conocida pescadería.

Más gastos, mismos salarios

El problema de este asunto es que la cartera se aligera pero no se llena a la misma velocidad a final de mes. El salario mínimo interprofesional ha crecido en los últimos años, pero en la mayoría de los trabajos los sueldos se mantienen estables, con la consecuencia clara de que el poder adquisitivo de los hogares se ve mermado.

Sin embargo, el encarecimiento de la compra no solo preocupa a quienes menos tienen, también a las rentas más altas. Según un estudio de la empresa Packlink, será este sector poblacional el que más recortará sus gastos en estas navidades, seis puntos más que en el año anterior. En las casas en las que hay menos ingresos, el porcentaje es el mismo que el año anterior, aunque no es desdeñable, porque hasta un 78% no abrirá la mano con alegría, consciente de que llegará la temida cuesta de enero.

Precio en supermercados

En la misma línea, LA VOZ tomó nota de los precios en supermercados de productos indispensables en estos días como la sidra, el turrón, el marisco, el jamón o los polvorones. Y no están más caros que hace cuatro semanas, habiendo incluso algunas ofertas especiales que buscan espolear el consumo: «Ahora estamos poniendo la etiqueta de rebaja en algunas bebidas para que la gente se anime y al que le guste una botella en concreto, que a lo mejor se lleve dos», comentaba a este periódico el encargado de un pequeño supermercado en el centro de Cádiz.

Pese a ello, las organizaciones de consumidores alertan de que los precios están tocando máximos y que la subida ha llegado con anterioridad a noviembre. En FACUA denuncian que las uvas se han encarecido un 222% en los últimos dos meses, siendo un 44% más caro tomarse las 12 uvas con las que se despedirá el 2023 de lo que costaban hace una docena de meses. Además, esa subida tiene un importante agravante a tener en cuenta y es que el IVA de la fruta está reducido del 4% al 0.

Y esto, por supuesto, ha afectado también a los polvorones y dulces artesanales, que con la paulatina subida del azúcar, los frutos secos y muy especialmente del aceite de oliva, tenían ante sí una tormenta perfecta que ha disparado el precio a la hora de producir y por tanto eso lo notará quien compre.

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